27 may 2008

Solidaridad por la libertad de los presos de CODEDI-Xanica (OAXACA-MEXICO)

A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES

A LOS COLECTIVOS DEL PAÍS

A LOS GRUPOS ANARQUISTAS

A LAS ORGANIZACIONES HERMANAS

AL PUEBLO EN GENERAL

A más de tres años con cuatro meses de encarcelamiento de los compañeros Noel García Cruz, Juventino García Cruz y Abraham Ramírez Vásquez pertenecientes al Comité por la Defensa de los Derechos Indígenas de Xanica, Oaxaca, (CODEDI -XANICA), en coordinación con la Alianza Magonista Zapatista (AMZ), no hemos dejado de luchar por la libertad de estos compañeros nuestros, aunque el gobierno amenaza a sus familiares y compañeros de la organización y que pretende dejarlos detrás de las rejas a estos indígenas que protestan ante un sistema corrupto en nuestro país y estado.

Y para una pronta libertad nos fuimos a la vía jurídica pues los abogados tienen la certeza de que Juventino y Noel García Cruz tienen la probabilidad de alcanzar su libertad bajo fianza. Por lo que nos vemos necesitados en reunir una cantidad para viáticos, pago de abogados y el pago de la fianza de los dos compañeros a la brevedad posible ya que el caso del compañero Abraham Ramírez queda en proceso, por lo que pedimos solidariamente su apoyo económico para la libertad de estos compañeros.

Por la libertad de nuestros presos

NI UN PASO ATRÁS

ATENTAMENTE

COMITÉ POR LA DEFENSA DE LOS DERECHOS INDÍGENAS XANICA

No. de cuenta 09400 575666, a nombre de María Carolina Cruz García. En el banco SCOTIABANK INVERLAT, sucursal Pochutla, Oaxaca.
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.

Un anarquista de los de antes





Hola:

Nací en Madrid hace 52 años, hablo cinco idiomas, soy técnico en refrigeración industrial, electricista, soldador, tornero, fresador, mecánico, técnico en electrónica, piloto privado de helicópteros U.F.R., patrón de embarcaciones de recreo y músico. Pero antes que nada soy un ser humano, una persona normal que acierta y se equivoca, como todos. Siempre me sentí identificado con el movimiento insurgente de mayo de 1968 en París y así eslóganes como “prohibido prohibir” o “seamos realistas, pidamos lo imposible” llegaron ya en mi temprana adolescencia al fondo de mi corazón, a la más intima esencia de mi personalidad. Siempre creí en la paz, el amor, la no violencia, la cooperación constructiva entre los diferentes seres humanos independientemente de su género, raza, condición social o procedencia. Pero también tuve la percepción a temprana edad, de la enorme injusticia y violencia que impera en las relaciones humanas, en mi ingenuidad adolescente, llegué a la conclusión de que una gran parte de estas situaciones, impropias de la condición humana, eran consecuencia directa de la codicia y el egoísmo. Pronto identifiqué al capitalismo,tanto en su forma privada, corporativa o estatal, como el agente directo y responsable de la infelicidad humana. En ese preciso momento nació el insurgente contra la injusticia y el capitalismo que soy hoy en día, también decidí ese día, que algo había que hacer para combatir a ese monstruo. Desgraciadamente, también pronto descubrí que existía un ente aglutinador y en esencia muy violento e injusto, que da seguridad al capitalismo y en simbiosis criminal con él, se beneficia de la explotación de mis hermanos y hermanas, este ente era y es el Estado. Consideré necesario luchar para conseguir un mundo más justo y más social, trabajar por una sociedad sin clases y sin castas, donde la educación en libertad y donde el trabajo abundante y colectivo y la riqueza por él generada, fuera justa y equitativamente distribuida.

Siempre rechacé la máxima tan profundamente injusta de “tanto tienes, tanto vales” y siempre creí que “tanto eres, tanto vales” se ajustaba más a la verdad. La abolición de la pobreza, del racismo, de la ignorancia, del clasismo, de la riqueza insultante y de la violencia organizada del Estado deberían ser objetivos prioritarios en mi lucha. También era fundamental conseguir controlar al Estado y provocar su reforma integral, si no se podía técnicamente obtener la abolición de éste, el objetivo de conseguir una sociedad sin clases, donde se superara la organización estatal de la sociedad y al capitalismo como motor de la riqueza social, pasaron a ser objetivos prioritarios. El fin último sería acabar con la opresión capitalista por medio de una Revolución Social Anarquista, que nos trajera una sociedad ácrata autogestionaria.

Hasta aquí los buenos deseos, parafraseando a don Quijote cuando le dice a Sancho Panza “con la iglesia hemos topado, amigo Sancho” también noté que en el camino se erguían formidables obstáculos. Entre ellos cabe destacar a los Bancos privados. Los Bancos privados existen, en teoría, como meros apéndices de un Banco estatal, en España es el Banco de España, en el Reino Unido es el Banco de Inglaterra, en los Estados Unidos es la Reserva Federal. Tienen, en teoría, el cometido de maximizar la rentabilidad explotadora de la población, ya que como todos conocen, el Estado no es demasiado diligente y tiende a delegar en explotadores profesionales su inicua tarea. Teóricamente el Banco de España concede permiso para operar a un Banco privado, con la concesión de una denominada “ficha bancaria”, y teóricamente puede castigar al Banco que opere desaprensivamente con la retirada de ese permiso. Pero la realidad, que en innumerables ocasiones se empeña en contradecir a la teoría, es inexorable; el Banco de España es dirigido por un funcionario del Estado, dependiente de un ministerio dirigido en sus decisiones estratégicas por un político profesional, y aquí entra en juego la parte más importante de la ecuación diabólica. Los políticos profesionales, para llegar al poder de decisión estratégica, deben concurrir integrados en unos partidos políticos y competir en unas supuestas elecciones democráticas.

Naturalmente, en una sociedad capitalista, estos partidos necesitan de financiación para alcanzar sus objetivos. Financiación ilimitada, y aquí es donde intervienen los Bancos privados. Básicamente, imponen para conceder su ayuda a los partidos políticos que estos adopten, cuando alcancen el poder, políticas tendentes a su propio beneficio. Para asegurarse este objetivo, imponen a sus propios agentes en las listas electorales de los partidos políticos, y se aseguran que estén bien situados en esas listas. Y para asegurarse que tendrán éxito en su objetivo, posicionan a sus agentes en cualquiera de los partidos políticos, con posibilidad de éxito electoral, para que de esta manera y con independencia de qué partido político sea el vencedor en las elecciones, ellos se aseguren la victoria. De esta manera acceden al control del Ministerio de Hacienda, que a su vez diseña la política económica que los consejos de administración y accionistas mayoritarios de los Bancos privados desean, para su perpetuación en el vértice de la pirámide del poder, y así, resulta un juego de niños controlar el Banco de España, que, en teoría, tendría la función de controlarles a ellos. Por medio de la designación de un gobernador del Banco de España dócil y afín a sus intereses, se consigue su objetivo. De esta manera los Bancos privados consiguen la supremacía política y además el derecho de pernada de explotar a la sociedad civil con total impunidad, todo muy legal, pero absolutamente ilegítimo tanto el medio como el objetivo. De esta manera, la asociación mafiosa entre banqueros y políticos, se erige como explotadora de la población en su conjunto. Y los banqueros y su negocio fraudulento, como los auténticos amos de la plantación de algodón, y nosotros, la gente, como sus esclavos negros explotables y sustituibles.

Ante esta enorme injusticia decidí, con conciencia, convertirme en insurgente contra el capitalismo explotador, tomando las armas, para combatirles en la medida de mis modestas fuerzas. Siempre con el convencimiento de ser David luchando contra Goliat. No quiero entrar en detalles de mi lucha desigual contra el monstruo y su cómplice y valedor: el Estado. Si en cambio quiero reseñar cómo la Banca privada es un auténtico mal social, ejemplo de egoísmo sin límites, conformado como un poder terrorista social fuera de control, que aplica la política de hechos consumados y es responsable de la corrupción social y política. A este respecto quiero reseñar que sin una toma de conciencia general que desenmascare a estos enemigos de las personas y de la sociedad en su conjunto, será muy difícil hacerles pagar por el daño social inflingido a la colectividad. Deseo además señalar la condescendencia que muestra la Justicia, uno de los pilares del Estado, cuando los delitos económicos cometidos por banqueros son sacados a la luz pública. En el famoso caso de los “fondos opacos” y de las “inversiones en paraísos fiscales” llevados a cavo por el Banco B.B.V.A. y el Banco Santander, el fiscal no encontró delito porque según él, no había perjudicados. Evidentemente la evasión fiscal y la puesta de capitales de oscura procedencia en la isla de Gran Caimán (paraíso fiscal en el Caribe) “no es delito”. Naturalmente los perjudicados son la Hacienda pública y todos los españoles que pagan sus impuestos, pero indudablemente, lo peor de todo es el agravio comparativo y la desigualdad de tratamiento que el Estado da a poderosos y a “súbditos”. Pero de lo que se trata es de no molestar a los dueños del “chiringuito”.

A los políticos profesionales les gusta mucho decir que España es un Estado democrático y de derecho, mejor sería que dijeran que es un estado cleptocrático sin derechos, porque la verdad, ni ellos mismos se atreven a decir que es un Estado libre, de libertad. Aunque como se ve, algunos tienen toda la libertad y otros no tienen nada. Es cuestión de estar bien situado, al calor del poder, ya sea este político, económico o mediático. En los últimos años, asistimos anonadados al robustecimiento del Estado capitalista corrupto. Su desfachatez y carencia de escrúpulos han llegado a cimas históricas. Al calor del neoliberalismo, que bien pudiera llamarse neofascismo, y con el apoyo entusiasta de los medios de comunicación de masas, controlados por la Banca, han logrado confundir a la sociedad, engañarla, sería la palabra correcta. Han conseguido hacer creer, que la incapacidad del Estado para crear riqueza social, es un mal asumible y que este mismo Estado que gradual y paulatinamente recorta día a día libertades, educación, garantías de futuro para la mayoría de la población, no es responsable del desaguisado en modo alguno. Con ayuda de sindicatos alicortos, al servicio del poder político-económico, han conseguido la rendición de la clase obrera trabajadora. La manera ha sido sencilla: han provocado un paro masivo y al mismo tiempo han provocado un “dumping” social con la importación de grandes cantidades de trabajadores poco cualificados, para que las personas que viven de su trabajo, vean mermados sus ingresos y así su capacidad de decisión social. Todo para mantener el beneficio de los Bancos, que en un contexto de pobreza generalizada, aumentan sus beneficios exponencialmente año tras año. Bancos éstos, además, que coordinados con compañías multinacionales y grupos políticos y militares pretenden el advenimiento de “un nuevo orden mundial”. Estos grupos como el Carlyle Group o la Trilateral, son auténticos poderes fácticos mundiales y a ellos pertenecen grandes accionistas del Banco Santander y B.B.V.A.. El objetivo de esta mafia es el control de las gentes del mundo entero, y es evidente que para llevar a buen puerto su diabólico objetivo, necesitan del servicio lacayo y cómplice de los Estados. Es obvio que a semejantes enemigos, que no dudan en arruinar el medio ambiente para conseguir beneficios o nos meten en guerras abstractas “contra el terrorismo”, hay que frenarles en seco. Hora es de que la gente tomemos la iniciativa y pongamos a estos en su sitio, y más ahora si cabe, que la “guerra contra el terrorismo”, burda coartada para una guerra imperialista y colonialista que pretendía el control de los recursos energéticos mundiales, la están perdiendo. Aprovechando su inmenso error estratégico y la recesión económica que su maldad e insensatez han provocado en el mundo, hora es de cambiar todo, absolutamente todo, y a los responsables meterlos en la cárcel, cárcel que “disfruto” yo en estos momentos.

