27 jun 2008

Es inaceptable impunidad cuando militares violan mujeres: Cejil

Por Lourdes Godínez Leal

México DF, 26 junio 08 (CIMAC).- Es inaceptable que persista la impunidad en los casos de violaciones sexuales (tortura) contra mujeres por parte de militares, señaló hoy –Día Internacional de las Naciones Unidas en apoyo a las víctimas de Tortura-- Viviana Krsticevic, directora del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), durante la presentación del libro “Atención integral a víctimas de tortura en procesos de litigio, aportes psicosociales”, realizada en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).

Defensoras y defensores de derechos humanos de México dijeron por su parte que la tortura continúa siendo una práctica vigente y sistemática de violación grave a los derechos humanos, principalmente de las mujeres, quienes son torturadas de formas diversas pero que están más expuestas a la tortura sexual (violación sexual).

La Directora de Cejil --organismo internacional defensor de derechos humanos con estatus consultivo ante la OEA, que ha litigado más de 12 mil casos a nivel regional en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (Comisión y Corte)-- enfatizó que estas acciones constituyen la situación “más aberrante” de violación a los derechos humanos y criticó la persistencia del fuero militar que ha permitido la impunidad en todos los casos de violaciones sexuales cometidas por militares contra mujeres.

Krsticevic condenó que este tipo de acciones quiten a las mujeres toda posibilidad de tener acceso a la justicia, por lo que la prevalencia de la impunidad constituye otra forma de tortura.

Cabe recordar que actualmente Cejil impulsa cambios para modificar el Código de Justicia Militar y el Artículo 13 de la Constitución Mexicana para derogar el fuero de guerra.

Además, esta instancia ha sido coadyuvante ante la CIDH en los casos de las indígenas tlapanecas violadas por militares y recientemente en el de 11 mujeres violadas por policías estatales, municipales y federales durante los operativos de San Salvador Atenco y Texcoco, en mayo de 2006.

En su oportunidad, Juan Carlos Gutiérrez, Consultor de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos en México (OACNUDH), criticó el retraso teórico y legal sobre el tema y que esta práctica se siga tolerando y “justificando”.

Gutiérrez, quien está al frente provisionalmente de la OACNUDH luego de la remoción de Amerigo Incalcaterra, en mayo pasado, por presuntas presiones políticas de Felipe Calderón, insistió en que la tortura es una práctica vigente y sistemática de violación grave a los derechos humanos.
Al igual que lo hiciera en su oportunidad Incalcaterra, el consultor de la OACNUDH reiteró que en materia de derechos humanos México está en la gran encrucijada de pasar del discurso político a los hechos.

DESAPARICIÓN FORZADA

Otra forma de tortura es la desaparición forzada, cuyos efectos ha padecido Alicia de los Ríos, del Comité de Madres de Chihuahua, organización conformada principalmente por madres de desaparecidos.

Alicia, quien perdió a sus padres en la década de la guerra sucia, en los años 70, dice que las madres de hijas e hijos desaparecidos, “Las Doñas”, como ella las llama, le han cambiado la vida.

De madres de familia y amas de casa, han pasado a ser activistas. El miedo, dice, no las paraliza y la esperanza de encontrar vivos a sus hijas e hijos es su principal motor.

“Las Doñas” han tenido que lidiar también con la estigmatización. Tienen que enfrentar a quienes les dicen: “por algo le hicieron lo que le hicieron”, él o ella se lo buscó”, frases que justifican la tortura, dice Alicia, quien no ha vuelto a ver a su madre desde que la detuvieron el 5 de enero de 1978 por pertenecer a la Liga Comunista 23 de septiembre.

Las madres de los desaparecidos, dice, viven en la melancolía, de los recuerdos, de las anécdotas y en la incertidumbre de un duelo que no acaba porque siempre está la esperanza de encontrar a la persona desaparecida.

Tanto la tortura como la desaparición forzada, son considerados delitos de lesa humanidad.

EL LIBRO

Atención Integral a víctimas de tortura en proceso de litigio, aportes psicosociales, es una publicación del Instituto Interamericano de Derechos Humanos que conjunta una visión integral en la atención a las víctimas de tortura.

Visto desde la psicología y el derecho, el libro busca una estrategia que replantee la forma en que se está atendiendo a las víctimas de tortura, cuyos casos se encuentran en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

La publicación, de 395 páginas, aborda temas como el acompañamiento psicológico y terapia psicológica; las secuelas de la tortura en el individuo, la familia y la sociedad: la desaparición forzada de personas como estrategia política de terror, y la impunidad como crimen de lesa humanidad, entre otros.
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.

Castaños: el juez se quedó corto, “hubo lana”, sostiene víctima

Cuarta y última parte

Soledad Jarquín Edgar/enviada

Monclova, Coah., 26 junio 08 (CIMAC).- De las 14 mujeres que el 11 de julio de 2006 fueron atacadas por el pelotón MK-19 pertenecientes al 14 Regimiento de Caballería Motorizado del Ejército Mexicano en la zona de tolerancia del municipio de Castaños, sólo quedan seis en los salones El Pérsico y Las Playas, “las demás se han ido poco a poco”.

Castaños es un pequeño municipio conurbado a Monclova. La zona de tolerancia se ubica a 10 minutos de Monclova en el kilómetro 180 de la carretera 57 que comunica a ambos municipios, los cuales están localizados a poco menos de 200 kilómetros de Saltillo, la capital del norteño estado de Coahuila.

De Wendy, quien junto con otra compañera se retractara de sus dichos sobre la violación cometida en su contra, tras acusar a terceras personas de que le habrían pagado para denunciar a los militares, nada se sabe.

Alguna vez, explica una de las afectadas, supimos que Wendy estaba en una maquiladora. “La última vez que la vio una de las compañeras la correteó”, explica, y sostiene que la retractación de Wendy y de otra ex compañera de El Pérsico influyó para que no fueran castigados todos los responsables.

Entrevistada en su casa, la joven señala que desconoce cómo va la apelación en el Tribunal de Justicia del Estado. Y, “como yo, las otras tampoco saben nada. No es que no tengamos interés, pero desde el día de la sentencia (1 de octubre de 2007) no hemos platicado y menos ahora que las cosas están tan difíciles”.

El cansancio del trabajo de bailarina en Las Playas se refleja en su rostro, mientras el tono de su voz denota preocupación. Ya no está la mayoría, se fueron poco a poco. A unas (el Gobierno) les dio carritos para vender tacos, hot dog o hamburguesas. Yo sigo estudiando computación, porque quiero salir pronto de ahí. Otras pues tuvieron hijos y sus parejas no quieren que vuelvan a trabajar. Otras se cambiaron a otros bares en el centro de Monclova. Así que de manera regular vamos nada más como seis.

En la muy pequeña sala de su casa, el calor de más de 40 grados agobia, como los recuerdos que le vienen a la memoria de aquella noche cuando el grupo de unos 20 militares uniformados y armados entraron a Las Playas.

HACE DOS AÑOS

Aquella noche, narra la mujer, con el pretexto de realizar un operativo sorpresa, los soldados sometieron a golpes a los guardias y al cantinero. Luego la sacaron junto con otra compañera del lugar. Frente a la pared y de espaldas a la “tropa”, les pidieron que se desnudaran. Abran las piernas, les dijeron a gritos y con insultos. Incluso, un soldado les separó las piernas con su arma. De reojo y sin atreverse a mirar de frente y llena de miedo observó lo que le hacían a su compañera. El soldado, burlándose de ellas, les metió los dedos en la vagina y las lastimó. Ellas suplicaron para que se detuviera, pero el juego y las burlas siguieron.

Los mismos soldados siguieron su camino cuando terminaron de humillar a las mujeres de Las Playas. Entraron al Pérsico y durante varias horas cometieron tropelías con 12 mujeres más. Algunas fueron atacadas por tres, cuatro y hasta seis soldados.

De los participantes en aquel episodio únicamente tres soldados fueron condenados a pagar con prisión, determinó el juez Hiradier Huerta Rodríguez. Uno pagó fianza y salió el 2 de octubre pasado. El resto de los ocho hombres detenidos en agosto de 2006 no recibió ningún castigo.

Dicen que el “Richard” – uno de los tres militares que nunca fueron detenidos y que están prófugos de la justicia— “sigue como soldado”. Nadie en realidad sabe dónde, es un rumor pero el recuerdo de “Richard” quién lideró el ataque sexual a las 14 trabajadoras de la zona de tolerancia de Castaños sigue presente y causa intranquilidad en sus vidas.

Si el juez hubiera sido justo habríamos tenido justicia, señala la mujer, molesta por los resultados de un largo proceso donde enfrentaron a los militares que las atacaron, acudieron muchas veces como testigos unas de otras y hasta pasaron por una audiencia de inspección en la zona de tolerancia.

“Para mí que el juez se quedó corto con los años que les echó a los tres que están detenidos y que hubo lana para que los otros no fueran castigados, porque elementos tenía, estamos nosotras las víctimas de violación, las agresiones, las amenazas, los golpes que sufrimos aquella noche”, sostiene con indignación.

TODO CAMBIÓ

Desde hace dos años, la zona de tolerancia ha ido a menos, casi ya no van los clientes como antes. El otro día, era sábado y las chavas llevaban 40 pesos nada más, comenta con angustia, la mujer sobre la “crisis económica” que padecen.

A Las Playas iba pura gente “efectiva”, clientes que ya conocíamos, muchos ya no van. En el Pérsico es otra cosa, ahí va de todo, aunque también tiene poca gente. Pero siempre había muchas personas y nos iba bien. Ahora no, sostiene preocupada, pues asegura que sus ingresos apenas le alcanzan para mantener a sus dos hijas, una ahijada y ahora un nieto

Explica que la situación es tan difícil que antes tenían un sueldo semanal y podían completar sus ingresos con las propinas de los clientes o con el extra que les daban por cada cerveza que bebían con los parroquianos. Ahora ya no. Cuando mucho te llevas 100 pesos, si te va bien te llevas 300. Pero antes cuando te iba mal eran 900 a la semana, a veces tenía hasta dos mil.

Pero la gente tiene miedo de que vuelva a ocurrir otro ataque. Luego vienen personas que se nota que son soldados y pues nadie quiere estar con ellos. Hay mucho temor.

