4 may 2008

Uribe en el espejo de Fujimori

ALAINET

Oscar Ugarteche

Un rasgo del gobierno peruano tres veces electo de Alberto Fujimori es que de la intolerancia hizo una virtud. Persiguió a sus opositores políticos con la misma fuerza implacable con la que luchó contra las fuerzas insurreccionales, cerrando el espacio político a un pequeño charco donde se miraban Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori y los empresarios y abogados que se enriquecieron en esa etapa de reformas económicas del Banco Mundial.

La falta de democracia en el Perú de los años 90 llevó a que se acusara a quien fuera de ser un agente del “narco terrorismo” y sobre todo a deslegitimar, matar civilmente, a los que actuaban por el restablecimiento de la democracia. Por esa razón, salvo un pequeño grupo de desquiciados, el grueso de los políticos peruanos permanecieron en silencio en la década del 90. Por esa misma razón, además de las afinidades ideológicas, es que los medios de comunicación y sus propietarios estuvieron dispuestos a recibir dinero para hacer campañas a favor de Fujimori. Por esa misma razón, la programación de la televisión local el día de la tercera elección de Fujimori, en abril del 2000, pasaba seriales antiguas y no comentarios políticos ni noticias sobre las elecciones. Por esa razón, los generales convocaron a un empresario del tamaño de Dionisio Romero, segundo o tercero en importancia en el Perú en riqueza en el Perú, la mayor parte lograda en la década del 90, para que hiciera una campaña de apoyo a Fujimori cuando hasta los empresarios estaban con vergüenza de darle apoyo abierto electoral no obstante su enriquecimiento de la década.

Ya reelecto por tercera vez le juramentó a las fuerzas armadas su lealtad a la patria y escudado por el Cardenal primado del Perú asumió la investidura de Presidente un mes antes del 28 de julio, el 20 de junio del año 2000. Las fuerzas armadas eran la base política del Fujimorismo tanto como el Banco Mundial era su programa económico. El cardenal y el Opus Dei su soporte moral. El asesor de inteligencia Montesinos, encargado de asegurar la estabilidad del régimen, mientras tanto, acumulaba centenares de millones de dólares que se repartía con Fujimori. Algunos de esos venían de las arcas públicas, otros del narcotráfico.

Fue Fujimori tras su tercera elección , en olor de multitud en medio de una trampa electoral donde ni tenían el millón de firmas para presentarse ni tenían los resultados, pero eso no importaba. Tenían el poder y “salvo el poder todo es ilusión” dice Mao. La Secretaria de Estado, Madeleine Albright, convocó a Fujimori a Washington en mayo del 2000 para advertirle que sabían que los resultados electorales del voto de abril eran falsos pero agregar que lo apoyarían si se deshacía de Montesinos. Como recordamos, no se deshizo de Montesinos, con quien compartía cuartel en el Servicio Nacional de Inteligencia.

Montesinos fue denunciado por el Ministerio de Defensa de Colombia como proveedor de armas a las FARC, a las cuales pagaba con cocaína. Dijeron que Montesinos utilizaba los aviones de la Fuerza Aérea Peruana para transportar las armas que traía de Jordania y luego lanzaba en paracaídas sobre la selva colombiana.

Uribe no tiene a Albright sino a Condoleeza Rice en Washington, incapaz de un gesto político como el de Clinton/Albright. Tiene a Bush para que le endose la política de seguridad nacional que ahora también aplican los demás países de México hacia el Sur. Más Bush se va en pocos meses. Tiene Uribe a su lado a los paramilitares que son lo que Montesinos a Fujimori, narcos que tienen dinero para la campaña. Tiene a las masas, que lo apoyan porque ha puesto orden, su orden, a la Iglesia y al Banco Interamericano. Uribe, como Fujimori, lo único que no tiene es la razón. El poder desquiciado, y Uribe podría aprenderse la lección del final de Fujimori, antagoniza a la masa. Hoy, a pesar de Alan García, está Fujimori detenido y bajo juicios. Montesinos está en la cárcel y los que antes los apoyaron los reniegan. Cuando Montesinos ordenó poner bombas en la sede del Banco de la Nación el 27 de julio del 2000 para que pareciera que lo habían hecho los manifestantes opositores, sabía lo que hacía. No sabía que el final estaba cerca. Esto es análogo a su ataque a las FARC en Ecuador y a la ofensiva mediática y diplomática contra Ecuador. Las terceras elecciones son una mala idea y peor si el entorno está podrido. Y el de Uribe, como el Fujimori antes, lo está. La pérdida de popularidad es breve y rápida. Esto Fujimori no lo aprendió. Ojalá Uribe se vaya por las buenas y no por las malas como el dúo dinámico peruano hoy encarcelado. Todo lo demás es para distraer la atención de que tiene un entorno narco paramilitar y que busca la tercera elección.