Tengo que decir, una vez más, que si yo no me conociese bien, estaría aterrado por la imagen que los medios de comunicación han dado acerca de mi persona; un ser frío, calculador, esquizofrénico, asesino, entre otras lindezas. Tengo que reconocer que los “medios de deformación de la realidad”, también conocidos como medios de comunicación, o más finamente como “mass media” han realizado a conciencia su labor. No sólo me han difamado, pre-condenado, neutralizado mi presunción de inocencia, adulterado mis cartas, presentado a la gente como si fuera un “Anibal Lechter” cualquiera, personaje central de la película “El silencio de los corderos”, sino que me han negado una simple rueda de prensa, en la que pudiera poner en claro todas las falsas acusaciones que contra mi se hacen. Abusando de la credulidad de la gente, que lamentablemente se cree a pies juntillas todo lo que la televisión vomita, han tirado piedras, han escondido la mano y me han impedido el derecho de réplica, a mayor satisfacción del Estado y del propietario de los medios de comunicación; la Banca. Esta Banca que no dice nada, pero que por la pestilencia del veneno que destilan los medios de comunicación, se percibe nítidamente su concurso y activa presencia entre bastidores. Para ellos, naturalmente, soy un muy mal ejemplo, debo de ser desactivado y difamado para que no surjan imitadores, porque de lo que realmente tienen miedo, es de que mi modesto ejemplo pudiera ser una modestísima y grave amenaza, si hubiera muchos más insurgentes contra el capitalismo, de ahí la importancia del castigo ejemplar como aviso a navegantes futuros. Esa tan cacareada “alarma social”, no es más que la alarma generada entre banqueros y diligentes servidores del Estado corrupto, en el que lamentablemente sobrevivimos.

Llegados a este punto quisiera subrayar, una vez más, mi inocencia en la muerte de los dos guardias civiles de Castejón (Navarra). Ante el juez de Tudela expliqué la concatenación de sucesos que llevaron a la muerte de los dos guardias civiles, y también aclaré quién lo hizo. A este respecto tengo que señalar que se me ha hecho un perfil genético de A.D.N. que espero ayude a demostrar mi inocencia. Este y otros detalles como el modelo, marca y color del vehículo desde donde se realizaron los disparos, espero que ayuden en la investigación. También desearía que se demostrara la falsedad de los testigos aportados por la policía, y de ser así la Justicia les aplicara las penas que por falso testimonio y perjurio, les puedan corresponder, y de haber instigadores al falso testimonio y perjurio, se proceda a depurar sus responsabilidades allá donde estos estuvieran, incluso entre la guardia civil, elementos de la judicatura o medios de comunicación. Lo que sí puedo decir públicamente, es que no tengo ningún interés en hacer de “chivo expiatorio” o de “cabeza de turco”, a mayor gloria de la Banca y el Estado. Comprendo que la guardia civil tenga un enorme interés en descubrir a los que mataron a sus compañeros, pero también debían tener un interés similar en depurar responsabilidades, cuando son ellos los que matan a personas inocentes y no encubrir sus fechorías con el inestimable apoyo de la judicatura o del escalafón policial. Recientes casos como el del sub-sahariano al que supuestamente pincharon el flotador cuando intentaba, nadando, entrar en España y que murió ahogado al parecer entre bromas de los guardias civiles actuantes, o del marroquí que “murió accidentalmente” en la valla perimetral que rodea a Ceuta y que posteriormente y abriendo una puerta, arrojaron el cadáver baleado al lado marroquí de la frontera, para librarse de cualquier responsabilidad, o del caso de Roquetas de Mar, donde apalearon a un agricultor, matándolo, y después intentaron encubrir sus fechorías destruyendo el video de vigilancia perimetral que protege el cuartel de Roquetas de Mar, y que fue prueba incriminatoria, a este respecto señalar la condescendencia y facilidades dadas por la juez de Roquetas a los implicados, guardias civiles, para la presunción de inocencia de los mismos. Presunción de inocencia que al que esto escribe se le ha denegado desde el primer momento, y es que es sintomática las diferentes longitudes de las varas de medir que el Estado aplica, en función de quién comete las fechorías. Si las fechorías las cometen las diferentes policías del Estado español, todo se intenta ocultar, deformar, tapar, invocando la presunción de inocencia de los policías. Pero cuando los muertos son policías, entonces la cosa cambia, ya no existe presunción de inocencia, sólo hay espíritu de venganza. Lo que demuestra que los ciudadanos no somos iguales ante la Ley, como consagra la Constitución española. Los funcionarios del Estado tienen más derechos que las personas no afectas a la Administración. Naturalmente el árbitro es el mismo Estado, un poco como Juan Palomo “yo me lo guiso, tú te lo tragas” sin posibilidad de rectificación, todo el mundo sabe las dificultades que arrastra cualquier ciudadano, sin influencia digna de reseñar, que siendo víctima de un abuso policial, quiere denunciar ante la justicia un atropello, simplemente tiene que desistir, para no complicarse la vida aún más. A mi me gustaría saber, como en este país, se le puede poner el cascabel al gato, cuando se trata de denunciar a la policía. Al parecer no es posible para la gran mayoría de la población, somos víctimas potenciales en cualquier momento y en cualquier lugar, sin remisión. Volviendo al asunto de la muerte con arma de fuego de los dos guardias civiles de Castejón, tengo que denunciar públicamente mi certeza de que no voy a tener un juicio justo y que ya estoy pre-condenado de antemano. Y me explico: Cuando el Tribunal de Relación de Lisboa en su sección 9ª, acordó mi traslado temporal a España por un periodo de 60 días, para responder sola y exclusivamente ante el juez del juzgado de instrucción número 3 de Tudela, respondiendo a un mandato de detención europeo, también acordó no extraditarme a España hasta que fuera juzgado en Portugal y en caso de ser condenado, cumpliera allí integra la condena. Es decir, que no puedo ser interrogado por ningún otro juzgado, ni tampoco juzgado, puesto que Portugal, al haberme detenido, se reserva la primacía. Estando ya en España, en la prisión de Zuera, la Audiencia de Navarra acordó solicitar a Portugal la prorroga de mi estancia en España por otros cinco meses más, casualmente, el escrito de petición a las autoridades portuguesas es posterior en dos días a la respuesta dada, en sentido positivo, por Portugal. Quiere esto decir, que la petición a Portugal fue cursada cuando ya se tenía la respuesta afirmativa de las autoridades portuguesas. Curiosa circunstancia esta, que prueba una intervención política entre bambalinas, en mi caso a enjuiciar. Si hay intervención política, supone meridianamente que mi caso no es un mero caso judicial más, sino, pese a quién le pese, un caso político que se quiere disfrazar de mero asunto criminal. Pero esta irregularidad es una más del cúmulo de irregularidades y maquinaciones que envuelve, para mi desgracia, mi caso. Y prueba de ello es lo siguiente: En el mandato de detención europeo, y por normativa europea, tiene que determinarse claramente el tipo de tribunal y clase de juicio a que voy a ser sometido, y al mismo tiempo tiene que señalarse con claridad el delito o delitos de los que se me acusa y también deben de señalarse las penas a las que puedo ser condenado. Se excluyen del mandato de detención europeo, los delitos de faltas, los delitos que lleven aparejados una corta pena, así como los delitos de naturaleza política. En el mandato de detención europea, el juzgado número 3 de Tudela especificaba claramente que yo iba a ser enjuiciado por un tribunal con jurado popular. Sólo se concedió mi extradición temporal con esa condición, y con esta condición, ser juzgado por un tribunal con jurado popular, acepté venir a España. Porque podría haber recurrido cualquier decisión judicial portuguesa y permanecer mucho más tiempo en Portugal, sin volver a España, pero como estaba muy interesado en explicar a las autoridades judiciales españolas como se desarrollaron los trágicos hechos, que dieron lugar a la muerte de los dos guardias civiles de Castejón, y de los que vuelvo a repetir una vez más: Soy inocente, acepté venir a España por dos meses. A continuación y para su mejor comprensión voy a relatar cronológicamente una serie de resoluciones judiciales de la Justicia de Navarra y que me llenan de desasosiego y me hacen pensar que mi caso ya esta “precocinado” y listo para ser yo condenado. El juicio sería así un mero formulario más.

El día 5 de octubre de 2007, el juzgado de instrucción número 3 de Tudela acuerda incoar procedimiento para enjuiciarme con un tribunal de jurado. Pero el día 11 de octubre, el fiscal decide recurrir el auto del juez de Tudela, diciendo que el delito de tenencia ilícita de armas no puede considerarse como un medio para la comisión del delito de homicidio. Ante este argumento peregrino no puedo más que asombrarme. A los guardias civiles les mataron a tiros, con arma de fuego. No murieron por un conjuro mágico o envenenados, luego está claro que si no hubiera arma de fuego, no habría habido guardias civiles muertos. Esto lo ve cualquiera. No se necesitan sesudos dictámenes. Es una evidencia. El día 23 de octubre, incluso la acusación particular muestra su conformidad para que el juicio se celebre con un jurado popular. Con fecha de 2 de noviembre de 2007, el juez del juzgado de instrucción número 3 de Tudela rechaza el recurso del fiscal, y establece que voy a ser juzgado por un tribunal con jurado popular. Pero el fiscal, erre que erre, vuelve a apelar, esta vez ante la sección 1ª de la Audiencia Provincial de Navarra, que dicta una resolución el día 20 de diciembre de 2007 en la que revoca el auto del juez de Tudela, da la razón al fiscal y decide que voy a ser juzgado por un tribunal ordinario, esto es, sin jurado popular. En su resolución, dictamina que hay que hacer una interpretación restrictiva en los asuntos enjuiciables por un tribunal con jurado popular, aduce que sólo deben enjuiciarse asuntos sencillos, nunca se tienen que enjuiciar casos de una gran complejidad. A este respecto conviene recordar que la Justicia española nunca ha sido partidaria del jurado popular, pues lo ve como una intromisión en sus prerrogativas. Hablando claramente, recela de la autoridad concedida por la constitución española a los ciudadanos para dirimir aspectos claves como la inocencia o culpabilidad de un acusado. Hay que recordar que la institución de los jurados populares, fue una batalla sorda que durante muchos años la judicatura española rechazó y combatió por todos los medios. Por lo que se ve a día de hoy, sigue considerando a la institución del jurado popular como un estorbo, empeñados en vaciar las atribuciones del jurado popular, ya que de momento no pueden abolir la Ley, hoy al menos, mañana podría ser. Para mi, personalmente, el jurado popular me garantiza que voy a tener un juicio justo. El tribunal ordinario me presupone, dado el encono mostrado por las autoridades españolas, tanto políticas, como judiciales, como mediáticas, una grave duda acerca de la imparcialidad con la que unos jueces profesionales, van a considerar las pruebas y una aún más grave duda al respecto de la imparcialidad con la que van a decidir sobre mi inocencia o culpabilidad. Deseo recordar a todos los que leen este escrito que he sido linchado mediaticamente, la policía ha mentido y ocultado pruebas que demuestran mi inocencia, o por lo menos ponen en duda las acusaciones vertidas sobre mi, por estos motivos, unido a la falta de presunción de inocencia y deformación de mi personalidad, que los medios de comunicación han propagado a los cuatro vientos, me hacen suponer un juicio “precocinado”, por este motivo, deseo que se me enjuicie por un tribunal de jurado popular. Si la gente me condena o me absuelve será su decisión, pero será una decisión imparcial, ajena a los prejuicios politiqueros y otros condicionantes que funcionarios del Estado, a buen seguro, puedan tener. Y quiero resaltar aquí, que soy un enemigo del estado y como tal, no puedo esperar su clemencia e imparcialidad, pero sí pertenezco a la gente, y a ellos, a mis hermanos y hermanas me dirijo en busca de justicia e imparcialidad, siempre he luchado a favor de la gente y en contra del Estado opresor.