La zona de tolerancia sigue igual que hace dos años, rodeada de terrenos baldíos y una carretera sin pavimentar. Sobre las paredes de los salones El Pérsico y Las Playas no hay pintura nueva. Es, según las trabajadoras, un lugar inseguro desde el 11 de julio de 2006. “Luego dicen que ahora andan levantando a las chavas. ¿Quiénes? Pues dicen que son Zetas, pero mientras no haya castigo seguirán pasando estas cosas.

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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.

Actividades realizadas en Ecuador por la Asociación de Padres de Hijos Masacrados el Primero de Marzo, en Sucumbíos, Ecuador

Asociación de Padres de Hijos Masacrados el Primero de Marzo, en Sucumbíos, Ecuador

Los familiares de los estudiantes mexicanos masacrados en Sucumbíos, Ecuador informamos de nuestras actividades:Entrevista con el periodista Marcos Pàrraga de Radio Católica que se transmite por la frecuencia 94.1 FM y 880 AM de Quito y tiene una cobertura nacional en Ecuador a través de diferentes frecuencias. En esta entrevista se expusieron cuales son los objetivos de la gira emprendida por los Padres, así como cual va a ser el recorrido de la misma. De igual manera se informó cuales han sido las actividades que se han realizado en Ecuador desde el arribo de los Padres el día 17 de junio y a cuales más se asistirán durante la estancia en Quito. Fue entregada una copia del documental “De luto se visten los héroes”.

Entrevista con la cadena televisiva TELESUR. Los Padres dieron su testimonio acerca de sus hijos y de los objetivos del viaje, así como exponer el porque de la lucha de los Padres en su búsqueda de justicia y castigo a los culpables. De la misma manera se realizó la denuncia de cómo organismos como la llamada “Mejor sociedad, mejor gobierno” -identificadas con posturas de ultraderecha- se han dado a la labor de difamar a los jóvenes mexicanos lanzando una serie de calumnia y mentiras contra ellos, de la misma manera se hizo hincapié en la persecución que este mismo grupo intenta hacer en contra de Lucía Andrea Morett y de otros jóvenes mexicanos. Asimismo se hizo entrega al corresponsal de TELESUR Vladimir Carrillo, de una copia del documental “De luto se visten los héroes” y del disco informativo que contiene la trayectoria académica de cada uno de ellos junto con diversa información entorno al caso, para complementar la entrevista y la nota periodística realizada.


Entrevista radiofónica con Radio La Luna que se transmite por la frecuencia 99.3 de FM en la ciudad de Quito. Esta es una radiodifusora que está integrada por varios jóvenes que se encargan de elaborar diferentes propuestas alternativas políticas, sociales y culturales, de la misma forma están involucrados de manera directa en el proceso de la Asamblea Constituyente en Ecuador pugnando por lograr la gratuidad de la educación. Esta fue una entrevista libre que duró 45 minutos, en donde los Padres expusieron los objetivos del viaje así como hablaron de la vida personal y trayectoria académica de los muchachos. De la misma forma se realizó un breve balance de la situación política y social de Ecuador y México insertos dentro del contexto por lo que el gobierno colombiano comandado por Alvaro Uribe en complicidad con organizaciones civiles de México identificados con una política de ultraderecha han implementado una campaña de difamación en contra de los jóvenes mexicanos asesinados, por lo que se los Padres han hecho hincapié en que no se debe permitir que dicha campaña de desprestigio continué en la intención de justificar lo injustificable. Por último se les hizo entrega de una copia del disco informativo y del documental “De luto se visten los héroes” el cual se comprometieron a difundir por medio de una jornada de proyección de cine que realizan con regularidad.

Entrevista radiofónica con Luis Onofre corresponsal de NOTIMEX en Quito, Ecuador. Se trató de los objetivos e intenciones del viaje emprendido por los Padres y de cómo está integrada la gira, las demandas que están enarbolando los Padres en esta gira y en su denuncia en general. También se dioa conocer las actividades que se han realizado en México en apoyo y solidaridad con la Asociación de Padres y Familiares de las Víctimas de Sucumbíos, Ecuador. Igualmente acerca de las actividades y encuentros realizados por los Padres durante su estancia en Quito y de las próximas actividades a realizar en Chile, Argentina y posiblemente en Venezuela y Colombia.

Los Padres viajaron el día 24 de junio del 2008 hacia la ciudad de Temuco, Chile.
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Salvador Allende, ejemplo de coraje y lucha revolucionaria

Fidel Castro Ruz

"Salvador Allende demostró más dignidad, más honor, más valor y más heroísmo que todos los militares fascistas juntos. Su gesto de grandeza incomparable, hundió para siempre en la ignominia a Pinochet y sus cómplices."

Nosotros nos vamos a referir esencialmente al carácter de combatiente y de soldado de la revolución del presidente Allende el 11 de septiembre.

A las 6 y 20 de la mañana de ese día, el presidente recibió una llamada telefónica en su residencia de Tomás Moro informándole del golpe militar en desarrollo. De inmediato pone en estado de alerta a los hombres de su guardia personal y toma la firme decisión de trasladarse al Palacio de la Moneda para defender, desde su puesto de presidente de la república, al gobierno de la Unidad Popular. Lo acompaña una escolta de 23 hombres, armados con 23 fusiles automáticos, dos ametralladoras calibre 30 y 3 bazucas, que se traslada con el presidente en cuatro automóviles y una camioneta al Palacio Presidencial, donde llegan a las 7 y 30 de la mañana.

Portando su fusil automático, el presidente, acompañado por la escolta, penetró por la puerta principal de La Moneda. A esa hora la protección habitual de carabineros se mantenía normal en el palacio.

Ya en el interior se reunió con los hombres que lo acompañaban, les informó de la gravedad de la situación y su decisión de combatir hasta la muerte defendiendo al gobierno constitucional, legítimo y popular de Chile frente al golpe fascista, analizó los efectivos disponibles y dictó las primeras instrucciones para la defensa del Palacio.

Siete miembros del Cuerpo de Investigaciones arribaron para sumarse a los defensores. Las postas de carabineros, mientras tanto, se mantenían en sus puestos y algunos adoptaban medidas para la defensa del edificio. Un pequeño grupo de la escolta personal custodia la entrada del despacho presidencial con instrucciones de no dejar pasar ningún militar armado, para evitar una traición.

En el espacio de una hora se dirige tres veces por radio al pueblo expresando su voluntad de resistir.

Pasadas las 8 y 15, por los citófonos de Palacio la junta fascista conmina al presidente a la rendición y la renuncia de su cargo, ofreciéndole un transporte aéreo para abandonar el país en compañía de sus familiares y colaboradores. El presidente les responde que ''como generales traidores que son no conocen a los hombres de honor'' y rechaza indignado el ultimátum.

El presidente sostiene en su despacho una breve reunión con varios altos oficiales del Cuerpo de Carabineros que habían acudido a Palacio, los cuales rehúsan cobardemente en aquel instante defender al gobierno. El presidente los reprocha duramente y los despide con desprecio, conminándolos a que abandonen de inmediato el lugar. Mientras se efectuaba esta reunión con los jefes de Carabineros llegaron los tres edecanes militares; el presidente les expresa que no era momento para confiar en los uniformados y les pide que se retiren de La Moneda. No obstante, el presidente se despide con afecto del comandante Sánchez, que había sido su eficiente edecán por la Fuerza Aérea durante varios años.

Minutos después de retirarse los edecanes y los altos oficiales de los Carabineros, el teniente jefe a cargo de la Guarnición de Carabineros del Palacio Presidencial, obedeciendo órdenes de su jefatura, instruye a un carabinero que recorra el edificio impartiendo la orden de retirarse a los miembros de la guarnición, los cuales comienzan de inmediato a abandonar La Moneda, llevándose parte de su armamento. Lo mismo hacen los carros blindados de Carabineros, que hasta ese instante estaban en posiciones de defensa del palacio.

Un grupo de diez carabineros, acompañados del portador de la orden de retirada y cumpliendo, sin duda, instrucciones, cuando se retiraban por la escalera principal y ya próximos a la salida, vuelven sus fusiles intentando disparar contra el presidente, siendo enérgicamente ripostados por el personal de la escolta. Son estos los primeros disparos que se cruzan con los golpistas.

Mientras estos hechos ocurrían, numerosos ministros, subsecretarios, asesores, las hijas del presidente, Beatriz e Isabel, y otros militantes de la Unidad Popular, van arribando al palacio para estar junto al presidente en esas horas críticas.

A las 9 y 15 de la mañana aproximadamente, se realizan las primeras descargas desde el exterior contra Palacio. Tropas fascistas de infantería, en número superior a doscientos hombres, avanzaban por las calles de Teatinos y Morandé, a ambos lados de la Plaza de la Constitución, hacia el Palacio Presidencial, disparando contra el despacho del presidente. Las fuerzas que defendían el palacio no pasaban de cuarenta hombres. El presidente ordena abrir fuego contra los atacantes y dispara él personalmente contra los fascistas, que retroceden desordenadamente con numerosas bajas.

Los fascistas introducen entonces los tanques en el combate apoyados por infantería. Un tanque avanza por la calle Moneda, otro por Teatinos, otro por Alameda con Morandé y otro en dirección de la puerta principal por la Plaza Constitución. En ese instante, desde el propio despacho del presidente se abrió fuego de bazuca contra el tanque que estaba junto a la puerta principal, que fue totalmente destruido. Otros dos tanques concentran su fuego sobre el gabinete del presidente y un carro blindado dispara sus ametralladoras hasta la Secretaría Privada y la oficina de escoltas. Varias piezas de artillería, situadas por el lado de la Plaza Constitución, disparan también contra Palacio.

El presidente recorre las distintas posiciones de combate alentando y dirigiendo a los defensores. La lucha violenta se prolonga más de una hora, sin que los fascistas logren avanzar una pulgada.

A las 10 y 45 el presidente reúne en el Salón Toesca a los ministros, subsecretarios y asesores que habían acudido a Palacio para estar junto a él, y les expresa que la lucha en el futuro necesitaría de conductores y cuadros, que todos los que estaban desarmados debían abandonar La Moneda en la primera ocasión posible y todos los que tenían armas debían continuar en sus puestos de combate. Naturalmente que ninguno de los colaboradores que carecían de armas estuvo de acuerdo con esta tesis del presidente; tampoco las hijas del presidente y demás mujeres que se encontraban en La Moneda, se resignaban a abandonar el palacio.

El combate prosiguió violento. Por los citófonos de Palacio los fascistas lanzan rabiosamente nuevos ultimátums, anunciando que si los defensores no se rinden emplearían de inmediato la Fuerza Aérea.