- Oscar Ugarteche, economista peruano, trabaja en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México, e integra la Red Latinoamericana de Deuda, Desarrollo y Derechos (Latindadd). Es presidente de ALAI.
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.

Saqueo, explotación y despojo de los recursos naturales del ejido Acamilpa, en el municipio de Tlaltizapán, Morelos.

El problema inició en 1980 cuando un ejidatario de nombre Basilio Salgado, apoyado por la CCI, comenzó a explotar los recursos no renovables del ejido de Acamilpa sin autorización del mismo. Se realizó una asamblea para regularizar la situación y así el ejido pudiera obtener recursos, ya que se trataba de tierras con tenencia ejidal. En esa época se acordó que se iban a dar $6 al ejido y $3 al ejidatario sin que hubiera problema por lo que el ejidatario estaba recibiendo.

Durante el sexenio de Carlos Salinas cambio el artículo 27 y todo se viene abajo, porque el ejidatario ya podía hacer “lo que quisiera” con sus tierras. Esto hizo que personas de fuera compraran e hicieran negocios, provocando que el ejido ya no recibiera más recursos. Roque Pacheco Fernández, quien es ajeno a la comunidad, es hoy propietario de la mina de arena y principal saqueador de esas tierras, quien en complicidad con autoridades policíacas y de gobierno ha hostigado y demandado a los pobladores de esa comunidad…

Ha despojado al ejido parte de su territorio y utilizado las tierras de cultivo para la explotación de la arena sin haber notificado el cambio de uso de suelo apoyado por la procuraduría agraria y el registro agrario nacional (RAN) que han dado el poder y los títulos para explotar los recursos no renovables de dichas tierras pasando por encima de la asamblea, además convirtiendo lo que era originalmente un camino de saca en vía de transporte de la arena, el gobierno reconoce ilegalmente a ésta como carretera federal. Rafael Martínez Flores, secretario de gobernación, ha usado a la policía estatal y municipal de Tlaltizapán apoyados por la policía federal para proteger el transporte de arena ordenando detener y enviar directo a Atlacholoaya a quien intente detener el paso de los camiones, esto por solicitud directa de Roque Pacheco, ya que ha habido varios intentos de los pobladores de bloquear la salida de los camiones protestando contra el saqueo, explotación y despojo de los recursos naturales.

Los pobladores que viven a un lado del camino han sufrido importantes riesgos a la salud en especial de las vías respiratorias a causa del polvo excesivo que producen los camiones…

“Filo”, quien es ejidatario de Acamilpa, ha sido victima de denuncias, amenazas de muerte y golpes por parte de Roque Pacheco, quien también ha demandado a dos señoras de 80 años de edad, Margarita Zamora Baldura y Petra López Rodríguez acusándolas de supuesto robo e invasión de propiedad privada. Los pobladores aseguran que no se trata ya de una persona: “no estamos peleando con la persona, estamos peleando contra la corrupción… no se puede hacer justicia si ellos son los principales en no practicarla… por la vía legal no hemos podido hacer nada”.

Por medio de esta denuncia responsabilizamos a Roque Pacheco Fernández y al gobierno federal, estatal y municipal por la integridad física de todos nuestros compañeros, ya que él, coludido con las autoridades, ha hostigado, golpeado y amenazado de muerte a los que nos hemos atrevido a levantar la voz denunciando sus atropellos.

Denunciamos ante los medios de comunicación y las organizaciones hermanas nacionales e internacionales que lo ocurrido en el pueblo de Acamilpa, Morelos, no es hecho aislado sino parte de una estrategia de estado que pretende despojar a los pueblos de sus recursos naturales en beneficio de unas cuantas persona.

¡¡ALTO AL DESPOJO INDISCRIMINADO DE NUESTROS RECURSOS NATURALES!!
¡¡ALTO A LAS AGRESIONES EN CONTRA DE LOS EJIDATARIOS DE ACAMILPA!!