Pero quisiera retornar otra vez a los argumentos que esgrime la sección 1ª de la Audiencia Provincial de Navarra y en concreto su ponente José Julian Huarte Lázaro: “Pues bien en el supuesto de autos, y en discrepancia con lo sustentado por el Juzgado de Instrucción número 3 de Tudela, no aparece que el delito de tenencia ilícita de armas se hubiera cometido presuntamente con la finalidad exclusiva de perpetrar los delitos de asesinato/homicidio o facilitar su ejecución o procurar su impunidad, de ello en el supuesto de autos, según el testimonio remitido no hay ningún dato, ya que no se refleja, aunque fuera con un arma de fuego el medio con el que se atentó contra la vida de los agentes, que la misma, su tenencia y posesión, que constituye el delito de tenencia ilícita de armas, lo fuese con la exclusiva intención de atentar contra la vida de los agentes. En esta tesitura la concurrencia de un presunto delito de tenencia ilícita de armas, para el que no es competente el tribunal del jurado, hace que no sea procedente incoar dicho procedimiento, por lo que debe revocarse el auto dictado por el juzgado de instrucción número 3 de Tudela”. Uno, cuando lee estos sesudos razonamientos se queda de piedra. Al parecer es menester que el arma utilizada para matar a los agentes de la guardia civil, sea sólo y exclusivamente utilizada para esta finalidad, para establecer una conexión entre los delitos de homicidio/asesinato y atentado a la autoridad, que sí están recogidos en los supuestos de aplicación del tribunal del jurado. Es lógico y evidente que el arma utilizada fue factor determinante en la muerte de los guardias civiles, y que de no haber tenido la mano homicida tal instrumento, jamás habrían muerto los guardias civiles de forma violenta. Pero pretender además, que el arma utilizada lo fuera sólo con el fin y objetivo de matar a los guardias civiles, para beneficiarse de los presupuestos establecidos para el enjuiciamiento por el tribunal del jurado popular, es absurdo, sería como decir que la navaja asesina que corta el cuello de la víctima, hubiera sido utilizada sólo para ese fin. Si el asesino, previamente, hubiera utilizado la navaja para prepararse un bocadillo, ya no quedaría incluida la navaja como conexa al delito de homicidio/asesinato. Pero es que además tanto el número de delitos como la gravedad de los mismos es enormemente dispar, aquí se enjuician dos delitos de homicidio/asesinato, castigados con pena de 15 años/20 años por delito, en función de si se establece la culpabilidad por homicidio o asesinato, otros dos delitos de atentado a la autoridad, castigables con penas de 4 a 6 años por cada uno, y por fin, el delito de tenencia ilícita de armas castigable con pena de 1 a 3 años. Si uno suma, ve que por los asesinatos más los atentados a la autoridad se piden 52 años, en cambio sólo de 1 a 3 años por la tenencia ilícita de armas. Al ser más los delitos, y también la gravedad de los mismos, recogidos dentro de los supuestos que se consideran necesarios para mi enjuiciamiento por el tribunal del jurado popular, debería de ser juzgado por el tribunal del jurado popular, y si no fuera compatible el delito de tenencia ilícita de armas en el supuesto recogido para la aplicación del juicio por jurado popular, pues este delito debería ser retirado de la acusación y venir a ser enjuiciado por tribunal ordinario, una vez el jurado popular hubiera dictaminado la culpabilidad o inocencia de mi persona, naturalmente, sólo debería de ser enjuiciado en el caso de ser encontrado culpable, porque de ser declarado inocente no debería ser procesado por tal delito. Lo que no se puede hacer es decir que porque un delito pequeño (en comparación con los otros delitos de los que soy acusado) no casa en los supuestos del enjuiciamiento por tribunal de jurado, todos los otros delitos que sí se ajustan a los supuestos de la Ley del tribunal del jurado popular, y que son, repito, de enorme gravedad, tengan que ser hurtados a la decisión imparcial y el conocimiento de un jurado popular. Esto es claramente una interpretación torticera de la Ley, tendente a conseguir, con certeza, una condena hacia mi persona. Y yo pregunto: ¿De qué tienen miedo estos jueces? ¿De que un jurado popular, no controlable orgánicamente, pudiera decidir que soy inocente y que las pruebas que se puedan esgrimir en mi contra no demuestren mi culpabilidad?. Estoy profundamente convencido que este es el motivo y desde aquí quiero alertar a la opinión pública, para que se mantenga vigilante ante la política de hechos consumados que alguien quiere imponer. Soy inocente, y cualquier fabricación de pruebas, menoscabo a mi presunción de inocencia y maquinación para conseguir fraudulentamente mi condena, es un gravísimo delito que podrían estar cometiendo funcionarios del Estado. Reclamo mi derecho constitucional a un juicio justo, con todas las garantías que las leyes preveen. La prevaricación es un delito grave, pues provoca no sólo indefensión, sino que desmoraliza a los ciudadanos, a aquellos ciudadanos que creen en la justicia, en la imparcialidad, en la moralidad, en la altura de principios, además hace indignos a los que practican este grave y reprobable crimen, en cualquier caso, deslegitima a la justicia del Estado español, y la pone a la altura de cualquier dictadura de un país del tercer mundo. En casos así, es donde se pone a prueba también la legitimidad de un Estado que dice ser democrático y de derecho.

Pero no sólo en el aspecto judicial queda deslegitimado el Estado español, también sucede lo propio con la indignidad de sus prisiones. Hablando de las prisiones del Estado español es obligatorio resaltar que en España están infringiendo todas las legislaciones existentes en Europa relativas a los derechos humanos. Hay que decir públicamente que en las prisiones españolas no sólo se tortura física y psíquicamente, sino que en sus instalaciones se encuentran camufladas auténticas celdas para torturar, llegando en algunos casos a disponer de elementos de sonido (altavoces) para no sólo ahogar los lamentos de los prisioneros que están siendo objeto de torturas, sino que incluso y siguiendo las técnicas tristemente conocidas de Guantánamo y Abu-Ghraib, se deja la música conectada durante toda la noche para así conseguir sufrimiento adicional por falta de sueño, en concreto se utilizan instalaciones, teóricamente diseñados para otros fines, para torturar. La inseguridad en los módulos de aislamiento, auténticas cárceles dentro de las cárceles, es absoluta. Las vejaciones, palizas, provocaciones, acoso y “suicidios”, protagonizadas por algunos funcionarios de prisiones ultraderechistas, son una constante en las prisiones del Estado español. Actualmente estoy recluido en la celda número 21 del ala C del módulo de aislamiento de la prisión de Zuera. A modo de ejemplo, y como botón de muestra, tengo que denunciar públicamente que mi celda así como todas las restantes del ala C, celdas 21 a 30, no sólo tienen barrotes en las ventanas sino además un enrejado metálico que deja aberturas de 3 x 3 centímetros y que impide no sólo sacar los brazos por la ventana sino que limita considerablemente el paso de la luz. Estos enrejados metálicos están prohibidos por la Ley General Penitenciaría que, en su día y en diferentes lugares de España, dispusieron su eliminación, pero como quiera que los módulos de aislamiento de las prisiones de España son auténticos “gulags” donde reinan “zares” por encima del bien y el mal, denominados pomposamente sub-directores de seguridad, y que deberían de llamarse por su nombre; administradores de inseguridad. Además en estos lugares reina el silencio cómplice, la iniquidad y la podredumbre. Se hacen muy necesarias las visitas de inspección no sólo de las autoridades del Estado español, sino también las de comisiones de investigación de la Corte Europea de los Derechos del Hombre y de organizaciones no gubernamentales como Amnesty International. Espero y deseo que este escrito a la opinión pública sea leído por la señora Directora General de Instituciones Penitenciarias, tendré sumo gusto en informarla de aspectos terribles de las prisiones del Estado español. No obstante, tengo intención, en el momento más apropiado, de escribirle una carta dossier personal donde ampliaré fehacientemente todo lo que sea menester acerca de las torturas que se cometen en las cárceles españolas. Esta carta será previa a la denuncia ante la Corte Europea de Derechos Humanos de Estrasburgo, donde pretendo denunciar al Estado español. Quiero recordarle a la señora Mercedes Gallizo que la tortura esta absolutamente prohibida en Europa, tanto en su forma física como psíquica, y que es un delito que, no prescribe nunca y que hace absolutamente indigno al Estado que la practica, es obligación de todos desarmar esta estructura de silencios, complicidades, amenazas y coacciones que impiden que salga a la luz pública este cúmulo de aberraciones. Le recomiendo a la señora Mercedes Gallizo que tenga a bien dirigirse a nosotros, los presos F.I.E.S., para obtener información de primera mano, puesto que somos nosotros, principalmente, las víctimas de estos crueles tratos inhumanos y degradantes. Es evidente que si usted se dirige en busca de información a un módulo normal, donde residen presos de confianza de los funcionarios de prisiones, usted recibirá sólo información mediatizada y complaciente.

Es muy conveniente que en las prisiones españolas entre una considerable cantidad de aire fresco que renueve el aire putrefacto que aquí se respira, y que el preso, independientemente del delito cometido, o del delito del que esté acusado, pueda residir en las prisiones de una manera digna, igual, para todos, donde sólo se este privado de libertad, no de derechos constitucionales. Sería deseable señora Gallizo dos cosas: La primera que todos los funcionarios de prisiones llevaran en su uniforme, bien visible, el nombre y apellido o número de identificación, como sucede en las prisiones europeas, y la segunda que prohibiera la exhibición en el uniforme de los funcionarios de prisiones de cualquier tipo de bandera o símbolo que pudiera tener connotación o pertenencia a cualquier ideología política, si hay que portar, bien visible, la bandera de España que sea de uso general para todos los funcionarios de prisiones, pero no como una forma de identificación con ideologías de ultraderecha.

Salud y Anarquía

Jaime Giménez Arbe

Dirección:

Centro Penitenciario de Zaragoza
Carretera Nacional 330, Kilómetro 539
50.008 Zuera
Zaragoza (España)

Escrito en la prisión de Zuera, módulo de aislamiento, ala C, celda 21, en abril de 2008
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.

Comunicado del Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario



A LA COMISION DE MEDIACION

Miguel Ángel Granados Chapa, Enrique González Ruiz, Juan de Dios Hernández Monge, Rosario Ibarra de Piedra, Gilberto López y Rivas, Carlos Montemayor, Samuel Ruiz García.

PRESENTES

La resistencia del gobierno federal a no reconocer que nuestros compañeros desaparecidos forman parte de lo que constituye desaparición forzada y por lo tanto crimen de lesa humanidad y que nada más reconoce que sólo son personas secuestradas para nosotros es verdaderamente inaceptable.

Nuestros compañeros fueron detenidos por fuerzas policíaco-militares del Estado mexicano independientemente de instancia o institución que haya participado, éstos son los autores materiales pero los autores intelectuales es el gobierno federal representado por Felipe Calderón que ha solapado y busca ganar tiempo para seguir haciéndolo con el gobierno de Ulises Ruiz para presentarse los dos en el festival de la Guelaguetza como si nada pasara en el país, cuando no ha dejador de haber represión y así mostrarle al pueblo de Oaxaca que aunque Ulises sea un represor y asesino les dé el mensaje que a pesar de ello lo apoya.

Ni si quiera han llamado a declarar al Teniente de Navío Manuel Moreno Rivas y al Teniente de Fragata José Manuel Vera Salinas que son parte de un grupo paramilitar desde el tiempo de José Murat, los dos pertenecen al CISEN y que no diga Guillermo Valdez que ya no son o que han renunciado, siguen en activo. Este Vera Salinas fue el que asesinó al comisariado ejidal y al médico en San Blas Atempa, Oaxaca, por lo cual una de sus recompensas fue una camioneta del año Explorer tipo Durango y beneficiado con más concesiones para engrandecer sus negocios de la venta de teléfonos celulares. Este sujeto andaba con policías colombianos que hoy también ellos molestan a los luchadores sociales y con anticastristas cubanos venidos de Miami. ¿Ya acaso se investigó quienes son los dueños, quienes los ocupaban u ocupan las casas de seguridad denunciadas en el Proceso Nº 1644 con fecha de cuatro de mayo del año en curso?

Después de la desaparición de nuestros compañeros descaradamente sigue siendo protegido por el gobierno federal y se va como jefe da la policía y tránsito de Cancún, Quintana roo y su esposa se muda al puerto de Veracruz.

No basta tampoco con el retiro del Subsecretario de la Defensa Nacional, General de División Tomás Angeles Daguahare, ni la del General Alfredo Oropeza Garnica de la 28 zona militar con sede en la ciudad de Oaxaca. ¿A caso ya se olvidó que el General Oropeza fue quien personalmente torturó en Guerrero después de la matanza de el Charco a Erika Zamora?, ¿A caso por eso lo jubilaron? No, lo jubilaron por el informe que hace público el periódico Milenio del martes 6 de mayo de este año?

Tampoco han llamado a declarar a la exprocuradora Lizbeth Caña Cadeza confesa de que había jefes policíacos que actuaban de una manera independiente y que no le informaban ¿Quiénes son esos jefes policíacos?