A las 11 y 45 el presidente se reúne con las hijas y restantes mujeres que en número de nueve se encontraban en el palacio, ordenándoles con toda firmeza que debían abandonar La Moneda, pues consideraba que no tenía sentido que murieran allí indefensas. Y de inmediato solicitó de los sitiadores una tregua de tres minutos para evacuar el personal femenino. Los fascistas no conceden la tregua, pero sus tropas comenzaban en esos instantes a retirarse de los alrededores de Palacio, para llevar a cabo el ataque aéreo, lo que produjo un impasse en el combate que permitió la salida de las mujeres.

A las 12 aproximadamente comienza el ataque de la aviación. Los primeros rockets cayeron en el Patio de Invierno que está en el centro de La Moneda, perforando los techos y estallando en el interior de las edificaciones. Nuevas oleadas de aviones y nuevos impactos se suceden unos tras otros, inundando de humo y de aire tóxico todo el edificio. El presidente da órdenes de recolectar todas las máscaras antigases, se interesa por la situación del parque y exhorta a los combatientes a resistir firmemente el bombardeo.

El parque de los fusiles automáticos de la guardia personal del presidente se estaba agotando después de casi tres horas de combate, por lo que el presidente ordenó derribar de inmediato la puerta de la armería de la Guarnición de Carabineros del palacio, donde podía encontrarse parte del armamento de aquélla. Al impacientarse por la tardanza de la información sobre dichas armas, él mismo, cruzando el Patio de Invierno se dirigió a la armería y observando que se demoraban en derribar la puerta ordenó que se emplearan granadas de mano en la operación, lográndose abrir un boquete en el cuarto de armas, de donde extrajeron cuatro ametralladoras calibre 30 y numerosos fusiles Sik, gran cantidad de parque, máscaras antigases y cascos.

El presidente ordena que todo se lleve de inmediato a los puestos de combate y personalmente recorre los dormitorios de los carabineros, recogiendo fusiles Sik y otros armamentos que allí quedaban. El propio presidente cargó sobre sus hombros numerosas armas para reforzar los puestos de combate, exclamando: «Así se escribe la primera página de esta historia. Mi pueblo y América escribirán el resto», lo que produjo profunda emoción en todos los que lo acompañaban.

Mientras el presidente transportaba pertrechos desde la armería, de nuevo se reanuda el ataque aéreo con violencia. Una explosión quebró cristales próximos al sitio donde se encontraba el presidente, lanzando fragmentos de vidrio que lo hieren por la espalda. Fue ésta la primera herida que sufrió. Mientras recibía atención médica ordenó que continuara el traslado de las armas, y no cesaba de preocuparse por la suerte de cada uno de los compañeros.

Minutos después los fascistas reanudan violentamente el ataque, combinando la acción de la Fuerza Aérea con la artillería, los tanques y la infantería. Según los testigos presenciales, el ruido, la metralla, las explosiones, el humo y el aire tóxico convirtieron al palacio en un infierno. No obstante la instrucción dada por el presidente de que se abrieran todos los grifos y llaves de agua para evitar el incendio de la planta baja, el palacio comienza a arder por el ala izquierda y las llamas se propagan hacia la Sala de los Edecanes y el Salón Rojo. Pero el presidente, que no se desalentó un solo instante, ni en los momentos más críticos, ordena hacer frente al ataque masivo con todos los medios disponibles.

Tuvo lugar entonces una de las mayores proezas del presidente. Mientras el palacio estaba envuelto en llamas se arrastró bajo la metralla hasta su gabinete, frente a la Plaza Constitución, tomó personalmente una bazuca, la dirigió contra un tanque situado en la calle Morandé -que disparaba furiosamente contra Palacio- y lo puso fuera de combate con un impacto directo. Instantes después otro combatiente pone fuera de acción un tercer tanque.

Los fascistas introducen nuevos carros blindados, tropas y tanques por la calle Morandé 80, intensificando el fuego por la puerta de acceso a La Moneda, mientras el palacio continuaba ardiendo. El presidente desciende a la planta baja con varios combatientes para repeler el intento de los fascistas de penetrar al interior del palacio desde la calle Morandé, rechazándolo.

Los fascistas suspenden entonces el fuego en ese sector y piden a gritos dos representantes del gobierno con carácter de parlamento. El presidente envía a Flores, secretario general de Gobierno y a Daniel Vergara, subsecretario del Interior, quienes salen por la puerta de la calle Morandé y se dirigen a un jeep militar que se encontraba enfrente. Esto tenía lugar aproximadamente a la una de la tarde. Flores y Vergara conversan con un alto oficial que se encontraba en dicho jeep. Al regresar a Palacio y ya próximo a la entrada, desde el mismo jeep les disparan a traición, recibiendo Flores un impacto en la pierna derecha y Daniel Vergara varios disparos por la espalda, que lo abatieron, siendo recogido por sus compañeros bajo el fuego protector de otros defensores.

Los fascistas habían pedido el parlamento para exigir de nuevo la rendición, ofreciendo facilidades al presidente y los defensores para abandonar Palacio y dirigirse al destino que escogieran. El presidente reiteró de inmediato su decisión de combatir hasta la última gota de sangre, interpretando no sólo su deseo, sino el de todos los heroicos defensores de Palacio. Desde la planta baja resistieron las embestidas procedentes de Morandé, mientras la entrada principal de Palacio estaba ya prácticamente destruida.

Próximo a la 1 y 30, el presidente sube a inspeccionar las posiciones de la planta superior. A estas alturas numerosos defensores habían perecido por la metralla, las explosiones o calcinados por las llamas. El periodista Augusto Olivares asombró a todos por su comportamiento extraordinariamente heroico. Habiendo sido herido grave, fue atendido y operado en la sala médica de Palacio, y cuando todos lo suponían yaciendo en una cama, con el arma en la mano ocupó de nuevo su puesto de combate en el segundo piso junto al presidente. Sería prolijo enumerar aquí los nombres y los actos de heroísmo de los combatientes que allí se destacaron.

Pasada la 1 y 30 los fascistas se apoderaron de la planta baja de Palacio, la defensa se organiza en la planta alta y prosigue el combate. Los fascistas tratan de irrumpir por la escalera principal. A las 2 aproximadamente logran ocupar un ángulo de la planta alta. El presidente estaba parapetado, junto a varios de sus compañeros, en una esquina del Salón Rojo. Avanzando hacia el punto de irrupción de los fascistas recibe un balazo en el estómago que lo hace inclinarse de dolor, pero no cesa de luchar; apoyándose en un sillón continúa disparando contra los fascistas a pocos metros de distancia, hasta que un segundo impacto en el pecho lo derriba y ya moribundo es acribillado a balazos.

Al ver caer al presidente, miembros de su guardia personal contraatacan enérgicamente y rechazan de nuevo a los fascistas hasta la escalera principal. Se produce entonces, en medio del combate, un gesto de insólita dignidad: tomando el cuerpo inerte del presidente lo conducen hasta su gabinete, lo sientan en la silla presidencial, le colocan su banda de presidente y lo envuelven en una bandera chilena.

Aun después de muerto su heroico presidente, los inmortales defensores del palacio resistieron durante dos horas más las salvajes acometidas fascistas. Sólo a las cuatro de la tarde, ardiendo ya durante varias horas el Palacio Presidencial, se apagó la última resistencia.

Muchos se asombrarán de lo que aquí se acaba de narrar. Y así es, sencillamente asombroso. La alta oficialidad fascista de los cuatro cuerpos armados se había levantado contra el gobierno de la Unidad Popular y sólo cuarenta hombres resistieron durante siete horas el grueso de la artillería, los tanques, la aviación y la infantería fascista. Pocas veces en la historia se escribió semejante página de heroísmo.

El presidente no sólo fue valiente y firme en cumplir su palabra de morir defendiendo la causa del pueblo, sino que se creció en la hora decisiva hasta límites increíbles. La presencia de ánimo, la serenidad, el dinamismo, la capacidad de mando y el heroísmo que demostró, fueron admirables. Nunca en este continente ningún presidente protagonizó tan dramática hazaña. Muchas veces el pensamiento inerme quedó abatido por la fuerza bruta. Pero ahora puede decirse que nunca la fuerza bruta conoció semejante resistencia, realizada en el terreno militar por un hombre de ideas, cuyas armas fueron siempre la palabra y la pluma.

Salvador Allende demostró más dignidad, más honor, más valor y más heroísmo que todos los militares fascistas juntos. Su gesto de grandeza incomparable, hundió para siempre en la ignominia a Pinochet y sus cómplices.

¡Así se es revolucionario!

¡Así se es hombre!

¡Así muere un combatiente verdadero!

¡Así muere un defensor de su pueblo!

¡Así muere un luchador por el socialismo!

Las ultimas palabras del compañero presidente Salvador Allende:

«Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores!

Estas son mis últimas palabras, teniendo la certeza de que el sacrificio no será en vano. Tengo la certeza que por lo menos, habrá una sanción moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.»
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.

El capitalismo avanza hacia una nueva gran crisis mundial


Introducción

En este trabajo proponemos una interpretación de la crisis que atraviesa el capitalismo y sus posibles consecuencias a corto, mediano y largo plazo. Hemos considerado los principales antecedentes históricos de la crisis, así como la valoración de los múltiples factores que intervienen en ella, aunque estos factores no los analizamos en profundidad por las limitaciones propias de un artículo. Nos ha motivado un artículo que en días pasados, mi amigo Roland Denis ha hecho circular por la web, referido a la “estrategia imperialista actual” (1) advirtiendo de una obra publicada en 2002 por el francés Alain Joxe, titulada “El imperio del caos” (2) en dicho artículo, Roland concluye que “el imperio ya no necesita de órdenes nacionales estables ligados a sus intereses -no requiere de un orden internacional por tanto- necesita del caos global porque necesita de la guerra si fin y sin fronteras”. Consideramos que dichas conclusiones pecan de unilaterales, aunque encierren parte de la verdad, y que para caracterizar el momento actual del mundo globalizado hace falta ampliar el marco de análisis. De acuerdo a nuestro análisis, existen tendencias en desarrollo que agravarían la crisis mundial a niveles sumamente conflictivos. Pretendemos aquí una explicación y análisis de los acontecimientos que han originado la crisis, su comparación con el desarrollo del capitalismo a lo largo del siglo XX, y las necesidades de luchar por un mundo mejor que tienen los trabajadores y los pueblos ante la perspectiva guerrerista que intentan desatar las fuerzas imperialistas que dominan el mundo.