Bloque Popular Revolucionario
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¡Este día no es de fiesta! ¡Es de lucha y protesta!

Por Sandra Torres y Lourdes Godínez

México DF, 1 de mayo 08 (CIMAC).- “¡Este día no es de fiesta! ¡Es de lucha y protesta!”, gritaba una mujer del Sindicato del Frente Campesino Francisco Villa al iniciar esta mañana la marcha conmemorativa del Día Internacional del Trabajo en la Ciudad de México, que en esta ocasión tuvo como demandas principales un “no a la reforma laboral y energética”.

En punto de las diez de la mañana se empezaron a organizar los contingentes, alrededor de 200 organizaciones sindicales y sociales independientes, la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), el Frente Sindical Mexicano, entre otros, saldrían de puntos estratégicos de la ciudad: el Ángel de la Independencia, en avenida reforma; el monumento a la Revolución; el Hemiciclo a Juárez y el Palacio de Bellas Artes, en el centro Histórico, y la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco.

Paso a paso, cada uno de los contingentes marchaba por Reforma hasta llegar a la plancha del zócalo capitalino. Las mujeres avanzaban dispersas en varios de los contingentes, organizadas y en grupo en otros como los sindicatos del Seguro Social, telefonistas, electricistas, mineros y sobrecargos aéreos, en pie de lucha, sosteniendo mantas en reclamo por mejoras laborales y el respeto a la autonomía sindical.

Muchas de ellas llevaban de la mano a hijas e hijos, empujaban carreolas, los cargaban en brazos y hombros, se dejaban oír sus gritos y consignas a una voz: “¡La patria no se vende!”.

Al frente del contingente de la sección 271, del Sindicato Nacional Minero, iban las mujeres, eran pocas pero combativas gritando, una y otra vez: “¡De norte a sur. De este a oeste. Ganaremos esta lucha. Cueste lo que cueste!”

Con playeras rojas y mantas en contra de la privatización a la empresa Petróleos Mexicanos, un grupo de mujeres comentó a Cimacnoticias “vamos al frente porque estamos luchando por incrementar la plantilla de obreras en la minería y porque representamos a muchas de las mujeres que han perdido a sus esposos en este riesgoso trabajo”.

Entre los mineros y electricistas un pequeño contingente de alrededor de 100 mujeres caminaban en silencio, un silencio de reclamo, por la defensa de su fuente de trabajo en las calles de Circunvalación, en el barrio de La Merced, en los alrededores del centro Histórico de la Ciudad de México. “El servicio sexual es un trabajo, pese a quien le pese, y nuestra lucha es por que se nos provea del servicio de salud y se respete nuestras garantías individuales”, explicaron a Cimacnoticias.

Una manta donde se leía “Perdí mi cuerpo, ahora lluevo sobre la ciudad” iba al frente del contingente. Una decena de mujeres mostraba carteles en demanda de justicia para una de sus compañeras que fue violada y robada por un militar quien sobornó a los agentes de la policía para que la acusaran. Ahora ella se encuentra encarcelada, la acusan de haber robado y agredido a su agresor.

En otro contingente, mujeres y hombres de la cooperativa de refrescos Pascual gritaban: “¡No somos acarreados! ¡Estamos organizados!”, al frente una banda de guerra y tres banderas: al centro la de México, a la derecha la de la cooperativa y a la izquierda una con los colores de la bandera de la diversidad sexual, que ondeaba una mujer.

Desde un camión acondicionado con bocinas se escuchaba la voz de una mujer mayor que, con enojo, advertía: “Ahora la lucha es por la defensa de la soberanía del país, con el petróleo no te hubieras metido Felipe (Calderón), vale mas morir de pie que vivir arrodillado, esta vez si no hay solución, habrá revolución”.

En el cruce de reforma y Juárez una madre y su hijo de 6 años repartían volantes de la Coordinadora de Trabajadores y Organizaciones en Defensa del ISSSTE y la Coordinadora Sindical Independiente y democrática.

Obreras de Duro de México, empresa americana que se dedica a la fabricación de focos, también se hizo presente con un grupo de 20 mujeres que marchaban por una demanda de igualdad de condiciones laborales con los hombres, alrededor de 150, y por el aumento en la plantilla de mano de obra femenina.