¿Qué hay de los demás involucrados que supuestamente no tenían nada que ver con las hordas bélicas que asesinaron a los manifestantes durante el movimiento magisterio-popular? Porque todos ellos participaron por comisión u omisión y complicidad con la desaparición forzada de nuestros compañeros.

El caso de nuestros compañeros es el primero en ser reconocido por la Unión Europea como un delito de desaparición forzada en México, crimen de lesa humanidad imprescriptible tipificado y definido así por la Comisión Internacional para la Protección de las Personas contra las Desapariciones Forzadas, adoptada por la ONU desde el año de 2006.

Le recordamos por medio de ustedes al gobierno federal que lo que planteamos y lo que decimos siempre lo cumplimos, porque en nosotros existe el honor y el decoro que dudamos exista en el gobierno.

¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!

¡A EXIGIR LA LIBERTAD DE TODOS LOS PRESOS POLITICOS Y DE CONCIENCIA DEL PAIS!

¡POR LA PRESENTACION DE TODOS LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS!

¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!

¡VENCER O MORIR!

¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!

¡RESUELTOS A VENCER!

¡CON LA GUERRA POPULAR!

¡EL EPR TRIUNFARA!

COMITÉ CENTRAL
DEL
PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO.
PDPR

COMANDANCIA GENERAL
DEL
EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
CG-EPR

Año 44

Desde algún lugar de la República Mexicana, a 27 de mayo de 2008.
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.

Comunicado del Partido Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario

AL PUEBLO DE MEXICO
A LOS PUEBLOS DEL MUNDO
A LOS ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS
A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES, POLÍTICAS Y REVOLUCIONARIAS
¡HERMANAS, HERMANOS, CAMARADAS!

Este 25 de Mayo se cumplió un año de la detención-desaparición de nuestros compañeros Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez en la ciudad de Oaxaca; un año de impunidad y de estar esperando pacientemente que este gobierno los presente con vida y en libertad.

Confirmada su detención informamos a los organismos defensores de derechos humanos y ante el pueblo lo hicimos saber a través de los diferentes comunicados que emitieron la comandancia general y los diferentes comités estatales, donde se exigía su inmediata presentación.

En lugar de presentar a nuestros compañeros nuevas desapariciones se ejecutaron, al tiempo que se orquestó una campaña mediática en nuestra contra apuntalando la calumnia de que nuestros compañeros habían sido víctimas de pugnas entre revolucionarios, lo cual es totalmente falso.

No se tomó en cuenta nuestra denuncia, no se tomó en cuenta los desplegados de organizaciones no gubernamentales defensoras de los derechos humanos, de profesionistas, intelectuales, artistas, académicos, investigadores, no se tomó en cuanta una parte de diputados del PRD y amigos de los detenidos-desaparecidos, no se tomó en cuenta nada.

Al existir oídos sordos y la negativa incluso hasta de reconocer la existencia de luchadores sociales desaparecidos por los cuerpos represivos, nos vimos en la necesidad de recurrir a pequeñas acciones de autodefensa como un derecho legitimo ante estos crímenes de lesa humanidad, la impunidad y la brutal represión que se ejerce contra nuestro pueblo.

A nuestro pueblo y sus organizaciones como siempre le informamos que nuestros compañeros no son moneda de cambio, ni mucho menos motivo para claudicar en la lucha por la transformación profunda de la sociedad, tampoco para abandonar la estrategia, táctica y metodología de la lucha revolucionaria.

Dada la gravedad que significa el delito de la desaparición forzada por motivos políticos, no aceptamos la intención del gobierno de Calderón de tratar de imponer la tipificación de secuestro y la privación de la libertad en el caso de nuestros compañeros. La desaparición forzada es un crimen de lesa humanidad imprescriptible, nuestra demanda de presentación con vida de nuestros compañeros incluye también la exigencia del esclarecimiento y justicia para todas las desapariciones forzadas de luchadores sociales, porque este delito de Estado trastoca la convivencia social no solamente en nuestro país, sino en todo el mundo.

A los familiares de nuestros compañeros y de los luchadores sociales que padecen esta infamia, sabemos lo doloroso que significa la ausencia forzada del ser querido, la cual se ha transformado en firmeza y determinación para exigir la presentación con vida no sólo de nuestros compañeros sino de los detenidos-desaparecidos por motivos políticos de nuestro país. Reciban de cada uno de nuestros militantes y combatientes un sincero y fraterno saludo por los esfuerzos que se están haciendo en esta lucha que va más allá de las demandas sectoriales.

A las organizaciones defensoras de los derechos humanos, populares, políticas y personalidades progresistas que se han solidarizado con la exigencia de la presentación con vida de todos los detenidos-desaparecidos, reciban un sincero agradecimiento y reconocimiento por sus invaluables esfuerzos que expresan una alta calidad humana, valor civil y político para denunciar y exigir castigo a los responsables de éstos crímenes de lesa humanidad, porque entendemos que los actuales esfuerzos que se hacen por todos es con el fin de desterrar esta aborrecible práctica de Estado que está cometiendo el gobierno federal de Felipe Calderón y el de Ulises Ruíz en Oaxaca..

De nuestra parte les aseguramos con franqueza que seguiremos haciendo todo lo necesario desde nuestra trinchera de lucha por la presentación con vida de nuestros compañeros y de todos los detenidos-desaparecidos de nuestro país; seguiremos pugnando por la libertad de todos los presos políticos y de conciencia, así mismo consideramos que es necesario cerrar filas de manera unitaria en la defensa de la soberanía nacional luchando contra la privatización de PEMEX.

En las circunstancias en que nos encontramos a partir del 25 de mayo de 2007 no pudimos reunirnos con todos los compañeros de nuestro partido para conmemorar un aniversario más de nuestro partido el 1º de mayo y de nuestro ejército el 18 de mayo, pero sabemos que en cada lugar, en cada rincón del país nuestros militantes y combatientes se esforzaron de una manera heroica para continuar las tareas que el momento nos exigía y hoy todavía con esa capacidad siguen pendientes de los acontecimientos para cualquier emergencia. Un abrazo fraterno a todos.

Hoy estamos de luto y nuestras banderas a media hasta por la muerte del histórico comandante Manuel Marulanda Vélez, comandante de las FARC-EP que seguramente su último aliento lo dio diciendo que ¡la lucha continuará! hasta no ser resueltos todos los problemas que se dan en nuestra hermana República de Colombia, dirigida por un narcoparamilitar, que hoy quiere endosar al Comandante Marulanda Vélez lo que Uribe ha sido siempre por generaciones.

Un saludo fraterno a los combatientes de las FARC-EP. Cree el imperialismo que con las deserciones y traiciones terminará la lucha, no es así, nosotros tenemos la experiencia de las deserciones y calumnias de algunos que se fueron. Claro que no nos puede sorprender si algún día el gobierno también ofrece dólares para que alguno de éstos nos entreguen.

¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!

¡A EXIGIR LA LIBERTAD DE TODOS LOS PRESOS POLITICOS Y DE CONCIENCIA DEL PAIS!

¡POR LA PRESENTACION DE TODOS LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS!

¡POR LA REVOLUCION SOCIALISTA!

¡VENCER O MORIR!

¡POR NUESTROS CAMARADAS PROLETARIOS!

¡RESUELTOS A VENCER!

¡CON LA GUERRA POPULAR!

¡EL EPR TRIUNFARA!

COMITÉ CENTRAL
DEL
PARTIDO DEMOCRÁTICO POPULAR REVOLUCIONARIO
PDPR

COMANDANCIA GENERAL
DEL
EJÉRCITO POPULAR REVOLUCIONARIO
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Año 44

República mexicana a 27 de Mayo de 2008.
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.

Plan México, como el Plan Colombia, es para fortalecer a los militares, no para acabar el narcotráfico

Pedro Echeverría V.
Rebelión

1. El Senado de EEUU aprobó la Iniciativa Mérida (mejor conocida como Plan México) pero condicionándola. Por eso el senador Patrick Leahy afirmó que “es fundamental” que tales medidas sean condicionadas, dada la larga historia de corrupción y violaciones de derechos humanos en las fuerzas armadas y policíacas de México y países centroamericanos. Otorgó 350 millones de dólares a México, como la primera de tres entregas de fondos a esa nación. “Durante años hemos capacitado fuerzas policíacas mexicanas y centroamericanas, y es bien conocido que algunos de ellos han acabado trabajando para los cárteles de la droga. Es del conocimiento común que la corrupción es extensa entre sus instituciones de procuración de justicia, las mismas entidades que estamos a punto de apoyar”. Fuerzas militares y policíacas mexicanas tienen una larga historia de violaciones de derechos humanos –incluidas detenciones arbitrarias, tortura, violaciones sexuales y asesinatos extrajudiciales– por las cuales casi nunca han sido responsabilizadas

2. O sea, EEUU firmó el Plan México de “ayuda militar” conociendo con profundidad la enorme corrupción existente entre el gobierno y el ejército mexicanos; por ese motivo condicionó su puesta en práctica. La realidad es que EEUU le juega (como México) al combate contra el narcotráfico, pero su objetivo principal es el combate contra lo que llama “terrorismo” y toda política radical de oposición. Tanto el gobierno de Bush, como el de Calderón, saben que es imposible acabar con el narcotráfico porque siempre ha representado una gran fuente de ingresos y de riquezas para los mismos gobiernos y empresarios ligados a él. Con el Plan México los EEUU aseguran, supeditan, atan más al gobierno y ejército mexicanos para ser incondicionales a sus políticas. Los asesores militares norteamericanos conocen la enorme importancia que tiene que el ejército, apoyado por el gobierno, esté ocupando decenas de estados de la República y miles de poblados. Esta iniciativa calderoniana, según EEUU, merece todo el apoyo del Plan.

3. ¿No se recuerda acaso que el secretario de Estado Foster Dulles hace medio siglo afirmaba: “los Estados Unidos no tienen amigos sino sólo intereses”? Pues hace algunos años otro alto funcionario (esta vez de la administración de Bush) señaló: “sabemos que en varios países nuestro gobierno apoya a dictadores, pero son nuestros dictadores”. Es decir, para asegurar el dominio del imperio en política se vale de todo. Si EEUU invade países, los bombardea y luego saquea sus riquezas, cualquier dictador es menos asesino que él. Con esos principios ideológicos se ha manejado la política estadounidense: “lo que conviene a los EEUU es lo que conviene al mundo”. El imperio yanqui, que lleva un siglo dominando al mundo, a pesar de que ahora comienza a declinar, no puede perder oportunidad alguna para crear bases militares propias o países totalmente a su servicio. En 1947 clavó a Israel en una gran zona árabe para utilizarlo como base de sus maniobras y en la última década ha usado a Colombia como punta de lanza en América.

4. En Yucatán no olvidaremos la firma de la llamada Iniciativa Mérida porque ese día, martes 13 de marzo de 2007, el ejército, que disfrazado de policía (custodiaba la ciudad porque Bush y Calderón estaban reunidos en la hacienda Temozón Sur firmando ese Plan México de ayuda militar) reprimió y encarceló, con gran brutalidad, a 48 jóvenes y adultos que protestábamos contra su visita. Así que el Plan México, en el momento de su firma, fue ejemplarmente festejado por Calderón con una salvaje represión contra jóvenes trabajadores y estudiantes universitarios. Mérida es la ciudad capital del estado de Yucatán. Cuenta con 900 mil habitantes de los cuales el 70 por ciento vive en la pobreza y la miseria; es una de las ciudades más conservadoras de la República en las que las protestas políticas son escasas y de muy poca participación. Por eso Calderón escogió a esta ciudad, a mil 500 kilómetros de la Ciudad de México, para recibir a Bush.

5. Para combatir el narcotráfico, pero también a la oposición, el Gobierno mexicano tiene como principal herramienta a los militares. El Plan México puede modificar la relación civil-militar, ya que las Fuerzas Armadas deben fortalecerse en equipo, presupuesto, y también en prerrogativas, lo que podría debilitar a la sociedad civil frente al sector militar. El plan de “cooperación” se basa en entregar el primer año 400 millones de dólares, 350 millones a México y 50 millones a Centroamérica. El Plan se propone prevenir el ingreso y tránsito de drogas, armas, personas vinculadas y tránsito de recursos financieros, a través de la región y hacia EEUU. Incluye la dotación de equipo de inspección, unidades caninas de intercepción, tecnologías de comunicación, asesoría técnica y entrenamiento para las instituciones de justicia, programas de protección de testigos, helicópteros y aviones de vigilancia para que haya una reacción rápida en la intercepción.