1. Antecedentes del mundo unipolar

Las dos últimas décadas se han caracterizado por la existencia de una única superpotencia mundial, los Estados Unidos de América. Luego de la caída del muro de Berlín en 1989 y el posterior colapso de la URSS en 1991, los Estados Unidos quedaron sin contendores en el sistema capitalista mundial. Esta etapa de unipolaridad, que en los 90 parecía ser que duraría durante todo el siglo venidero, ya presenta signos de agotamiento, los cuales analizaremos en puntos posteriores.

Nos interesa ahora enfatizar la etapa anterior, la llamada Guerra Fría o Período de la Posguerra, entre 1945 y 1991, considerando además los orígenes históricos de ese período. Comenzaremos diciendo que en 1914 se abrió un período de profunda crisis en el sistema capitalista mundial. La confrontación interimperialista entre Alemania e Inglaterra-Estados Unidos, incubada desde los tiempos coloniales y preparada en las últimas décadas del siglo XIX, estalló como lucha por un nuevo reparto del mundo a partir de 1914.

Desde la época de la expansión europea en los siglos XV y XVI, Alemania había quedado por fuera del reparto de las posesiones coloniales en Africa, América, Asia y Oceanía. Pero su crecimiento como gran potencia industrial a fines del XIX encontraba limitaciones por no tener control de territorios coloniales o áreas de influencia que sirvieran de fuentes de materias primas, mercados para sus productos y para inversión de sus capitales. Esa disputa interimperialista condujo a las dos grandes guerras mundiales del siglo XX.

Como bien dijeron Hilferding y Lenin al caracterizar el imperialismo, la disputa interimperialista por lograr un nuevo reparto del mundo se expresó en esa profunda crisis histórica que el capitalismo mundial vivió entre 1914 y 1945. Pero las consecuencias de esa disputa interimperialista casi acaba con el propio sistema capitalista. Las revoluciones obreras y campesinas, inspiradas en el comunismo, fueron uno de los resultados inesperados de esa crisis, y pusieron en jaque al sistema capitalista por varias décadas.

En 1917, en plena guerra mundial, los obreros rusos iniciaron la revolución soviética y terminaron erigiendo el primer estado socialista del mundo, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. En el transcurso de la segunda guerra (1939-1945) emergieron poderosos ejércitos comunistas en la propia URSS, en China, Vietnam, Yugoslavia y Albania, los cuales conquistaron el poder y cambiaron radicalmente el mapa del mundo. La derrota del imperio nazi fue obra principal de los ejércitos comunistas soviéticos, los cuales llegaron hasta la propia guarida del Fuhrer en Berlín, y acabaron radicalmente con el sueño fascista del Tercer Reich.

Lo que se suponía sería una rápida ofensiva alemana que aplastaría toda resistencia de los rusos, fue inesperadamente detenida en Stalingrado a mediados de 1942, abriéndose a partir de allí una de las etapas más gloriosas de las luchas de los pueblos contra la opresión imperialista. En un hecho sin precedentes en la historia del capitalismo, una región periférica como la URSS logró detener y luego derrotar militarmente a la primera potencia imperialista del momento, la Alemania Nazi, conduciéndola a su total aniquilación como régimen político.

De forma similar se construyeron poderosos ejércitos comunistas en China, dirigidos por Mao Tse Tung, que finalmente alcanzarían el poder en 1949. Igualmente en Vietnam, bajo el liderazgo de Ho Chi Minh, en Yugoslavia bajo la conducción de Josip Broz Tito, y en Albania con la dirección de Enver Hoxha. En toda la Europa Oriental, el ejército soviético contribuyó a establecer regímenes comunistas, y la consecuencia final del período de guerras mundiales era que había nacido, crecido y fortalecido un sistema aparentemente contrario al capitalismo occidental, que amenazaba seriamente su existencia y continuidad futura: el comunismo.

De la segunda guerra emergieron los Estados Unidos como la gran potencia del capitalismo occidental, tomando la batuta de una Inglaterra que ya desde la 1ª Guerra daba muestras de agotamiento como primera potencia representante del capital. Pero a la vez emergió un mundo bipolar, caracterizado por el enfrentamiento entre capitalismo y comunismo, sistemas que formalmente se mostraban como totalmente antagónicos.

Todas las instituciones creadas por el capitalismo occidental a partir de 1945 tenían por objetivos dar urgentes respuestas y soluciones a la profunda crisis que acababan de atravesar. No era cualquier cosa. Alemania, una de las potencias imperialistas protagónicas durante los cien años anteriores, había sido borrada del mapa como factor de poder mundial, así como sus aliados Italia y Japón. Otras potencias como Inglaterra y Francia atravesaban una situación económica deplorable.

Instituciones como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, creadas en 1944 en los acuerdos de Bretton Woods, tenían por objetivo reorganizar el sistema financiero mundial protegiendo los intereses del gran capital multinacional y de las potencias occidentales. La Organización de Naciones Unidas (ONU), la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) e iniciativas como los propios Juicios de Nuremberg contra los dirigentes de la Alemania nazi, buscaban garantizar un orden de cosas que detuviera la oleada revolucionaria y permitiera al capitalismo comenzar a recuperar el terreno perdido.

Uno de los aspectos más destacados fue el modelo económico keynesiano, de intervención del Estado en la economía, utilizado para salir de la mayor crisis económica vivida por el capitalismo, la de 1929, y el florecimiento del Estado Benefactor (Welfare State). Para detener el avance del comunismo en Europa y Asia, el capitalismo se vio obligado a mostrar un rostro de apariencia humana, reconociendo que las desigualdades sociales que él generaba debían ser reconocidas y corregidas por la acción del estado.

El keynesianismo permitió reconstruir a la Europa devastada por la guerra, y el Estado Benefactor debió reconocer multitud de derechos sociales y laborales (3)a salirle al paso a la creciente influencia del comunismo en el mundo. Bajo esos preceptos, el capitalismo occidental vivió entre 1945 y 1973 su mayor período de expansión y crecimiento económico.

Ese orden de la posguerra comenzó a modificarse a partir de la década de 1970. El progresivo debilitamiento de la oleada revolucionaria, y la burocratización de las experiencias socialistas en el poder, permitieron al capitalismo occidental recuperar la ofensiva mediante la propuesta del modelo económico monetarista o neoliberal, que comenzó a erigirse como dominante a partir de los gobiernos de Margaret Tatcher en Inglaterra (1979) y Ronald Reagan en los Estados Unidos (1980). Mediante el poder de las instituciones económicas multilaterales (FMI y BM), el capital impuso por la vía del chantaje económico el modelo neoliberal en los países de la periferia.

Finalmente, el colapso del llamado Bloque Socialista encabezado por la URSS, entre 1989 y 1991, terminó con ese período de la Guerra Fría, y dio paso a la actual etapa de unipolaridad que todavía vivimos.

En la caída del socialismo soviético consideramos que privaron principalmente las propias carencias y debilidades internas de ese modelo particular de socialismo. En el fondo, el modelo económico implantado en la URSS no superó los preceptos del capitalismo: división social del trabajo, existencia de relaciones mercantiles, cálculo económico basado en la teoría del valor, inversiones de capital extranjero, estímulos materiales a la productividad, diferenciación salarial, trabajo a destajo, aplicación de métodos tayloristas para elevar la productividad, privilegios a los especialistas en la dirección de las industrias, apropiación del excedente (plusvalía) por una minoría amparada en el control del Estado y en el régimen monopartidista. El capitalismo de Estado soviético, en el cual todo el poder descansaba en un pequeño grupo dirigente del Partido Comunista, constituyó la antítesis del socialismo propuesto por Marx como utopía libertaria, basado en la igualdad y la cooperación entre hombres libres.

En sí misma, la experiencia rusa no implica el derrumbe del marxismo como cuerpo teórico, pues en todo caso sería el fracaso de un experimento práctico, circunscrito históricamente a determinadas condiciones particulares, y que además desarrolló aspectos abiertamente contradictorios con los principios teóricos originales. El colapso del socialismo soviético tampoco puede verse como el triunfo del capitalismo occidental, pues su fracaso respondió principalmente a causas endógenas y no al resultado de un enfrentamiento político, económico o militar con los países capitalistas occidentales.

Las revoluciones que en el siglo XX se denominaron socialistas se realizaron en países en los cuales el campesinado cumplió un papel fundamental, pues dichos países eran de una economía agraria predominante, en los cuales no existía ni un proceso de industrialización capitalista desarrollado ni un régimen parlamentario burgués. Tal es el caso de Rusia, China, Vietnam, Yugoslavia, Albania, Cuba y Nicaragua. En todos ellos la revolución cumplió básicamente tareas democrático-burguesas, fueron liderizadas por partidos integrados por intelectuales de clase media que se hacían llamar Partidos Comunistas, utilizando un discurso de ropaje marxista, y en las cuales la fuerza social fundamental fueron los campesinos (pues la clase obrera era casi inexistente). A pesar del vaticinio marxista, no se realizaron revoluciones proletarias en los países de mayor desarrollo capitalista (4)

De cualquier modo, el socialismo soviético pasó a la historia en 1991, y sus virtudes y sus defectos quedan como referencias para la construcción futura de los proyectos de transformación social. El capitalismo continúa oprimiendo a los pueblos del mundo, y la lucha por trascender la explotación del capital sigue siendo una necesidad humana. La permanencia de las desigualdades sociales, de las disparidades en el crecimiento económico de los países, y el aumento exponencial de esas desigualdades tanto en los países industrializados como en el llamado tercer mundo, son la prueba más contundente de que el fin de la historia que anunciara Fukuyama (5) está todavía muy lejos.


2. La actual crisis económica y el papel del Estado

El capitalismo occidental, en el transcurso de los años 70, decidió acabar con el modelo keynesiano y el estado benefactor, acusándolos de ser los causantes del estancamiento de la tasa de ganancias que vivían las grandes multinacionales. Para ello promovió el modelo neoliberal desde los gobiernos de Thatcher y Reagan, aunque ya antes había iniciado su aplicación práctica con el asesoramiento de los “Chicago Boys” (6) a la dictadura militar de Augusto Pinochet en Chile, a partir de 1974.

Utilizando al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial, y aprovechándose de las necesidades y urgencias que la llamada “crisis de la deuda” les imponía a los países periféricos, se impuso mediante el chantaje el modelo neoliberal en todo el Tercer mundo. Los préstamos otorgados por el FMI y el BM se realizaban sólo a condición de que se aplicaran programas económicos neoliberales. Uno tras otro, los gobiernos latinoamericanos y de otros continentes, fueron firmando sus respectivas “cartas de intención” (7), y el modelo neoliberal se fue expandiendo en el mundo.