En el contingente de más de un centenar de trabajadores de Industria Corona de Plástico, empresa que se encuentra en Toluca, Estado de México, se distingue el grito de 70 mujeres “¡Felipe entiende la patria no se vende!

Alrededor de las 12 del día, el sindicato de bomberos de la Ciudad de México hizo su arribo al zócalo capitalino. En toda la Plaza de la Constitución se escucha la sirena de anuncia su llegada. En sus mantas demandan mejores unidades, equipamiento y capacitación. Hay pocas mujeres, pero están presentes con su equipo y mochilas al hombro. Son muchos las y los niños en este contingente, los hijos de estos trabajadores que se ven contentos montados en las camionetas que sus padres usan todos los días apagando incendios y salvando vidas.

“¡Ya vamos llegando! ¡Felipe está temblando!”, consigna que repetía cada contingente, uno a uno entraban a la plancha del zócalo, como ya es tradicional dejaban un espacio entre ellos para hacer su entrada corriendo y caminar hacia el templete, donde se encuentran sus dirigentes dándoles la bienvenida.

SÓLO UNA ORADORA

Luego de la llegada de los primeros contingentes, poco antes de las 11 de la mañana, entre los que se encontraba
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Pronunciamiento de la Junta de Buen Gobierno de la Zona altos de Chiapas

JBG Corazón Céntrico de los Zapatistas Delante del Mundo

JUNTA DE BUEN GOBIERNO
CORAZÓN CÉNTRICO DE LOS ZAPATISTAS DELANTE DEL MUNDO
SNAIL TZOBOMBAIL YU'UN LEKIL J'AMTELETIK
TAO'LOL YO'ON ZAPATISTA TA STUK'L SAT YELOB SJUNUL
BALUMIL

01 de mayo de 2008

A LA OPINIÓN PÚBLICA NACIONAL E INTERNACIONAL
A LA SOCIEDAD CIVIL NACIONAL E INTERNACIONAL
A LOS ORGANISMOS DE DERECHOS HUMANOS
HERMANOS Y HERMANAS:

Por este medio, la Junta de Buen Gobierno Corazón
Céntrico de los Zapatistas Delante del Mundo, Zona
Altos de Chiapas, México. Da a conocer el acontecimiento sucedido en la madrugada del domingo 27 de abril del presente año,sobre el operativo de 500 efectivos de la Policía Preventiva, en la comunidad de Cruztón, municipio de Venustiano Carranza, Chiapas.

El operativo, según los testimonios que tenemos , fue verdaderamente degradante e injusto para la comunidad antes mencionada, porque se caracteriza por el exceso de amenazas con armas, el maltrato verbal y groserías a los habitantes de la comunidad. Dentro del operativo, se muestra algo que en otras ocasiones no han sucedido, es el caso de que el dirigente del operativo, es un civil, claro también iba armado y con rostro cubierto. Entonces no sabemos qué es lo que está detrás de este operativo, porque algunos de los que fueron afectados son: 28 familias adherentes de la Otra Campaña, 2 familias bases de apoyo del EZLN y 14 familias pertenecientes al Partido Acción Nacional (PAN).
Para eso, vamos a dar a conocer públicamente los siguientes testimonios que dieron los mismos habitantes de la comunidad:

Primero: al entrar el operativo, desde el principio empezaron a amenazar y agredir a los niños y niñas, a los jóvenes y las jóvenas "para que confesaran dónde están sus papás".

Segundo: los policías empezaron a catear casas sin mostrar justificación alguna, ni autorización judicial, como resultado de eso, fueron destrozadas 10 viviendas, tirando las puertas de las mismas y amenazaban de volver otra vez para acabar con la comunidad.

Tercero: cuando entraron en las casas, no sólo destrozaron las viviendas, sino que también se llevaron dineros, la cantidad de $11,500.00 y más la joyas que encontraban a sus pasos.

Cuarto: durante el operativo, detuvieron a 6 personas, fueron sacados a la fuerza de sus domicilios y fueron golpeados fuertemente por los policías. Por eso los detenidos presentan lesiones en diversas partes de sus cuerpos, y estos detenidos correspondes a los siguientes nombres: Tiburcio López Hidalgo, Santos Díaz Calvo, Gildardo López, Manuel Gómez López y José Lázaro López López.