6. La secretaria de Relaciones, por su parte, declaró que México puso como condición a Estados Unidos que los equipos recibidos sean operados por mexicanos, ya sea del Ejército, de la Marina o la policía; pero reconoció que los mexicanos sí recibirán capacitación en EU. Se identificaron tecnologías de punta, entrenamiento y equipos que en el marco de un programa de cooperación contribuirán a los esfuerzos de México en tres áreas: lucha antinarcóticos, combate al terrorismo y administración de fronteras; seguridad pública y procuración de justicia, y el fortalecimiento institucional y aplicación de la ley. Se enlistó a ocho helicópteros de transporte, equipo logístico, partes y paquete de entrenamiento; 87 scanner de ion manuales para el ejército y la fuerza aérea; y dos aviones de reconocimiento cada uno equipado con el equipo de la guardia costera) para la Armada, así como millones de dólares para modernizar su base de datos y de verificación de información, formas digitalizadas de migración para ser usados en la frontera sur de México.

7. Sin embargo, estudiosos de El Plan Colombia han demostrado que estos planes disfrazados de ayuda son eficaces para el control militar, la inteligencia, la lucha antisubversiva, ciertos golpes espectaculares contra el comercio de la droga, pero no para disminuir el fenómeno global del narcotráfico. El plan sirvió para modernizar las fuerzas militares del país andino, mejorar su movilidad, aumentar en 51% su capacidad de armamento, así como para erradicar casi 800 mil hectáreas de cultivos de drogas a través de fumigaciones y con aviones y pilotos aportados o entrenados por Estados Unidos. Sin embargo, señalan los especialistas, ni la actividad delictiva del narcotráfico ni la oferta y el consumo de la droga en Estados Unidos han disminuido con tal despliegue de recursos y de fuerza. Para los expertos, a pesar de la “guerra frontal” en Colombia y de los amplios operativos directos del ejército en México durante más de 18 meses, el consumo de drogas en Estados Unidos goza de cabal salud.

8. Eso espera el presidente ilegítimo Calderón con el Plan México. Hay que reconocer que sí hay combate contra el narcotráfico pero buscando la espectacularidad y la publicidad; sin embargo la realidad dice otra cosa: encarcelamiento de cientos de humildes indígenas que por desempleo, hambre y miseria se ven obligados a colaborar como asalariados; pero, por otro lado, protección militar y policíaca abierta a los más altos jefes del narcotráfico. Mientras tanto se construye, como en Colombia, la teoría de la unión del narcotráfico con la guerrilla o con las luchas campesinas y ciudadanas de masas como las de Oaxaca, Chiapas, Guerrero o Michoacán. Calderón, los empresarios y la clase política, usando a los medios de información a su servicio, no han dejado de hacer llamados de unidad por el gran interés de la patria o de la nación. Pero ya nadie cree en esos cantos de sirena que sólo buscan fortalecer el aparato militar.
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.

“Las fotos arropan la palabra del Subcomandante Marcos "

Mario Casasús
El Clarín de Chile


La periodista Laura Castellanos y el fotógrafo Ricardo Trabulsi presentarán el 29 de mayo su libro Corte de Caja. Entrevista al Subcomandante Marcos (coedición Búnker y Alterno, 2008) en las instalaciones del Fondo de Cultura Económica de la Colonia Hipódromo Condesa, acompañados de la escritora Guadalupe Loaeza y del intelectual Pablo González Casanova.

La edición diciembre/enero de la revista colombiana Gatopardo publicó el adelanto de una entrevista al Subcomandante Marcos que se anunciaba en tres escenarios: Ciudad de México, Sonora y Chiapas, para un total de 6 horas de audio y las sesiones fotográficas en el DF y dentro de un caracol chiapaneco en La Garrucha.

Tomando en cuenta que Gabriel García Márquez, Juan Gelman, Julio Scherer y Gloria Muñoz Ramírez habían entrevistado al Subcomandante Marcos para Cambio (Colombia), Brecha (Uruguay), Proceso y La Jornada (México) respectivamente, parecía prácticamente imposible superar el trabajo periodístico sobre el portavoz del EZLN escrito por Gabo, Gelman, Scherer o Gloria Muñoz, sin embargo Laura Castellanos sorprendió a propios y extraños con las declaraciones del “Sup” que literalmente le dieron la vuelta a la tierra en www.cortedecaja.org

En exclusiva para El Clarín.cl Laura Castellanos y Ricardo Trabulsi conversan el detrás de cámaras de Corte de Caja (2008) libro en el que ambos invirtieron todo su tiempo y talento –además de recursos económicos- para que los derechos de autor se destinen a los caracoles zapatistas. El fotógrafo Trabulsi inaugura su trabajo como activista político y Laura Castellanos siendo una acreditada especialista en guerrillas, escribirá el segundo tomo de México armado (Ediciones Era, 2007), donde –está por confirmarlo- el Subcomandante Marcos colaborará con la historia no pública del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

MC.- Laura, tanto Gatopardo como El Universal de México publicaron ediciones parciales de tu entrevista, pero tú ¿qué destacarías de las 6 horas de audio con el Sup?

LC.- En particular la situación actual de las comunidades indígenas, sobre todo en el cierre de la estrategia gubernamental de contrainsurgencia; destacaría al personaje Subcomandante Marcos reflexionando sobre lo que se generó después de la decisión de romper con la intelectualidad de izquierda institucional, rescataría su recapitulación sobre la historia del movimiento zapatista y también una reflexión sobre sí mismo, sobre su protagonismo y la visión que tiene de sí mismo como jefe militar; llama la atención sus declaraciones sobre los personajes protagonistas de Latinoamérica y sobre algunas organizaciones guerrilleras como el Ejército Popular Revolucionario (EPR).

MC.- Ricardo, ¿por qué le habías solicitado una sesión fotográfica a Marcos bajo el seudónimo de Gildardo Magaña?

RT.- Gildardo Magaña se inscribe a la lucha zapatista de1910, de hecho él entró a las filas de Emiliano Zapata en 1914, pero Gildardo nunca abraza las armas, cuando yo leo la biografía de este personaje de pronto me identifico con un zapatista que trabaja para el zapatismo desde el cuartel general, pero insisto nunca tomó las armas; de hecho él es quien una vez muerto Emiliano Zapata se ocupa de llevar todas las reivindicaciones zapatistas a la Constitución de 1917. Me encantó la idea de un personaje civil pacifista que está dentro del movimiento zapatista.

MC.- ¿En verdad no tuviste respuesta del Subcomandante Marcos durante los 4 años que le solicitaste la sesión fotográfica?

RT.- Yo respeto la decisión tanto de Marcos, como del movimiento, porque ellos calculan a quién le dan entrevista y qué alcance tendrá; en mi caso me acerqué a título personal como retratista, de hecho Marcos sí me respondió una vez, me dijo: ‘no tengo tiempo, ven a La Otra Campaña y ahí me tomas todas las fotos que quieras’ pero eso no era la lógica de un retrato, el personaje tiene que estar conciente de que será fotografiado, posar frente a la cámara, de otra manera es una fotografía robada. Esta sesión de fotos se da coyunturalmente, Marcos no sabe que yo seré el fotógrafo, me hablan de Gatopardo y ni creo que yo haré el retrato, hasta que estoy enfrente de él.

MC.- Laura ¿además del guerrillero en el retrato se mira a un Marcos profeta que dice: “El EPR dará mucho de qué hablar”? –la entrevista fue en noviembre de 2007 y ahora uno de los temas de la agenda nacional es la intención de dialogo del EPR- ¿viste al juglar con el bagaje del Viejo Antonio? o ¿al escritor con su invención de Don Durito de la Selva Lacandona?

LC.- Leerás a un Marcos visionario, que tiene muy clara la realidad y el futuro del país con respecto a determinados escenarios: la reforma energética, el posible aumento de la acción represiva del gobierno y con el EPR su lectura fue acertada; pienso que Marcos ha tenido el don de visualizar el porvenir; particularmente desde que el movimiento zapatista recorre el país, Marcos amplia el panorama de su realidad, dando cabida a la autocrítica. A la izquierda partidista e institucional le ha faltado autocrítica y la voz de Marcos es una lección en un momento crucial de la historia de México.

MC.- Ricardo leí que Marcos te habló del trabajo de Ernesto Che Guevara como fotógrafo en México ¿hay en ti –tal vez sin saberlo- un paso igual que Alberto Díaz “Korda”? ¿del mundo de la moda transitarás a integrar la memoria gráfica del EZLN?

RT.- Yo he viajado a Chiapas desde 1998, para fotografiar a las comunidades zapatistas, lo que hace el retrato al Subcomandante Marcos es inaugurar públicamente mi labor como retratista –yo soy conocido por la fotografía de modas y espectáculos- y como periodista tengo el derecho de abordar todos los temas que se pongan enfrente, el hecho de que yo fotografiara en el pasado gente de la farándula no me limita, ni me quita el derecho de fotografiar a otras personas, finalmente si te pones a revisar el trabajo de los fotógrafos mexicanos desde hace 150 años, verás que Casasola fotografiaba a las clases altas, así como a los revolucionarios. Definitivamente es un paso cualitativo ¿sabes? dejo una parte de la cultura de mi país –la fotografía de modas- y comienzo a retratar a personalidades de otras disciplinas: artistas y escritores. Yo pensaría que la tendencia de mi trabajo va hacia allá.

MC.- Laura, si bien en tu libro hay ciertos comentarios y sensaciones ¿cómo viviste el reencuentro con las comunidades zapatistas de Chiapas? ¿qué hay detrás de cámaras?

LC.- Fue un viaje intenso, lo viví de manera especial como un recuentro, tenía muchos años de no ir a las comunidades indígenas chiapanecas y regresé muy conmovida al darme cuenta los avances en la calidad de vida de las comunidades y que desafortunadamente por no tener una presencia mediática importante, pareciera que no existen, porque no son visible. Así que darse cuenta y atestiguar como –y a pesar de todo- han ido avanzado, en la equidad de género y una mayor presencia de los jóvenes en las instancias de las juntas de buen gobierno zapatistas y en las labores de la comunidad.

MC.- Ricardo, mencionabas al fotógrafo Gustavo Casasola, existen otros referentes en México ¿qué representan Manuel Álvarez Bravo, Juan Rulfo, Héctor García, Tina Modotti, Alejandro Stuart y Rodrigo Moya en tu vocación fotográfica?

RT.- Aprendizaje, yo he revisado a todos estos fotógrafos, de alguna manera son los antecedentes, los que vienen heredando la tradición de la fotografía Latinoamericana y que yo retomo; un fotógrafo cuando está enfrente de un modelo toma decisiones estéticas, morales y de contenido, cuando le pregunto al Subcomandante Marcos si se puede subir al caballo es porque sé que hay una tradición en la fotografía de héroes a caballo, la relación del libertador con el caballo es estereotípica; entonces lo que proyecta la foto de Marcos a caballo son todos los antecedentes de fotógrafos que estudié, en lugar de ponerme como creativo artístico radical, asumo la tradición de los libertadores a caballo.

MC.- Laura ¿cómo se integró el trabajo fotográfico de Ricardo contigo?

LC.- Desde el principio ambos trabajos se acompañaron, en especial en Chiapas, los dos estábamos en la misma frecuencia, al principio sólo trabajábamos un reportaje para una revista, cuando nos planteamos la idea de hacer un libro, sabía que era una entrevista muy larga y narrativamente tenía problemas para sostener el interés del lector, además necesitaba reencontrarme con las imágenes para recuperar recuerdos, pues ya habían pasado dos meses de la entrevista en Chiapas y mientras transcurría el tiempo se hacían más vagos. Aunque puedes ver las fotos y la entrevista de manera separada, van amalgamadas, en la narración se detallan las fotos y en viceversa. Las fotos arropan la palabra del Subcomandante Marcos.

MC.- Hablamos de la parte creativa de ambos, ahora me interesa la edición en forma del libro ¿cómo implican la búsqueda de una editorial que estuviera dispuesta a donar los derechos de autor a los caracoles zapatistas?