Responsabilizando como causantes del estancamiento económico a una serie de factores entre los que destacaban: la excesiva intromisión del Estado en la economía, el elevado gasto público, el déficit fiscal, las regulaciones de precios, el excesivo proteccionismo en áreas de la economía, y el peso de los derechos laborales y sociales reconocidos por el Estado, el modelo neoliberal se propuso imponer de nuevo la vieja creencia de que la mano invisible del mercado puede arreglar los desajustes y fluctuaciones temporales de la economía. El libre mercado, o libre juego de la oferta y la demanda, debía sustituir al viejo modelo keynesiano de intervención estatal.

Lo que no se decía, es que ese libre mercado era mucho más viejo que el keynesianismo, y que ya en el pasado se había demostrado incapaz de resolver los problemas socioeconómicos de los pueblos del mundo. De todos modos, la imposición del neoliberalismo no significó la desaparición del intervencionismo estatal en los países industrializados. Estos mantuvieron fuertes medidas proteccionistas hacia determinadas áreas económicas, como por ejemplo la agricultura, y la simbiosis estado-empresa privada siempre ha actuado unida en el llamado “complejo militar-industrial”.

El neoliberalismo logró imponerse debido a los cambios ocurridos en la correlación de fuerzas entre el capitalismo y el comunismo, entre las grandes potencias industriales y los pueblos en lucha. Para los años 70 la oleada revolucionaria que resultó de la segunda guerra mundial había amainado considerablemente, aunque todavía ocurrieron victorias importantes como la de Vietnam en 1975 y la de Nicaragua en 1979. La profunda crisis vivida por el bloque socialista soviético en los años 80 facilitó las cosas para que el capitalismo occidental fortaleciera su ofensiva y recuperara espacios que había perdido durante las guerras mundiales.

La sucesión de reformas que acercaron a los países socialistas al capitalismo occidental favorecieron igualmente esta debacle del modelo keynesiano y el triunfo del neoliberalismo. El retroceso hacia el capitalismo promovido por todos los últimos gobernantes de la URSS,y por Den Xiao Ping en China, crearon las condiciones para que las fuerzas del capital se expandieran incorporando a esos territorios como nuevos mercados y áreas de inversión.

El neoliberalismo constituyó la doctrina promovida por el gran capital multinacional para reorganizar las relaciones económicas a nivel mundial de acuerdo a sus intereses y en procura de beneficios propios. Las políticas impuestas por el FMI y el BM favorecieron la penetración de dichos capitales en los países del Tercer Mundo, en condiciones sumamente ventajosas por los bajos salarios y las amplias garantías ofrecidas. Igualmente, las políticas de ajuste neoliberales favorecieron a las clases dominantes locales, las cuales aumentaron su poder en detrimento de los sectores populares.

La década de los 80, en la cual se implementaron los planes neoliberales en América Latina, pasó a ser denominada como la “década perdida”, por los nefastos resultados económicos que tuvieron para los países y los pueblos del continente. Resultados negativos que siguieron presentándose en los 90 y entrado el siglo XXI. Pero nuevamente ocurrieron acontecimientos imprevistos que han ido configurando una situación distinta en Latinoamérica.

Los pueblos latinoamericanos comenzaron a sublevarse contra los planes económicos neoliberales, y se ha producido en las últimas dos décadas el derrocamiento de numerosos gobiernos neoliberales, como resultado de grandes sublevaciones populares o como colofón de las crisis políticas derivadas de dichas sublevaciones. Esa ha sido la historia de Fernando Color de Mello en Brasil (1992), Carlos Andrés Pérez en Venezuela (1993), Alberto Fujimori en Perú (2000), Gonzalo Sánchez de Lozada (2003) y Carlos Mesa (2005) en Bolivia, Fernando de la Rúa en Argentina (2001), Abdalá Bucaram (1997), Jamil Mahuad (2000) y Lucio Gutiérrez (2005) en Ecuador (8). Estas revueltas populares han dado origen a gobiernos de corte izquierdista que configuran situaciones inéditas en América Latina (9).

En los países centrales, los controles estatales destinados a regular los mercados financieros, que se establecieron luego de la gran crisis de 1929, comenzaron a desmontarse en los años 70 con el advenimiento del modelo neoliberal. Esta situación ha creado las condiciones para repetidas crisis financieras que se suceden una tras otra en la economía mundial. Las más recientes fueron la que afectó a los llamados Tigres Asiáticos en 1997, y la de las empresas “punto com” en 2002. Hoy en día la crisis financiera se origina por la debacle de la llamada “burbuja inmobiliaria” norteamericana.

Algunos analistas consideran que las medidas “salvadoras” tomadas por Alan Greenspan en 2002 para salir de la crisis de las “punto-com” han sido las generadoras de la crisis actual. En cierta forma se repite la máxima de que la burguesía logra superar una crisis creando las condiciones para otras crisis futuras.

Pero lo destacado de la situación actual es el deterioro acumulado de las cuentas económicas del imperio. El déficit comercial norteamericano no ha dejado de crecer en más de tres décadas. De 2.000 millones de dólares en 1971, pasó a 28.000 millones en 1981, 77.000 millones en 1991, 430.000 millones en 2001, hasta llegar a 815.000 millones en 2007 (10). El déficit fiscal, si bien no se ha mantenido en estas décadas de la misma manera, pues ha tenido años de cuentas positivas, en los últimos años se ha acentuado a partir del gobierno de Bush hijo, alcanzando cifras sin precedentes: 160.000 millones de dólares en 2002, 380.000 millones en 2003, 320.000 millones en 2005. A esto hay que sumarle el déficit energético, el cual implica una transferencia neta de divisas al exterior que alcanza los 500.000 millones de dólares por año, por concepto de compra de petróleo para cubrir su alto consumo de energía.

El elevado gasto militar norteamericano contribuye a profundizar el mencionado déficit fiscal. Se calcula que en el 2008 este gasto militar alcanzará 1,1 billones de dólares. La industria militar gringa emplea a más de cinco millones de personas y subsidia a 25 millones de veteranos de guerra. Toda una hipertrofia del sistema económico, que ha creado una poderosa elite militar y civil que domina el llamado “complejo militar industrial”. Este detalle es importante tomarlo en cuenta, pues en los grandes países industrializados el papel intervencionista-keynesiano del estado nunca fue abandonado, y un ejemplo es precisamente este complejo militar-industrial que si bien se relaciona con empresas privadas, tiene un alto componente decisorio en las fuerzas militares norteamericanas y en el resto de poderes del estado que se vinculan con esta industria.

Todos estos déficits han hecho crecer la deuda pública norteamericana a niveles fantásticos. De 390.000 millones de dólares en 1970, pasó a 930.000 millones en 1980, a 3,2 billones en 1990, a 5,6 billones en 2000, y a 9,5 billones en abril de 2008. Si sumamos a esto la deuda privada, resultaría que la deuda total estadounidense se acerca a una cifra equivalente al Producto Bruto Mundial, 53 billones de dólares.

Este progresivo deterioro de la economía norteamericana tiene su impacto tanto en la economía real, en lo que verdaderamente se produce en Estados Unidos, como en los niveles de vida de sus trabajadores y de la población en general. Los procesos de flexibilización laboral iniciados en el gobierno de Reagan y continuados por todos los gobernantes subsiguientes, han impactado en el debilitamiento general de la capacidad productiva norteamericana, cuyo nivel competitivo se ha degradado en comparación con sus competidores europeos y asiáticos (11). De allí ha crecido el ya mencionado déficit en la balanza comercial. En este contexto, el negocio financiero ha crecido al mismo ritmo que ha decrecido la capacidad productiva industrial. Es lo que algunos denominan desconexión entre la economía real y la economía virtual.

La canalización de las inversiones hacia la especulación financiera fue una de las salidas que el capitalismo promovió a partir de los 70 como alternativa de escape ante el estancamiento económico (12). Las otras fórmulas de reacomodo económico se fundamentaron en la reestructuración neoliberal adelantada por Thatcher, Reagan y el FMI-BM, y en la deslocalización por parte de las multinacionales de empresas productivas hacia regiones de mayores “ventajas competitivas” determinadas por los bajos salarios, materias primas baratas, escasas regulaciones estatales y bajos impuestos, entre otras (13).

Esta especulación financiera permitió que las crisis financieras de los noventa se superaran con pequeños ciclos de aparente auge económico, como sucedió con la debacle de las punto-com en 2002. Una larga recesión se logró evitar cuando la reserva federal rebajó las tasas de interés al 1 % en junio de 2003, lo que facilitó el auge de la especulación inmobiliaria, permitiendo que el precio de los inmuebles aumentara entre 50 y 80 % en los Estados Unidos. Pero la especulación inmobiliaria de ese período es lo que ahora ha reventado y continúa actuando como catalizador de la actual crisis. La ruptura de la burbuja inmobiliaria está conduciendo a la quiebra a numerosos bancos en Estados Unidos y Europa Occidental, y sus efectos están todavía por verse (14). Para evitar males mayores, la Reserva Federal de los Estados Unidos y el Banco Central Europeo han inyectado miles de millones de dólares al sistema bancario durante los primeros meses del 2008, buscando mitigar la escasez crediticia y evitar posibles colapsos bancarios, como los ocurridos con el Banco Bear Stearns en el mes de marzo.

Las medidas para superar la crisis actual se fundamentan en los clásicos preceptos keynesianos de intervención estatal en la economía. El secretario del Tesoro, Henry Paulson, anunció una serie de medidas para reestructurar el sistema y darle más poderes de control a la Fed. Si se implementan estas medidas, la Reserva Federal podrá reglamentar a instituciones que antes no podía. Esto no es, ni más ni menos, que regresar a los controles estatales implementados en la época de la Gran Depresión. De hecho, economistas ganadores del Premio Nobel, como Joseph Stiglitz y Edmund Phelps, coinciden en afirmar que esta es la peor crisis económica desde los años treinta (15).

Por otra parte, junto a los efectos de esta crisis inmobiliaria sobre la población, en donde por los momentos se calcula que más de dos millones de ciudadanos perderán sus viviendas, se viene acumulando desde los ochenta un lento descenso en los niveles de vida de los trabajadores norteamericanos. Casi treinta años de estancamiento de los niveles salariales, y la progresiva generalización de las medidas flexibilizadoras de las relaciones laborales, han aumentado significativamente la tasa de explotación del trabajo por el capital en los propios Estados Unidos.