Quinto: las mujeres de la comunidad, al ver que las policías están deteniendo ya a varias personas, se organizaron para poder recatar a sus compañeros de la detención, a pesar de las amenazas que recibían de los policías de ser disparadas si rescatan a sus compañeros, pero las mujeres se arriesgaron para rescatar a sus compañeros sin importar las consecuencias. No sólo eso, sino que Fidel Gómez González, civil armado quien dirigía el operativo, sujetó a Josefa
Gómez Álvarez en su cuello, mientras que policías y civiles armados, amenazaban con destruir las casas y llevarse a todos y que el desmadre será más grande, decían los policías.

Sexto: por todo lo que sucedió durante el operativo, la comunidad manifiesta su indignación y culpa al mal gobierno de ser traidor, porque el problema de tierra que hay en esa comunidad con otras personas, se estaba tratando de resolver con el gobierno de manera pacífica, pero el mal gobierno responde de una manera violenta e indignante. Para esto, los campesinos de origen indígena manifiestan que ya no se puede confiar en ningún momento en las falsas promesas de los malos
gobernantes porque en cualquier momento nos pueden traicionar. Para esto, la comunidad de Cruztón rechaza enérgicamente la acusación de haber invadido una extensión de 308 hectáreas de tierra, porque todo eso es pura mentira, ellos dicen que esas tierras es de ellos de por sí, por eso exigen a las autoridades de resolver el verdadero problema. También exigen al gobierno del estado de respetar el derecho a la tierra, la cancelación de las órdenes de aprehensión
giradas injustamente y el respeto a sus existencias.

Como Junta de Buen Gobierno, condenamos enérgicamente las actitudes violentas del mal gobierno a través de sus corporaciones policíacas como en la comunidad de Cruztón, bajo el pretexto de una supuesta invasión de tierra. Ante esto no podemos quedarnos callados porque es nuestro deber y obligación denunciar ante la opinión pública todo tipo de injusticias, atropellos y violaciones de los derechos humanos que se cometan a cualquier tipo de personas, sin importar la
organización que pertenezcan.

Con esta actitud del gobierno estatal, federal, contradice todo lo que tanto hablan de mantener la seguridad, la tranquilidad y la paz, porque no es con desalojo, represión, persecución y encarcelamiento como se logra la paz. Lo que está haciendo el mal gobierno con esto, es para justificar la
militarización de las comunidades y así poder saciar un poco su ambición de manchar las manos de sangre indígena, sangre campesina, sangre pobre y de sangre trabajador, así como se demuestra claramente en los operativos donde quiera que realiza el mal gobierno, porque en los operativos siempre hay detenidos a personas inocentes, lesionados, golpeados, violación a mujeres, desaparecidos, robos y destrucción a
pertenencias sin justificación alguna.

POR EL MOMENTO ES TODO NUESTRA PALABRA. DESPUÉS SEGUIREMOS INFORMANDO LO QUE PUEDAN PASAR.

ATENTAMENTE
LA JUNTA DE BUEN GOBIERNO
CORAZÓN CÉNTRICO DE LOS ZAPATISTAS DELANTE DEL MUNDO
ZONA ALTOS DE CHIAPAS
FLOR LÓPEZ PÉREZ
MATEO PÉREZ GÓMEZ
ESAÚ RODRÍGUEZ AGUILAR
PATRICIA HERNÁNDEZ SANTIZ
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Bolivia: es ahora; por Jorge Gómez Barata


Cuba Debate/ inSurGente.- “Cuando en febrero de 1917 triunfó en Rusia la revolución burguesa que derrocó al zar, estableció el gobierno provisional y abrió el camino para la instauración de un régimen parlamentario liberal, los bolcheviques que salían de la cárcel y regresaban del exilio, Stalin y Trotski entre ellos, estaban felices: ¡Al fin la democracia! (…) En la estación de ferrocarril donde fue recibido por el Comité Revolucionario de Petrogrado, Lenin que volvía tras 15 años de destierro, arrojó un balde de agua helada: “¡No nos interesa la república parlamentaria…! ¡No nos interesa ningún gobierno que no sea el de los soviets…! Esta república no es nuestra república…!(…)”

Aunque dejó un legado para la historia, fijó una posición inequívocamente revolucionaria y expresó un punto de vista atendible, Lenin no vivió lo suficiente para resolver aquel dilema que sus sucesores echaron al olvido y que aun sigue vigente. No sólo como una tarea sino como una tragedia.