RT.- Nos pasó que el reportaje en el que se despliega la entrevista se quedó corto en relación al contenido, veíamos que habían muchas cosas por decir. Se sumó la voluntad de los dos y la impresión que nos causó ver a Marcos en un estado de reflexión, así nació la inquietud de que la entrevista no se perdiera en el reportaje, ahí comenzamos a hablar sobre la posibilidad de publicarlo –aunque fuera en un esténcil- y buscar hasta donde llegaran nuestros recursos. Con el sello Endira encontramos a un editor joven, que sabe de libros, a pesar de que no tiene una distribución masiva; nosotros participamos coeditando, aportando dinero para que se imprimiera lo más pronto posible, forzamos para que el libro saliera antes y eso nos pone en una situación privilegiada para ver qué hacíamos con las ganancias del libro. Las regalías vamos a dedicarlas completamente a los caracoles zapatistas.

MC.- Laura, 6 horas de audio para la entrevista se dicen fácil, pero es muchísimo tiempo, aún así ¿te quedaste con preguntas pendientes?

LC.- Sí, Mario tú sabes que cuando haces una entrevista llevas apuntes, en algunas hay oportunidad de tomar notas, hay entrevistas que haces de manera fugaz, yo quería establecer un contacto muy cercano con Marcos, dejé correr la grabadora, para mí era importante no perder el contacto visual con él, yo sentía que era la manera en que podía adentrarme más, llega un momento –tú sabes como entrevistador- que por los gestos y actitudes se acerca el fin, o cuándo debes hacer la pregunta “dura” y así fluyó la entrevista, hasta que percibí un cansancio; Marcos dijo: “pregunta lo que quieras” yo estaba contenta y feliz de seguir hablando, de pronto la entrevista fue zigzagueante y cuando se me ocurría algo aprovechaba su actitud de apertura. Quedaron cosas pendientes que quiero preguntarle en una segunda oportunidad, sobre algunos personajes latinoamericanos y decisiones del EZLN en el pasado.

MC.- Ricardo un par de dudas antes de irnos ¿conocías el libro México Armado? ¿habías estudiado a los movimientos guerrilleros de México?

RT.- No, yo me enteré de la existencia de la guerrilla a partir del movimiento del EZLN, fue un nacimiento, comencé a leer el periódico, antes no tenía el hábito de informarme de lo que pasaba en mi propio país. Hasta 1994 es que hago conciencia, leyendo La Jornada, a Eduardo Galeano, fui formando mi acerbo de cultura político. No conocía el libro de Laura…

LC.- Es que México Armado (2007) me lo entregaron de la imprenta de Ediciones Era justo antes de salir a Chiapas, el primer ejemplar lo leyó el Subcomandante Marcos y de él salió la idea para trabajar el segundo tomo.

MC.- Laura entenderás que la pregunta obligada –independientemente de lo conversado Off the record sobre la participación de Jorge Lofredo del Cedema.org y Alejandro Jiménez de ElUniversal.com.mx- ¿tardarás otros 10 años en terminar el segundo tomo de México Armado?

LC.- Si en mi primer libro -México Armado (Era, 2007)- me tardé 10 años y en Corte de Caja (2008) dos meses ¿sacamos un promedio? (risas) ¿voy mejorando? o ¿no? Tardará muchísimo menos tiempo, ya estamos trabajando, a partir de este reportaje me reencuentro con el zapatismo que será lo que yo abordaré.

MC.- Finalmente, Ricardo ¿montarás alguna exposición sobre los retratos que vienes fotografiando desde 1998 en Chiapas? ¿editarás un catálogo?

RT.- El trabajo del que vivo es el comercial, lo adyacente en mi caso es lo importante, no sé qué haré con él. Yo entiendo la fotografía como un arma política e ideológica, la fotografía funciona a través de signos, me interesa saber cómo hacer para que la fotografía se acerque al activismo, para despertar la conciencia a otras personas -a través de la imagen- de una realidad ajena. En lugar de hacer un libro o una exposición –que se inscribe dentro de la práctica artística- me parece que haré algo relacionado al arte público y al activismo político: panfletos y afiches, para difundir la causa del zapatismo.

http://www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=11723&Itemid=2897
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.

¿Globalizadores, neoconservadores o...? El mundo después de Bush

Mark Engler
Tom Dispatch

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


Faltan sólo ocho meses hasta que se vayan George W. Bush y Dick Cheney – aunque considerando el elenco, podría parecer como si fuera a tardar toda una vida. No obstante, es un momento razonable para comenzar a ver en retrospectiva los últimos años – y también hacia adelante, a la era post-Bush. ¡De qué cráter vamos a tratar de salir cuando llegue la hora!

Mi último artículo, “Bienvenidos a la era de la inseguridad interior,” pretendía marcar el comienzo de lo que será, durante los meses por venir, una serie de artículos en Tomdispatch sobre el legado de Bush. Así que por inaugurada la serie por el analista de Foreign Policy in Focus, Mark Engler, quien acaba de escribir un nuevo libro que no podría ser más relevante al momento de transición que se nos viene encima: “How to Rule the World: The Coming Battle Over the Global Economy” [Cómo dominar el mundo: La batalla venidero por la economía global].

La pregunta cuya respuesta intriga a Engler es: Si la “globalización imperial” al estilo de Bush es rechazada en enero, a dónde tratarán de volverse las elites gobernantes de EE.UU. - ¿una globalización económica al estilo de Clinton? Ciertamente, como señala Engler, muchos en las comunidades empresarial y financiera se unen ahora a los demócratas. Después de todo, mientras John Edwards acaparaba los titulares durante esta semana por lanzar su apoyo hacia Barack Obama, ese candidato presidencial también recibió luz verde de tres antiguos presidentes de la Comisión de Valores y Cambios (SEC) –William Donaldson, David Ruder, y una persona designada por Clinton, Arthur Levitt Jr. La campaña publicó rápidamente “una declaración conjunta de los antiguos jefes de la SEC, así como del ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker, que elogiaban el liderazgo de Obama y su juicio en temas económicos.”
EE.UU., sin embargo, es una criatura muy diferente de lo que fue en los años confiados en los que esos hombres estaban en la cresta de la ola. Ahora, el mundo mira las cosas de un modo muy diferente. Engler lo explicará... Tom

¿Globalizadores, neoconservadores o...?

El mundo después de Bush

Mark Engler



Imaginaos el 20 de enero de 2009, el día en el que George W. Bush tendrá que desocupar el Despacho Oval.

No cuesta mucho imaginar una fiesta para celebrar esa excelente ocasión, con manifestantes contra la guerra, libertarios civiles, líderes comunitarios, ecologistas, propugnadores de la atención sanitaria, y sindicalistas chocando las copas para brindar por el fin de una era deplorable. Incluso estadounidenses que normalmente no se sienten inclinados hacia la vida política podrían ser tentados a sumarse a las festividades, llevando sus propias botellas de vino espumante a la fiesta. En vista de que las tasas de aprobación del trabajo presidencial han pasado pocas veces de un 40% en dos años y ahora se mantienen obstinadamente cerca de, o por debajo de, un 30% - niveles históricamente bajos – no sería sorprendente si fuera una gran celebración.

Más sorprendente, sin embargo, pudiera ser la cantidad de personas en la multitud que beberían marcas de champaña más distinguidas. En medio de la gala populista, podría suceder que se vería a personajes de altas posiciones en el mundo corporativo, individuos que otrora habrían esperado con ansias el reino de un presidente con una maestría en administración de negocios, pero que ahora creen que la baladronada neoconservadora no es una manera de dirigir un imperio.

Uno de los aspectos más curiosos de los años de Bush es que el autoproclamado “unificador” polarizó no sólo a la sociedad de EE.UU., sino también a sus elites de negocios y políticas. Son los tipos que se reúnen todos los años en el ultra-exclusivo Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, y hacen que sus asesores intercambien tarjetas de visita en su nombre. Sin embargo, a pesar de su compadraje ocasional, esos pocos poderosos están ahora en desacuerdo sobre como el poder estadounidense debiera conformarse en la era post-Bush y cada vez más abandonan el barco cuando se trata del camino que los republicanos han elegido para avanzar en estos últimos años. Ahora están empeñados en un debate sobre como gobernar el mundo.

No hay que pensar en esto como un cierto complot conspirativo, sino como un debate con mucho sentido común sobre qué políticas representan los mejores intereses de los que contratan a falanges de cabilderos en Washington y llenan los cofres de las campañas presidenciales y parlamentarias. Muchos dirigentes del mundo de los negocios tienen cálidos recuerdos de los años de “libre comercio” del gobierno de Clinton, cuando los salarios de los presidentes de empresas subieron vertiginosamente y emergió la influencia global de las corporaciones multinacionales. Rechazando el unilateralismo neoconservador, quieren ver un enfoque renovado en el “poder blando” estadounidense y sus instrumentos de control económico, como ser el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI), y la Organización Mundial de Comercio (OMC) – las instituciones multinacionales que formaron lo que era conocido en los círculos políticos internacionales como “el Consenso de Washington.” Esos globalistas corporativos están haciendo un intento para controlar la dirección de la política económica bajo un nuevo gobierno demócrata.

Cabe poca duda de que la mayoría de la gente del planeta – los que sufrieron tanto bajo la globalización corporativa de los años de Clinton y la globalización imperial de George W. Bush – merece algo mejor. Sin embargo, no es tan seguro que los propugnadores de la justicia social que quieren propiciar un enfoque más democrático de los asuntos del mundo y del bienestar económico global puedan influenciar a un nuevo gobierno. Por otra parte, el daño infligido por ocho años de gobierno neoconservador y los desafíos de una escena geopolítica cada vez más desalentadora presentan un enigma a los globalizadores corporativos: ¿Es siquiera posible volver a un estado de cosas como existía anteriormente?

La revuelta de los corporativistas

Durante todo su período de gobierno, a pesar de la excesiva evidencia de su fracaso, George Bush y Dick Cheney han mantenido una jovial seguridad en sí mismos, sobre su capacidad de impulsar exitosamente los intereses de EE.UU., "... o al menos los intereses de los donantes capaces de contribuir más de 100.000 dólares por cabeza." A veces, sin embargo, el público es notificado de que los fieles ciertamente se apuran por abandonar el barco zozobrante del gobierno. En octubre de 2007, por ejemplo, en un artículo de primera plano intitulado “El GOP [‘estupendo gran partido’ – los republicanos] pierde el control sobre el voto empresarial fundamental,” informó el Wall Street Journal diciendo que el partido podría estar enfrentando una crisis de marca ya que “algunos dirigentes de los negocios están distanciándose del partido por la guerra en Iraq, la creciente deuda federal y una agenda social conservadora que no comparten.”

Cuando se trata de reacciones corporativas a la Guerra Global contra el Terror del presidente, oímos hablar sobre todo de gente como Halliburton y Blackwater – compañías directamente implicadas en la invasión y ocupación de Iraq, con la mentalidad de saqueadores. Tales firmas han hecho lo posible por lograr beneficios rápidos de la maquinaria militar. Sin embargo, siempre hubo una facción de republicanos realistas, orientados hacia los negocios, que se opusieron a la invasión desde el comienzo, en parte porque creían que tendría un impacto negativo sobre la economía de EE.UU. A medida que la aventura del gobierno en Iraq ha descendido hasta la ciénaga, las filas de los que se quejan en las corporaciones sólo han crecido.

La elite del “libre comercio” se ha alterado sobre todo por el enfoque del gobierno en el nacionalismo que lo hace todo por cuenta propia y su desdén por los medios multilaterales de asegurar influencia. Este enfoque beligerante de los asuntos exteriores, creen, ha frustrado el avance de la globalización corporativa. En un artículo de abril de 2006 en el Washington Post, el animador globalista Sebastian Mallaby culpó al gobierno de Bush por “el motivo de que la globalización se ha atascado”. La Casa Blanca, acusó Mallaby, no estuvo dispuesta a invertir ningún capital político en el FMI, el Banco Mundial, o la OMC. Escribió:

“Hace quince años, existían esperanzas de que el fin de las divisiones de la Guerra Fría permitiría que las instituciones internacionales adquirieran una nueva cohesión. Pero las grandes potencias de la actualidad simplemente no están interesadas en crear un sistema multilateral resistente... EE.UU. sigue siendo el único mariscal de campo para el sistema multilateral. Pero el gobierno de Bush ha enajenado a demasiados jugadores para dirigir efectivamente al equipo. Su estridente política exterior comenzó como una reacción comprensible ante la indolencia de otras potencias. Pero el unilateralismo ha sido un trágico tiro por la culata, destruyendo toda endeble posibilidad de que pudiera haber habido una alternativa multilateral factible.”