Se ha producido una creciente concentración del ingreso. En 1980 el 1 % de la población absorbía el 8 % del ingreso nacional. En el 2000 ese mismo 1 % se quedaba con el 20 % del ingreso nacional. El 10 % más rico de la población norteamericana paso de absorber un 33 % del ingreso nacional en 1950, a cerca del 50 % en la actualidad.

En el renglón de la salud, el número de estadounidenses adultos que están sin seguro aumentó de 16 millones en 2003 a 25 millones en 2007. Contando al resto de la población no adulta, se calcula que 75 millones de estadounidenses carecen actualmente de asistencia de salud durante al menos parte del año. En promedio, las primas de asistencia de salud aumentaron un 90 % desde el 2000, en comparación con apenas un 24 % de aumento de los salarios (16).

Estas circunstancias han provocado un significativo proceso de desintegración social, manifestado en el incremento de la criminalidad y en el desarrollo de toda una política estatal de criminalización hacia los pobres y las minorías étnicas. Actualmente los Estados Unidos poseen el mayor porcentaje de presos con relación a su población, y también puntean mundialmente en cantidad absoluta de ciudadanos tras las rejas. De 500 mil presos en 1980, hoy los Estados Unidos tienen (en 2006) 2.260.000 presos y cinco millones de ciudadanos bajo libertad condicional. Uno de cada cien estadounidenses se encuentra encarcelado. Con menos del 5 % de la población mundial, los Estados Unidos tienen el 25 % de todos los presos del planeta.

Las más de tres décadas de modelo neoliberal han ido configurando contradicciones profundas en los propios Estados Unidos y en el sistema económico mundial. El predominio de la especulación financiera sobre la economía productiva ha ido acumulando déficits enormes en las cuentas del gobierno norteamericano, en la balanza comercial, el presupuesto fiscal y la deuda pública, unido al aumento del gasto militar y de los precios petroleros. Junto a esto, el deterioro de los niveles de vida de la población configura presiones sociales en aumento.

Estas presiones sociales comienzan a manifestarse, por ejemplo, en el surgimiento de un movimiento social de defensa de la población de origen latinoamericano, que tuvo sus mayores expresiones en las masivas movilizaciones realizadas simultáneamente en decenas de ciudades norteamericanas el 1º de mayo de 2007. Pudiera pensarse también que el apoyo popular a la candidatura de Barack Obama representa en cierta forma una expresión de ese descontento popular, al margen de que el mismo no representa ni de lejos una alternativa de cambio dentro del propio sistema estadounidense.

El quid del asunto está en que estas presiones sociales pudieran avanzar a mediano plazo a configurar una crisis política al interior de los Estados Unidos, la cual se gestaría íntimamente vinculada al deterioro de las condiciones económicas, en la medida en que la inflación, la crisis financiera, el alto costo de los alimentos y de la gasolina, la crisis inmobiliaria y las presiones derivadas de las minorías étnicas en una sociedad profundamente racista, se juntaran y propiciaran significativas movilizaciones populares. En esto también pudiera jugar el destino de la guerra en Irak y Afganistán, por el creciente movimiento de rechazo hacia dichas intervenciones militares imperialistas.

Para culminar este punto, estamos asistiendo en los últimos meses a un aumento desproporcionado de los precios de los alimentos y del petróleo, originados aparentemente por la profunda especulación que el capital multinacional viene promoviendo en los mercados bursátiles. Dado que la demanda petrolera no ha aumentado ni la producción ha disminuido, ocurriendo algo similar con los alimentos, la única respuesta que queda es la ola especulativa en las bolsas de valores de Nueva York y Chicago. Esta especulación estaría soportada en los miles de millones de dólares que la Reserva Federal de los Estados Unidos ha puesto a circular para evitar la profundización de la crisis financiera. Los bancos está utilizando este dinero especulando en la bolsa para resarcirse de las pérdidas sufridas por el desplome de la burbuja inmobiliaria. Pero se está creando otra burbuja, que en su momento también estallará y profundizará la crisis.

El petróleo caro también se origina por la caída del dólar en el mercado de valores. Si la caída de dólar continuara, en un tiempo no muy lejano la moneda norteamericana dejaría de ser el valor de referencia para el mercado mundial, y en ese momento estallaría todo el peso de los grandes déficits que arrastra la economía gringa. La evolución de esta caída del dólar puede significar el derrumbe de la economía norteamericana, y los Estados Unidos quedarían en una posición de debilidad que los llevaría a perder su condición de superpotencia mundial (17). A esto se une la perspectiva del agotamiento del petróleo en pocas décadas, que prácticamente establece un plazo para que “el modo de vida americano” que impera en el mundo busque fuentes alternativas de energía, o sucumba en medio de una disputa anárquica por controlar las fuentes de energía.



Nota:
1) El artículo se denomina “Imperio, territorio y comunión rebelde”. Roland Denis - www.aporrea.org 06/06/08 - http://www.aporrea.org/tiburon/a58402.html.
2) Existe una obra de Samir Amin, de 1991, que lleva el mismo título de “El imperio del caos”, aunque las conclusiones aparentemente son diametralmente opuestas (no hemos leído la obra de Joxe). Amin afirma que la crisis desatada en la década de 1970 no ha podido ser superada por lo que él llama el “imperialismo colectivo” dominante. Al no poder superar la crisis mediante la instauración de un modelo de acumulación estable que garantice la expansión del capital, el imperialismo genera el caos, implementando políticas para “administrar la crisis”, pero que son incapaces de superarla en términos estructurales. Samir Amin. 2000. La economía política del siglo XX. Monthly Review.
3) Derechos como el de la salud, educación, trabajo, seguridad social, vivienda, recreación, sindicalización, contratación colectiva, servicios públicos, todos concebidos como obligación del estado y de prestación gratuita o en condiciones de pago apropiadas a los ingresos de las clases trabajadoras y populares. Nuestra constitución nacional es una buena muestra de esos derechos sociales que hace más de 60 años consagró el estado benefactor impuesto por el capitalismo keynesiano.
4) López Sánchez, Roberto. 2006. Una perspectiva actual del socialismo. Revista Cuestiones Políticas. Nº 36. Enero-Junio 2006. Maracaibo (Venezuela).
5) Francis Fukuyama (intelectual estadounidense), sostuvo en un artículo publicado en 1989 (publicado luego como libro) lo que él llamó “el fin de la historia”, entendiendo por ello que el modelo neoliberal imperante en el mundo globalizado era capaz de eliminar los conflictos en nuestras sociedades, destinadas a vivir en armonía de aquí en adelante (Fukuyama, 2002).
6) Economistas de la Universidad de Chicago, encabezados por Milton Friedman.
7) Carlos Andrés Pérez, como presidente de Venezuela, firmó la Carta de Intención con el FMI en febrero de 1989.
8) Como dice James Petras: “Desde comienzos de la década de 1990, se produjeron en toda América Latina movimientos extraparlamentarios sociopolíticos masivos, acompañados por alzamientos populares a gran escala que llevaron al derrocamiento de diez presidentes neoliberales clientes de EEUU/UE: tres en Ecuador y Argentina, dos en Bolivia y uno en Venezuela y Brasil”. PETRAS, James. 2006. Petras, Evo, Chávez y el imperialismo. http://www.voltairenet.org/article139664.html#article139664.
9) David Brooks/La Jornada. 2008. Se acabó la hegemonía de EEUU en América Latina, según expertos. 15/05/08 - www.aporrea.org/tiburon/n114150.html
10) Jorge Beinstein. 2008. El hundimiento del centro del mundo. Estados Unidos entre la recesión y el colapso. www.aporrea.org.
11) Samir Amin dice que las causas del debilitamiento del sistema productivo de Estados Unidos “son complejas y estructurales”. Samir Amin. 2004. Geopolítica del imperialismo contemporáneo. CLACSO. Buenos Aires (Argentina).
12) “La búsqueda de beneficios es la fuerza motora del capitalismo y, cada vez en mayor medida, sólo pueden obtenerse cuantiosos beneficios gracias a la especulación financiera, en lugar de conseguirlos gracias a la inversión industrial”. Walden Bello. 2008. Un capitalismo con tonos apocalípticos. http://www.pensamientocritico.org/walbel0408.html.
13) China sería el principal ejemplo de este traslado de las inversiones de capital hacia regiones de la periferia que ofrecen mejores condiciones para la explotación del trabajo.
14) En una clásica medida keynesiana, la Reserva Federal otorgó, en marzo de este año 2008, 30 mil millones de dólares para que JP Morgan comprara el banco de inversiones Bear Stearns y así evitar un desastre mayor.
15) Entrevistados por la BBC en abril de 2008. http://www.bbc.co.uk/spanish/specials/1328_crisis/page5.shtml
16) Informe del Commonwealth Fund. Publicado en www.aporrea.org, 10/06/08.
17) Paul Craig Roberts. 2008. ¿Por qué los precios del petróleo son tan altos? CounterPunch. Publicado en www.rebelión.org.

Roberto López Sánchez es integrante del Departamento de Ciencias Humanas, Facultad Experimental de Ciencias. Universidad del Zulia. Av. Universidad. Edif. Grano de Oro. Maracaibo, Venezuela.
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.

Las mil y una falsedades de PinoBush

Las mil y una falsedades de PinoBush



inSurGente.- Aunque todavía le restan poco más de seis meses al frente del Imperio, al actual mandatario norteamericano George W. Bush nadie le disputa un lugar en la historia de los Estados Unidos, como uno de los peores gobernantes que haya pasado por la Casa Blanca. No es sorpresa ver las encuestas que cada día salen sobre el futuro electoral de noviembre próximo, donde las señales de aceptación popular se inclinan cada vez más hacía el candidato demócrata Barak Obama. Una muestra del hastío político que han provocado ocho años de administración republicana, con su carga de guerras petroleras, recortes en los programas de salud y encarecimiento de la vida cotidiana de los norteamericanos, con sus consiguientes reflejos en el resto del mundo, fundamentalmente en las zonas más atrasadas, donde el hambre y la miseria son el pan nuestro de cada día.

Bush está al frente de una administración completamente desprestigiada, que no ha dudado a través de sus más significativos personeros, de engañar, obstruir y amenazar. Del miedo y la mentira hicieron un culto y se valieron inescrupulosamente para arrastrar a la opinión pública a favor de sus verdaderas maquinaciones.