Frustrados por los fracasos de Bush, hay muchos en la elite de los negocios que quieren volver al imperio más blando de la globalización corporativa y, miran cada vez más hacia los demócratas para que conduzcan cuidadosamente ese retorno. Como medida de esto – el equivalente capitalista de votar con sus pies – el analista político Kevin Phillips señala en su nuevo libro “Bad Money,” que, en 2007, “las contribuciones de empleados de fondos de alto riesgo al Comité Demócrata Electoral del Senado sobrepasaron las de su rival republicano en una proporción de casi nueve a uno.”

Esta revuelta silenciosa de los corporativistas ya está causando interesantes reverberaciones en la campaña electoral. La base del Partido Demócrata ha rechazado claramente la versión de “libre mercado” de la economía basada en el efecto de filtración hacia abajo, que ha hecho mucho más por ayudar a esos gerentes de hedge-funds y ejecutivos en sus jets empresariales, que ninguna persona colocada más abajo en la escala económica. Como resultado, tanto Barack Obama como Hillary Clinton se presentan como oponentes al Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA) y de un más reciente acuerdo bilateral de comercio con Colombia, un país en el que la organización de un sindicato o la propugnación verbal de derechos humanos puede costarte fácilmente la vida. El tenor de la actual campaña representa un cambio significativo respecto a los años noventa, cuando los principales demócratas trataban constantemente de establecer su bondad corporativa y de “triangular” su camino hacia la política económica conservadora.

A pesar de todo, ambos candidatos están rodeados de asesores amigos de los negocios cuyos puntos de vista se ajustan bastante bien dentro de un paradigma más antiguo de globalización corporativa, anterior al gobierno de Bush. La tensión entre los activistas anti-NAFTA en la base del Partido y aquellos en las salas de operación de la campaña ha resultado en algunos planchazos embarazosos durante la contienda de las primarias.

Para Hillary Clinton, la más notable involucró a uno de sus principales estrategas, Mark Penn, un individuo con un historial prolongado y corrupto en la defensa de abusos corporativos como cabildero en Washington. Resultó que la firma consultora de Penn recibió 300.000 dólares en 2007 para apoyar el acuerdo de “libre comercio” con Colombia. Incluso mientras Clinton proclamaba su sincera oposición al acuerdo y destacaba la “historia de represión y de asesinatos selectivos de organizadores sindicales” en el país, un participante clave en su campaña planeaba la estrategia con responsables del gobierno colombiano a fin de que el pacto fuera aprobado.

La campaña de Obama se vio ante una molestia similar en febrero. Mientras el candidato se presentaba a la primaria de Ohio como oponente al NAFTA, calificando a ese acuerdo comercial de “error” que ha dañado a la gente trabajadora, su máximo asesor de política económica, el profesor de la Universidad de Chicago, Austan Goolsbee, se reunía con responsables del gobierno canadiense para explicar, como informó un memorando de los canadienses, que las denuncias de Obama eran sólo “posicionamiento político.” Goolsbee afirmó rápidamente que su posición había sido mal interpretada, pero naturalmente el incidente provocó preguntas. ¿Por qué, por ejemplo, había Goolsbee, máximo economista del Consejo de Liderazgo Demócrata, la principal organización de la derecha del partido amiga de las corporaciones, y una persona elogiada como “una valiosa fuente de asesoría en libre comercio durante casi una década,” ha sido colocado para conformar las posiciones económicas de Obama, para comenzar?

Si la presión de la base del partido disminuye después de las elecciones, no sería demasiado sorprendente si se viera que un candidato victorioso volviera al modelo corporativo de Bill Clinton sobre cómo dominar el mundo. Sin embargo, sería más fácil soñar que realizar un retorno a un estilo de política internacional anterior a Bush.

La paradoja neoconservadora

Para desazón de la elite del “libre comercio”, las ideas fundamentalistas de mercado que han dominado el pensamiento internacional de desarrollo durante por lo menos los últimos 25 años están ahora bajo ataque en todo el globo. Es en gran parte por las prescripciones económicas de desregulación, privatización, apertura de mercados, y recortes de los servicios sociales hechas (e impuestas) tan a menudo por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que han resultado ser catastróficas.

En 2003, el Informe de Desarrollo Humano de Naciones Unidas (UNHDP) explicó que 54 países que ya eran pobres, en realidad se empobrecieron aún más durante la era de “libre comercio” de los años noventa. El Guardian británico resumió bien la esencia de ese informe:

“Discrepando de los que han argumentado que las políticas de ‘amor duro’ de las últimas dos décadas han engendrado el crecimiento de una nueva clase media global, el informe dice que el mundo se ha dividido aún más entre los súper-ricos y los desesperadamente pobres. El 1% más rico de la población del mundo (unos 60 millones) recibe ahora tantos ingresos como el 57% más pobres, mientras que el ingreso de los 25 millones de estadounidenses más ricos es el equivalente de casi 2.000 millones de la gente más pobre del mundo.”

Resultados semejantes llevaron al administrador del UNDP Mark Malloch Brown, a llamar en una declaración sorprendentemente directa a un “ataque de guerrilla contra el Consenso de Washington.”

De hecho, un ataque semejante ya está bien encaminado en 2008 – y Washington está una situación mucho más débil desde el punto de vista económico para encararlo. Los países asolados por la crisis financiera asiática de 1997-98, por ejemplo, están acumulando ahora inmensas reservas de divisas extranjeras para no tener nunca más que llegar mendigando al Fondo Monetario Internacional (y al hacerlo sufrir las imposiciones de Washington) en tiempos de crisis. Además, virtualmente toda Latinoamérica se rebela. Más de 500 millones de personas residen en esa región, y más de dos tercios viven ahora bajo gobiernos elegidos desde el año 2000 con mandatos de romper con la economía de “libre mercado,” declarar independencia de Washington, y seguir políticas que realmente beneficien a los pobres.

A fines de abril, el economista Mark Weisbrot señaló que, con tantos países que se liberan de su dominio, el FMI, que otrora dictaba la política económica a gobiernos en dificultades en todo el mundo, no es ahora más que una sombra de lo que fuera en otros tiempos. En los últimos cuatro años, su cartera de préstamos ha caído de 105.000 millones de dólares a menos de 10.000 millones, la mayor parte para sólo dos países: Turquía y Pakistán. Esto deja al Tesoro de EE.UU., que utilizaba a ese organismo para controlar economías extranjeras, con mucho menos poder que en las décadas pasadas. “La pérdida de influencia del FMI,” escribe Weisbrot, “es probablemente el cambio más importante en el sistema financiero internacional en más de medio siglo.”

Es una ironía histórica que los neoconservadores del gobierno de Bush, entusiasmados por el poder militar de EE.UU., ardientes por lanzar sus guerras en Asia Central y Oriente Próximo, y que esquivan a las instituciones multinacionales, hayan ayudado en realidad a fomentar una situación global en la que la influencia de EE.UU. decrece y los países buscan cada vez más caminos independientes. En 2005, el periodista británico George Monbiot lo apodó “la paradoja ignorada en el pensamiento neoconservador.”

Escribió:

“Quieren debilitar el antiguo orden multilateral y reemplazarlo por uno nuevo estadounidense. Lo que no comprenden es que el sistema ‘multilateral’ es en realidad una proyección del unilateralismo de EE.UU., embalado de modo astuto para otorgar a otras naciones sólo suficiente holgura para impedir que lo combatan. Como sus oponentes, los neoconservadores no comprenden lo bien que [los presidentes] Roosevelt y Truman cosieron el orden internacional. Tratan de reemplazar un sistema hegemónico que es perdurable y efectivo por otro que no ha sido probado y que es inestable porque otras naciones deben combatirlo.”

Maltratado por guerras perdidas y la crisis económica, EE.UU. es ahora una superpotencia que va visiblemente cuesta abajo. Y, sin embargo, no existe garantía alguna de que la era venidera produzca un cambio positivo. En un mundo en el que el valor del dólar se derrumba, el petróleo se hace cada vez más escaso en relación con la demanda, y Estados extranjeros aparecen como rivales del poder estadounidense, es posible que ya no exista la posibilidad de seguir con el estilo de unilateralismo de Bush/Cheney o de volver exitosamente al corporativismo multilateral “perdurable y efectivo” de los años noventa. Pero el fracaso de estas opciones indudablemente no tendrá que ver con que no se haya tratado. Incluso con la globalización corporativa en decadencia, los negocios internacionales tratarán de consolidar o expandir su poder. E incluso con un modelo desacreditado de globalización imperial, las fuerzas armadas sobre-extendidas de EE.UU. pueden todavía tratar de aferrarse mediante la violencia.

El verdadero legado del gobierno de Bush puede ser que nos deje en un mundo que está al mismo tiempo mucho más abierto al cambio y que también es mucho más peligroso. Perspectivas semejantes difícilmente desalentarán la tan ansiada celebración en enero. Pero sugieren que una nueva era de batallas de globalización – luchas por edificar un orden mundial que no esté basado ni en la influencia corporativo, ni en el poder imperial – solo acaba de comenzar.

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Mark Engler, analista de Foreign Policy In Focus, es el autor del libro de próxima aparición Cómo dominar al mundo: la batalla que se acerca por la economía global (Nation Books, abril de 2008).

Se le puede contactar por medio del sitio web http://www.DemocracyUprising.com.

Copyright 2008 Mark Engler

http://www.tomdispatch.com/post/174933/mark_engler_how_to_rule_the_world_after_bush
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.

Homenaje a Manuel Marulanda

James Petras - La Haine

Vivimos en una época en la que apoyar a los movimientos campesinos de liberación nacional no está “de moda”; en la que reconocer el genio de líderes campesinos revolucionarios que construyen la auténtica masa de los ejércitos populares es tabú en los pretenciosos e impotentes Foros Sociales Mundiales

Antonio Marín Marín, más conocido como Manuel Marulanda Vélez y “Tirofijo”, era el líder máximo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Fue, sin duda alguna, el campesino revolucionario más grande de la historia del continente americano.

Durante sesenta años organizó movimientos campesinos y comunidades rurales y, cuando todas las vías democráticas legales se le cerraron de forma brutal, creó el ejército guerrillero más poderoso de América Latina y las milicias clandestinas que lo sustentaban. En su época de mayor apogeo, entre 1999 y 2005, las FARC contaban con casi 20.000 combatientes, varios cientos de miles de campesinos activistas y cientos de unidades de milicias comunales y urbanas. Incluso hoy, a pesar del desplazamiento forzoso de tres millones de campesinos como resultado de las políticas de tierra quemada y las masacres del gobierno, las FARC tienen entre 10.000 y 15.000 guerrilleros en sus numerosos frentes distribuidos por todo el país.

Lo que hace tan importantes los logros de Marulanda son sus habilidades organizativas, su agudeza estratégica y sus intransigentes posiciones programáticas, basadas en el apoyo a las exigencias populares. Más que cualquier otro líder guerrillero, Marulanda, tenía una compenetración sin par con los pobres de las zonas campesinas, los sin tierra, los cultivadores indigentes y los refugiados rurales durante tres generaciones.

Tras empezar en 1964 con dos docenas de campesinos que habían huido de pueblos devastados por una ofensiva militar dirigida por USA, Marulanda construyó metódicamente un ejército guerrillero revolucionario sin contribuciones económicas o materiales extranjeras. Más que cualquier otro líder guerrillero, Marulanda fue un gran maestro político rural. Las extraordinarias dotes organizativas de Marulanda se fueron refinando a través de su íntima vinculación con el campesinado. Como había crecido en una familia de campesinos pobres, vivió entre ellos cultivando y organizándolos: hablaba su mismo lenguaje, se ocupaba de sus necesidades diarias más básicas y de sus esperanzas de futuro. De manera conceptual, pero también a través de la experiencia cotidiana, Marulanda realizó una serie de operaciones políticas y militares estratégicas basadas en su brillante conocimiento del terreno geográfico y humano. Desde 1964 hasta su muerte, Marulanda derrotó o eludió al menos siete importantes ofensivas militares financiadas con más de siete mil millones de dólares de ayuda militar usamericana, que incluía miles de “boinas verdes”, cuerpos especiales, mercenarios, más de 250.000 militares colombianos y 35.000 paramilitares integrados en escuadrones de la muerte.