Puede mover a una risa tragicómica, quien recuerde la campaña electoral del entonces candidato republicano George W. Bush en el año 2000, presentándose como un “conservador compasivo” que recortaría los impuestos, mantendría un equilibrio en el presupuesto general del Estado así como impulsaría una reestructuración del aparato militar de la nación, incluso oponiéndose a que las fuerzas armadas participaran en procesos de reconstrucción en el extranjero.


Todo fue mentira. Ocho años después, exhibe el siniestro record de haber incrementado los gastos militares hasta un nivel comparable al de la Guerra Fría a principio de los años sesenta; con una política tributaria que solo beneficia a los ricos y estrangula la economía doméstica de las clases menos favorecidas y con una desmesurada presencia de tropas en diferentes rincones del planeta.


En un reciente trabajo publicado por el diario cubano Granma y firmado por el colega Jean Guy Allard, anotaba que a pesar de los cuantiosos gastos militares de la administración Bush, que han puesto a la economía norteamericana al borde de una catástrofe, 65 millones de estadounidenses (el 22,4 % de la población) carece de asistencia sanitaria, con un alto índice de jóvenes afectados, según un reporte de la fundación privada Commonwealth Fund.


Más de 13 millones de personas entre 19 y 29 años carecen de seguros médicos y de ellos el 36 % son jóvenes negros y el 53 % jóvenes hispanos. Solo un pétalo de la pesadilla americana que algunos ilusos siguen pensando pudo ser un sueño.


De las mentiras de Bush y su pandilla presidencial integrada por Richard Cheney en la vicepresidencia y la señorita Condolezza Rice al frente de la Secretaría de Estado se ha dicho y se ha escrito mucho, pero mucho queda por escribir y por decir, incluso cuando esta pesadilla esté a punto de entregar las riendas del poder.


Recientemente vio la luz el libro Lo que sucedió dentro de la Casa Blanca de Bush y la cultura del engaño en Washington, del ex vocero de la presidencia Scott McClellan, donde acusa a George W. Bush de mentiroso y de haber montado una falsa campaña de propaganda para convencer a la opinión pública norteamericana para invadir Irak. Una guerra de rapiña que ya supera los cuatro mil muertos entre las tropas de intervención yanqui y que ha dejado un saldo de cientos de miles de muertos entre la población irakí, después de cinco años de cruel e injustificada invasión.


Una conflagración que deja sus huellas, además de los despojos humanos que terminan en el cementerio nacional de Arlington, en cientos de miles de soldados que regresan con las marcas irreversibles de la guerra. A través de un despacho reciente de Prensa Latina, se conoció que en el año 2007 crecieron en un 50 % los casos de stress postraumático como resultado de las prolongadas misiones en Irak y Afganistán, según un reporte del Pentágono.


Entre los años 2003 y 2007 se reportaron alrededor de 40 mil soldados diagnosticados, con mayor incidencia entre miembros del ejército y del cuerpo de Marines. Según un estudio, alrededor de 300 mil participantes de estas guerras están afectados por diversos desórdenes mentales.


Pero Bush y sus acólitos siguen engañando, insisten en sus planes y no escatiman en mentir. Continúan las promesas a los jóvenes negros e hispanos de pagar sus carreras universitarias con los créditos que otorgará el Pentágono cuando terminen su período activo en la guerra, sin enseñarles a quienes ocuparán la primera fila de combate, la verdadera cara de un retorno de cadáveres y mutilados.


Bush engaña al mundo que no quiso seguirlo en sus planes guerreristas. A pesar de las repulsas y las condenas internacionales, mantiene las prisiones secretas diseminadas por el mundo. Según un estudio de la organización no gubernamental británica Reprieve, los Estados Unidos han utilizado alrededor de 17 barcos militares como “prisiones flotantes” para presuntos militantes islámicos vinculados al terrorismo.


El director de Reprieve, Clive Stafford Smith, aseguró que la administración Bush elige barcos que operan lejos del alcance de la prensa y los representantes legales internacionales. Desde junio del 2005, Manfred Nowak, ponente especial de la ONU para la tortura, aseguró que existían acusaciones muy graves que apuntaban a la existencia de navíos-cárceles actuado al margen de las leyes, principalmente en el Océano Indico.


Y hablando de mentiras y desvergüenzas, se conoció a través de una denuncia del coronel Morris Davis, ex fiscal militar, que la administración de Bush presiona con fines políticos a los tribunales de la prisión de Guantánamo donde los militares utilizan técnicas violentas de interrogación. Según la denuncia del coronel Morris, altos representantes del gobierno de Bush le exigieron acelerar los juicios contra presuntos terroristas encarcelados en Guantánamo, para intentar crear en la opinión pública la imagen de un sistema de justicia que funciona adecuadamente.


Su arrogancia es tal que no ha dudado en pasar por encima de los intereses de la comunidad internacional. Rechazó el Protocolo de Kyoto que impone a los países ricos metas de reducción obligatorias en las emisiones de gases invernadero, causa a los que la mayoría de los científicos atribuyen el actual ciclo de recalentamiento global. Según el New York Times, la administración Bush oculta evidencias científicas que demuestran la urgencia de enfrentar el cambio climático.


La mentira y el insolencia se demostraron durante una reciente investigación de la Agencia Aeroespacial norteamericana (NASA), que admitió que existieron indicaciones de restringir el acceso de la prensa al experto James Hansen, quien lleva más de veinte años alertando sobre los peligros derivados del cambio climático y ha sido uno de los principales críticos de George W. Bush sobre el tema.


Muy pocos o casi nadie defiende al presidente mentiroso. Hasta sus más cercanos ya están marcando distancia. En cambio, las críticas son constantes y contundentes. El documentalista Michael Moore acusó a George W. Bush en su documental Fahrenheit 9/11 de utilizar los sentimientos públicos posteriores al 11 de septiembre del 2001 con fines políticos, así como de mentir al pueblo estadounidense acerca de las causas de la guerra de Irak. Otro importante cineasta, Spike Lee, muestra en su documental Cuando se rompieron los diques, un réquiem en cuatro actos, (When the Levees Broke: A Requiem in Four Acts) las desastrosas consecuencias de la gestión que las autoridades hicieron para paliar los efectos del huracán Katrina.


El embustero presidente ha sido fuerte y abiertamente criticado por muchos líderes internacionales, incluso por algunos que alguna vez fueron sus aliados. Gerhard Schröder, Jean Chrétien, José Luis Rodríguez Zapatero, Romano Prodi, Paul Martín y Vladimir Putin se han alzado señalando con el índice censurador al caricaturesco emperador americano. Las voces de Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales y Daniel Ortega siguen siendo látigos castigadores contra las políticas imperialistas del tiranuelo.


Entre las tantas promesas de campaña que se quedaron como mentirosas palabras en la voz de George W. Bush, estaba el programa de política exterior que auguraba una mayor relación económica y política con Hispanoamérica y que terminó convirtiéndose en una cacería contra casi 12 millones de ilegales en suelo norteamericano, con la agilización de los procesos de deportación y la construcción de más centros penitenciarios para los inmigrantes ilegales, la instalación de equipamiento más sofisticado en las fronteras y la construcción de un abominable muro separador en la frontera con México. Solo en el año 2007, los Estados Unidos repatriaron a 35,546 niños mexicanos que habían cruzado la frontera ilegalmente.


Hace unos días, el periódico Granma publicó en La Habana un interesante trabajo de Reynaldo Taladrid, acerca de una investigación del periodista Dan Froomkin para el Washington Post, según datos ofrecidos por los archivos de la agencia encuestadora Gallup, sobre un grupo de records que acumula el presidente George W. Bush.


Según Gallup, Bush ha tenido la caída más brusca del índice de aprobación de un mandatario estadounidense. De un 90 % en el 2001 a un 28% en el 2008, para un 62 % de caída jamás registrada por un presidente. Acumula, además, el mayor índice de rechazo a su gestión alcanzado por un gobernante con un 69 %, solo aventajado por Harry Truman, que en enero de 1952 alcanzó el 67 % de rechazo de los electores.


Otros de sus “meritorios” logros está en el porcentaje de norteamericanos que considera que la invasión a Irak fue un error al llegar al 63 % y por primera vez en la historia de Estados Unidos el 50 % de los norteamericanos rechaza fuertemente al presidente de la nación. El record anterior lo tenía Richard Nixon quien llegó a tener el 48 % de rechazo, poco antes de dimitir al cargo tras el escándalo de Watergate. Cierra la investigación asegurando que Bush lleva tres años y tres meses con menos del 50 % de aprobación a su gestión, lo que es igual al mayor tiempo consecutivo para un gobernante en la Casa Blanca acompañado de la impopularidad pública.


Quedan poco más que seis meses para que terminen ocho años de engaños y mentiras. Ocho años en que el consumidor norteamericano ha visto dispararse sus esperanzas y el deudor tercermundista precipitarse sus desgracias. Gracias a las políticas de Bush y sus acreedores políticos del Complejo Militar Industrial, la industria petrolera y el ala más reaccionaria y conservadora del Partido Republicano, el hambre campea por sus respetos y el único lenguaje posible de los yanquis para con el mundo es el del chantaje de las armas.


Como asegura el teólogo y escritor brasileño Frei Betto, las esperanzas en el cambio –para muchos- están en Barak Obama por ser negro, hijo de inmigrante africano, joven y crítico de la política guerrerista de Bush. Pero sin olvidarnos –recalca Betto- que el senador y candidato demócrata a la presidencia Barak Obama es y seguirá siendo un efecto –y un resultado- del mercadeo electoral.


Gane Obama o gane McCain, el imperio tratará de seguir esquilmando al mundo, que cada día se resiste más a doblar la cerviz. Esperemos pues, que la decencia y el respeto a la vida decidan alguna vez entrar a la Casa Blanca.


¿Termina la pesadilla?

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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.

Productos transgénicos, genocidio planetario

Fermín Gongeta
Gara

Si junto a tu casa dispones de un jardín o de un pequeño espacio verde que procuras mantener limpio, o dispones de un trozo de huerta donde cultivas tus hortalizas; si en tu que hacer diario te molestan las «malas hierbas», seguro que alguna vez has comprado y utilizado un herbicida para destruirlas, y ha sido Roundup, que es capaz de destruir todo tipo de planta y algo más, y también de contaminar nuestro organismo.

El herbicida Roundup de la empresa americana Monsanto es presentado por su fabricante como un producto biodegradable y ecológico; lo llaman producto fitosanitario para extremar la confusión. Pero el herbicida no es biodegradable ni ecológico, sino peligroso para la salud pública, para quien lo manipula y, a través de la cadena alimenticia, para nosotros los consumidores. Su principio activo, el glifosato, ataca a las hormonas del crecimiento de todo tipo de vegetación hasta su destrucción total.

Se han evidenciado residuos de este producto tanto en aguas subterráneas como en las superficiales -95% de los ríos bretones- e incluso en el organismo humano. Estudios de los residuos tóxicos en los agricultores que habían empleado el herbicida manifestaron su presencia en la orina de un sesenta por ciento de ellos y, lo que es más grave aún, en una parte de sus familiares, esposas e hijos. La Sociedad Americana del Cáncer manifestaba que las personas expuestas al glifosato tenían mayor riesgo de desarrollar un cáncer linfático. Ahora bien, el Roundup es más que el glifosato, su materia activa, y más peligroso para la cadena alimenticia, pues va unido a otras sustancias como el POEA, un detergente que favorece la propagación de las diminutas gotas pulverizadas sobre las hojas de las plantas. El profesor Bellé, en Bretaña, señala que el Roundup induce las primeras etapas conducentes al cáncer. La toxicidad aguda del conjunto Roundup es concluyente para todos los investigadores. Un laboratorio de la Universidad Tech de Texas ha establecido que la exposición al Roundop de las células Leydig, alojadas en los testículos, que juegan una función capital en el funcionamiento del aparato genital masculino, reducía un 94% la producción de las hormonas sexuales. La extensión mundial de su utilización hace que este producto incremente su potencial agresivo. El herbicida Roundup se ha convertido en el producto estrella de la agricultura, de la jardinería y de los gestores de jardines y espacios públicos. «En el área de herbicidas -afirma Monsanto en su página 3W- la compañía prevé que su negocio de glifosato, que se comercializa bajo la marca Roundup, podría generar entre 1.300 y 1.400 millones de dólares de beneficio bruto en el año fiscal 2.008».

Ha sido utilizado para la destrucción de plantaciones enteras por parte de USA en Colombia. La empresa Monsanto utilizó el Roundup Ultra, multiplicando por cuatro su propia eficacia, para pulverizaciones aéreas de la frontera colombiano-ecuatoriana. Destruyó así más de 1.500 hectáreas de cultivos alimenticios, manioca, maíz, plátanos, tomates, caña de azúcar, árboles frutales y provocó la muerte de animales. Entre los años 2000 y 2006 se estima que más de 300.000 hectáreas sufrieron pulverizaciones aéreas y más de 300.000 personas fueron intoxicadas. No se trata de bagatelas. El libro titulado «El mundo según Monsanto», escrito por Marie Monique Robín (Ed. La Découverte, 2008)* y subtitulado «De la dioxina a los OGM, una multinacional que os quiere bien», impacta y sobrecoge más allá de los límites imaginables de la realidad. Sin pretenderlo, recuerda el film «Erin Brockovich» del director Steven Soderbergh, donde investiga un caso de contaminación de agua por parte de una poderosa organización que comporta graves y mortales enfermedades a los habitantes de la zona. Es difícil no terminar asustado con la lista de escándalos que arrastra la firma americana Monsanto a lo largo y ancho del planeta.

Desgraciadamente no es todo. Al herbicida le han sucedido los OGM, los organismos genéticamente modificados.

En 1972 uno de los investigadores de Monsanto afirmó: «En lugar de investigar sobre nuevos herbicidas, ¿por qué no crear plantas selectivas -manipulando su patrimonio genético- capaces de sobrevivir a las pulverizaciones de nuestro Roundup?».

Una treintena de investigadores trabajaron en el proyecto creyéndose verdaderos revolucionarios «verdes». Tras 700.000 horas de trabajo y una inversión de 80 millones de dólares, descubrieron la bacteria insensible a su desherbante Roundup, era el conocido como 35S, el virus del mosaico de la coliflor, junto a trozos del ADN de la petunia. Era lo que debían introducir en las semillas utilizando un «cañón de genes» -común en la ingeniería genética- sin saber el punto exacto donde introducían el elemento patógeno dentro del organismo a manipular, ni sus consecuencias en la alimentación. Nació la soja Roundup Ready, la soja resistente al herbicida Roundup, que según su fabricante poseía la misma sustancia que la soja convencional. Nada más falso, pues contiene entre 12 y 14% menos de fitoestrógenos y mantiene en su interior cantidades importantes de glifosato, el principio activo del desherbante, 20mg/kg, que naturalmente fue permitido por los poderes públicos. Es así como los fabricantes de productos transgénicos han convertido el producto activo del desherbante en alimento.

Una investigación de la universidad de Pavia sobre la alimentación de soja transgénica en animales señala que «el hígado había tenido una actividad fisiológica mucho más elevada, encontrándose modificaciones similares en las células del páncreas y de los testículos». Indicando como posible origen los residuos del desherbante en la soja transgénica.

Añadamos los problemas ligados a la producción. La soja resistente al Roundup tiene un rendimiento inferior a la soja tradicional; el que sea resistente al desherbante, hace de la soja transgénica una mala hierba que precisa la utilización de desherbantes cada vez más frecuentes y potentes; la soja transgénica debilita los suelos agrícolas y hacen al agricultor completamente dependiente de la empresa Monsanto.

La patata, el tomate, el maíz, la soja, el arroz, el trigo... ¿todos ellos transgénicos? Parece cierto si no lo detenemos. El doctor Darío Gianfelici, médico en Cerrito, a 50 kilómetros de Paraná, en Argentina, decía: «Las autoridades sanitarias de este país son completamente irresponsables... Preparamos un verdadero desastre sanitario y desgraciadamente los poderes públicos no se han dado cuenta de lo que nos jugamos».

Las multinacionales Novartis, Sandoz, Syngenta y, más agresivamente si cabe, Monsanto, pretenden incrementos de producción agrícola a base de la contaminación genética de productos, suelos, animales y personas. Infectan el mundo sin solucionar el hambre, y cuando les hacen descubrir sus aberraciones, proponen transformar sus productos transgénicos en combustible, en una imparable marcha hacia adelante, infectando el mundo con la aquiescencia de gobernantes. El jueves 5 de junio terminó la Cumbre de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria de la FAO (Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU) que se celebró en Roma. No se mencionó la invasión de maíz transgénico que sufre México, ni se habló de la conquista de la soja resistente al desherbante en Argentina, en Brasil y Paraguay, ni de la desertización del planeta provocada por las multinacionales de la des-alimentación. Al contrario, como escribe Win Dierckysens, «la especulación creada en torno a los alimentos básicos se transforma en carburante y empuja los precios de los cereales y del azúcar hacia unos nuevos máximos inalcanzables para una inmensa masa de la población que principalmente se encuentra en Asia, África y América Latina». Como señaló un judío de Nazaret, «al que tiene se le dará más, y al que no tiene hasta lo poco que tenga se le quitará». Es el liberalismo.
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Segundo día de movilización en Kyoto: 200 manifestantes y 400 policías marchan por las calles

Acción Global Anticapitalista

Ayer día 26 Junio dio comienzo oficialmente la reunión de los ministros de asuntos exteriores de los países miembros del G8 en la ciudad de Kyoto. Al igual que el día anterior, los diferentes grupos y colectivos anticapitalistas de la ciudad se movilizaron en contra de dicho evento.

Así, la jornada arrancó a las diez de la mañana con un meeting organizado por la plataforma compuesta por la red de sindicatos de Kyoto, colectivos internacionalistas, ONGs, grupos antimilitaristas y otros de carácter internacional como Attac Japón. En las diferentes intervenciones del meeting se ha apuntado sobretodo al carácter destructor de las posiciones del G8 en materia medioambiental y de políticas sociales así como el papel que juega este ente antidemocrático en materia de relaciones internacionales y militarismo.

Más tarde, a las dos del mediodía dio inicio una segunda manifestación después de la del día anterior. De nuevo, una de las consignas mas escuchadas fue “no a la cumbre que ataca el medio ambiente y genera pobreza” y se vieron camisetas donde se leía “tirar el G8 a la basura es ecologismo”. Esta vez, la presencia policial prácticamente doblaba en número a los manifestantes. Estaríamos hablando de unos doscientos manifestantes frente a cerca de medio millar de agentes. Éstos agentes estaban, de nuevo, divididos en cuatro grupos distintos. Por un lado, agentes uniformados encargados de mantener la manifestación dentro de su recorrido y dentro de un único carril de la calzada, lo que la convertía en una columna muy estrecha; por otro, agentes antidisturbios que permanecían en las esquinas de las calles por donde se iba desplazando la manifestación; un tercer grupo compuesto por agentes que, aunque vestidos de paisano, llevaban un gorro que les identificaba como policía, según nos han explicado se trata de lo que aquí llaman la policía política; y por último, un numeroso grupo de policías sociales camuflados bajo gorras deportivas, gafas de sol y mascarillas en la boca. Estos dos últimos grupos se dedicaban a andar junto a la manifestación apuntando en libretas sin ningún disimulo todo lo que iba pasando y haciendo fotos a veces a escaso palmo de las caras de los participantes en la marcha.

A pesar de la gran presencia policial, la manifestación transcurrió en un ambiente tranquilo pero combativo, e incluso, en algún momento hasta festivo, cuando un pequeño grupo de percusión se unió a la marcha. No deja de sorprendernos la media de edad de los manifestantes que estaría sobre los cuarenta y cinco o cincuenta años de edad echando así de menos la presencia de activistas más jóvenes. De igual manera nos sorprende la forma de movilización muy cercana a las formas utilizadas en los años setenta y ochenta: manifestaciones que transcurren sin prisa pero sin pausa, con cánticos monótonos y de puño en alto. También la gran cobertura mediática, hecho que nos hace pensar que una manifestación, por pequeña que sea, se trata de un evento poco habitual en la ciudad.

Por otro lado, en la propia ciudad se respira un ambiente tenso a causa de la ocupación policial que está sufriendo. Vuelo de helicópteros, policía en muchas esquinas, secretas, identificaciones en la calle… y es que la zona roja aquí no se trata de una zona amurallada, sino de una zona que comprende a media ciudad y que está tomada por las fuerzas policiales.

Después de la dos jornadas de movilización en Kyoto las siguientes citas serán en Tokyo a partir del día 28 de junio.
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