A diferencia de Cuba o Nicarangua, Marulanda construyó una base masiva organizada y entrenó una dirigencia en gran parte rural; declaró abiertamente su programa socialista y nunca recibió apoyo político o material de los denominados “capitalistas progresistas”. A diferencia de los corruptos y codiciosos gánsteres de Batista y Somoza, que saqueaban y se retiraban bajo presión, el ejército de Colombia era un formidable aparato represor, altamente entrenado y disciplinado, reforzado además por homicidas escuadrones de la muerte. A diferencia de otros muchos famosos guerrilleros “de afiche”, Marulanda fue un auténtico desconocido entre los elegantes editores izquierdistas de Londres, los nostálgicos sesentaiochistas parisinos y los socialistas eruditos de Nueva York. Marulanda pasó su tiempo exclusivamente en la “Colombia profunda”; prefería conversar y enseñar a los campesinos y enterarse de sus quejas a conceder entrevistas a periodistas occidentales ávidos de aventura. En lugar de escribir manifiestos grandilocuentes y adoptar poses fotogénicas prefería la pedagogía popular de los desheredados, estable y poco romántica pero sumamente eficaz. Marulanda viajó desde valles prácticamente inaccesibles a cordilleras, desde selvas a llanuras, siempre organizando, luchando... reclutando y entrenando a nuevos líderes. Evitó presentarse en los “foros de debate del mundo” o seguir la ruta de los turistas izquierdistas internacionales. Nunca visitó una capital extranjera y cuentan que jamás puso los pies en Bogotá, la capital de la nación. Pero tenía un amplio y profundo conocimiento de las exigencias de los afrocolombianos costeños; de los indiocolombianos de las montañas y la selva; de las ansias de tierra de millones de campesinos desplazados; de los nombres y direcciones de los terratenientes maltratadores que brutalizaban y violaban a los campesinos y a sus familiares.

Durante las décadas de los sesenta, los setenta y los ochenta, numerosos movimientos guerrilleros se levantaron en armas, lucharon con mayor o menor capacidad y, luego, desaparecieron asesinados, derrotados (algunos incluso se convirtieron en colaboradores) o se integraron en los partos y repartos electorales. Poco numerosos, luchaban en nombre de inexistentes “ejércitos populares”; la mayoría eran intelectuales, más familiarizados con los discursos europeos que con la microhistoria, la cultura popular y las leyendas de los pueblos a los que trataban de organizar. Fueron aislados, rodeados y arrasados; dejaron quizá una herencia bien publicitada de sacrificio ejemplar, pero no cambiaron nada sobre el terreno.

Por el contrario, Marulanda encajó los mejores golpes de los presidentes contrainsurgentes de Washington y Bogotá y se los devolvió al cien por cien. Por cada pueblo arrasado, Marulanda reclutó a docenas de campesinos luchadores, enfurecidos y desamparados, y los entrenó con suma paciencia para que fuesen cuadros y comandantes. Más que cualquier ejército guerrillero, las FARC llegaron a ser un ejército de todo el pueblo: un tercio de los comandantes eran mujeres, más del setenta por ciento eran campesinos, si bien se les asociaron intelectuales y profesionales, que fueron entrenados por cuadros del movimiento. Marulanda fue un hombre venerado por su estilo de vida excepcionalmente sencillo: compartió la lluvia torrencial bajo cubiertas de plástico. Millones de campesinos lo respetaban profundamente, pero nunca practicó el culto a la personalidad: era demasiado irreverente y modesto, prefería delegar las tareas importantes a una dirigencia colectiva, con mucha autonomía regional y flexibilidad táctica. Aceptó un amplio abanico de opiniones sobre tácticas, incluso si discrepaba profundamente de ellas. A principios de los ochenta, muchos cuadros y líderes decidieron probar la vía electoral, firmaron un “acuerdo de paz” con el presidente colombiano, crearon un partido –la Unión Patriótica– e hicieron elegir a numerosos alcaldes y diputados. Incluso obtuvieron cuantiosos votos en las elecciones presidenciales. Marulanda no se opuso públicamente al acuerdo, pero no abandonó las armas ni “bajó desde las montañas a la ciudad”.

Mucho más lúcido que los profesionales y los sindicalistas que se postulaban en las elecciones, Marulanda comprendía al carácter extremadamente autoritario y brutal de la oligarquía y sus políticos. Sabía que los gobernantes de Colombia no aceptarían nunca una reforma agraria justa sólo porque unos “pocos campesinos analfabetos los derrotasen en las urnas”. En 1987, más de 5.000 miembros de la Unión Patriótica habían sido asesinados por los escuadrones de la muerte de la oligarquía, entre ellos tres candidatos a la presidencia, una docena de congresistas y mujeres y alcaldes y concejales. Los supervivientes huyeron a la selva y se reincorporaron a la lucha armada o se marcharon al exilio.

Marulanda era un maestro a la hora de romper los cercos y evitar las campañas de aniquilación, sobre todo las que diseñaron los mejores y más brillantes estrategas del centro de contrainsurgencia de los Cuerpos Especiales del US Fort Bragg y de la Escuela de las Américas. A finales de los noventa, las FARC habían ampliado su control a más de la mitad del país y bloqueaban autopistas y atacaban bases militares situadas a sólo 65 kilómetros de la capital. Muy debilitado, el entonces presidente Pastrana terminó por aceptar negociaciones serias de paz, en las que las FARC exigieron una zona desmilitarizada y un programa que incluía cambios estructurales básicos en el Estado, la economía y la sociedad.

A diferencia de las guerrillas centroamericanas, que cambiaron las armas por cargos electorales, antes de deponer las suyas Marulanda insistió en la redistribución de la tierra, en el desmantelamiento de los escuadrones de la muerte y en la destitución de los generales colombianos implicados en las masacres, en una economía mixta basada en buena medida en la nacionalización de los sectores económicos estratégicos y en la financiación a gran escala de los campesinos para el desarrollo de cosechas alternativas a la coca.

En Washington, el presidente Clinton asistía histérico a aquel espectáculo y se opuso a las negociaciones de paz, en especial al programa de reformas, así como a los debates públicos abiertos y a los foros de debate organizados por las FARC en la zona desmilitarizada, a los que asistía numerosa la sociedad civil colombiana. La aceptación por parte de Marulanda del debate democrático, la desmilitarización y los cambios estructurales desenmascara la mentira de los socialdemócratas occidentales y latinoamericanos y de los universitarios de centroizquierda, que lo acusaron de “militarista”. Washington trató de repetir el proceso de paz centroamericano engatusando a los jefes de FARC con la promesa de cargos electorales y privilegios a cambio de que vendiesen a los campesinos y a los colombianos pobres. Al mismo tiempo Clinton, con el apoyo de los dos partidos del Congreso, hizo aprobar un proyecto de ley de apropiación de dos mil millones de dólares para financiar el mayor y más sangriento programa de contrainsurgencia desde la guerra de Indochina, denominado “Plan Colombia”. El presidente Pastrana dio por terminado de forma abrupta el proceso de paz y envió soldados a la zona desmilitarizada para que capturasen a la cúpula de las FARC, pero cuando éstos llegaron, Marulanda y sus compañeros ya se habían ido de allí.

Desde el 2002 hasta ahora, las FARC han alternado los ataques ofensivos y las retiradas defensivas, en especial desde finales de 2006. Con una financiación sin precedentes y un apoyo tecnológico ultramoderno de USA, el nuevo presidente Álvaro Uribe –socio de narcotraficantes y organizador de escuadrones de la muerte– adoptó una política de tierra quemada para ensañarse con el campo colombiano. Entre su elección en 2002 y su reelección en 2006, más de 15.000 campesinos, sindicalistas, trabajadores de derechos humanos, periodistas y otros críticos fueron asesinados. Regiones enteras del campo fueron vaciadas: de la misma manera que en la Operación Phoenix usamericana en Vietnam, se contaminó la tierra de cultivo con herbicidas tóxicos. Más de 250.000 soldados y sus compinches paramilitares de los escuadrones de la muerte diezmaron amplias zonas del campo colombiano controladas por las FARC. Helicópteros proporcionados por Washington bombardearon la selva en misiones de búsqueda y destrucción (que no tenían nada que ver con la producción de coca o con el envío de cocaína a USA). Al destruir toda la oposición popular y las organizaciones campesinas y al desplazar a millones de colombianos, Uribe logró empujar a las FARC hacia regiones más remotas. Al igual que había hecho en el pasado, Marulanda asumió una estrategia de retirada táctica defensiva, abandonando territorio para proteger la capacidad de lucha de los guerrilleros en el futuro.

A diferencia de otros movimientos guerrilleros, las FARC no recibieron ningún apoyo material del exterior: Fidel Castro repudió públicamente la lucha armada y buscó lazos diplomáticos y comerciales con gobiernos de centroizquierda e incluso mejores relaciones con el brutal Uribe. Después de 2001, la Casa Blanca de Bush etiquetó a las FARC de “organización terrorista”, presionando a Ecuador y Venezuela para que restringiesen los movimientos fronterizos de las FARC en busca de abastecimientos. El “centroderecha” de Colombia se dividió entre los que prestaban un “apoyo crítico” a la guerra total de Uribe contra las FARC y los que protestaban infructuosamente contra la represión.

Es difícil imaginar que un movimiento guerrillero pueda sobrevivir frente a una financiación tan masiva de la contrainsurgencia, un cuarto de millón de soldados armados por el imperio, millones de desplazados de sus tierras y un presidente psicópata vinculado directamente con una cadena de 35.000 miembros de escuadrones de la muerte. Sin embargo, sereno y resuelto, Marulanda dirigió la retirada táctica; la idea de negociar una capitulación nunca se le pasó por la mente, ni a él ni a la cúpula de las FARC.

Las FARC no tienen frontera contigua con un país que lo apoye, como Vietnam la tenía con China; tampoco goza, como Vietnam, del suministro de armas de la URSS ni del apoyo masivo internacional de los grupos occidentales de solidaridad, como los sadinistas. Vivimos en una época en la que apoyar a los movimientos campesinos de liberación nacional no está “de moda”; en la que reconocer el genio de líderes campesinos revolucionarios que construyen y mantienen la auténtica masa de los ejércitos populares es tabú en los pretenciosos, locuaces e impotentes Foros Sociales Mundiales, cuyo “mundo” excluye regularmente a los campesinos militantes y para los que “social” significa el constante intercambio de mensajes electrónicos entre fundaciones financiadas por ONG.

Es en este ambiente tan poco prometedor frente a las pírricas victorias de los presidentes de USA y Colombia donde podemos apreciar el genio político y la integridad personal de Manuel Marulanda, el más grande campesino revolucionario de América Latina. Su muerte no generará afiches o camisetas para estudiantes universitarios de clase media, pero vivirá eternamente en los corazones y las mentes de millones de campesinos de Colombia. Se le recordará siempre como “Tirofijo”, un ser de leyenda al que mataron una docena de veces y, a pesar de ello, regresó a los pueblos para compartir con los campesinos sus vidas sencillas. Tirofijo fue el único líder que era realmente “uno de ellos”, que durante medio siglo se enfrentó al aparato militar y mercenario yanqui y nunca fue capturado o derrotado.

Los desafió a todos en sus mansiones, sus palacios presidenciales, sus bases militares, sus cámaras de tortura y sus burguesas salas de redacción. Murió de muerte natural, después de sesenta años de lucha, en los brazos de sus queridos compañeros campesinos.

¡Tirofijo, presente!

El sociólogo James Petras nació en Boston el 17 de enero de 1937, de padres griegos, originarios de la isla de Lesbos. Ha publicado más de sesenta libros de economía política y, en el terreno de la ficción, cuatro colecciones de cuentos.

Artículo original: http://petras.lahaine.org/articulo.php?p=1736
Traducido para Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala por Manuel Talens.
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.