La gran ironía de estos tiempos es que el fracaso del socialismo real no sólo hizo retroceder a partes de la humanidad hacía etapas ya superadas, restauró el capitalismo salvaje y entregó baluartes como la Unión Soviética a los capitalistas y mafiosos, sino que arrastró consigo al marxismo, el único pensamiento alternativo a la dominación oligárquica y de clases y desactivó los esfuerzos por encontrar caminos propios.

La democracia liberal es una conquista de la burguesía…para la burguesía que mediante una exitosa maniobra ideológica hace creer que se trata de un patrimonio de toda la sociedad. De ese modo, la clase en el poder, más que legitimar, sacralizó su estructura de dominación.

Desde entonces, en nombre de la democracia y al amparo de sus procedimientos pueden derrocarse gobiernos, invadir países, encarcelar líderes y últimamente desmembrar naciones. Lo que no se permite es quebrar el poder de la oligarquía dependiente del imperio, avanzar en la liberación nacional y social y mucho menos refundar naciones.

En sentido estricto, lo único que el sistema basado en la democracia liberal le ha dado a los sectores populares, a cambio de su lealtad y del acatamiento de todas las reglas, es el derecho a votar. El voto es la única cuota de poder de que disfrutan los individuos a los que, como una dádiva, se les habilita para ejercerlo cada cierto número de años. Con buena suerte un trabajador mexicano o de cualquier país vota diez veces en su vida.

El hecho de que, a falta de recursos y enfoques propios, los líderes populares, los pensadores avanzados, los patriotas e incluso los revolucionarios hayan aprendido a utilizar los resortes de la democracia liberal, para intentar concretar las necesidades populares y de que incluso, constituya una opción preferible a ninguna, es un paliativo, un sucedáneo, no una solución de fondo. Fidel Castro y Che Guevara se percataron del problema cuando advirtieron sobre la inconveniencia de utilizar las “armas melladas del capitalismo” en la lucha por el socialismo.”

La verdadera tragedia es que no se trata de una carencia de uno u otro proceso político ni de una cuestión coyuntural, sino de una deformación estructural, que condena al movimiento popular a luchar por alcanzar sus objetivos en la lucha de clases con los instrumentos y las armas que sus adversarios le han proporcionado y con los cuales consiguen éxitos eventuales que, muchas veces significan un paso adelante y dos pasos atrás.

El fondo del asunto es que el sufragio, los parlamentos, el equilibrio de los poderes y otros preceptos del pensamiento liberal que, eventualmente pueden ser utilizados como herramientas para alcanzar metas legítimas y avanzar de unas conquistas a otras, son fácilmente reversibles. Bolivia y Venezuela no son los primeros casos en que la democracia formal es utilizada contra la democracia real y el sufragio manipulado se levanta para anular el sufragio limpio. Eso es exactamente lo que está ocurriendo.

El pueblo boliviano eligió a Evo Morales como su presidente para conducir a todo el país y no como regente de cuatro provincias, que es en lo que quieren convertirlo los separatistas. Tampoco los gobernadores departamentales fueron elegidos para hacer leyes y enmendar la Constitución del Estado a la medida de intereses de oligarcas y caciques locales que, con el respaldo de la reacción del imperio, han puesto en marcha un golpe de estado electoral, que tratan de presentar como expresión de la voluntad popular.

América Latina está obligada con Bolivia, el más genuino y autóctono de nuestros países, un testigo excepcional de la tragedia vivida por los ancestros y el único lugar de América donde la indiada, paria en su tierra por más de medio milenio, en una excepcional coyuntura histórica, eligió a uno de los suyos, el único gobernante indio que, en olor de santidad, con la humildad de los de su raza, reivindica a los preteridos de siempre y los encabeza en una lucha contra el hambre, la incultura y por la tierra.

No se trata ahora de ocultarse tras hojas de parra ni de invocar subterfugios legales para ser omisos en el ejercicio de la solidaridad y permitir que otra vez los pueblos originarios sean los perdedores. Sin Bolivia tal y como es ahora, América Latina no será la misma.

Hace quinientos años no estábamos para enfrentar a los que avasallaron a los pueblos originarios y no hubo fuerza para impedir que Moctezuma y Cuauhtémoc fueran traicionados y Tupac Amaru descuartizado. Ahora no hay excusa para la complicidad ni para el silencio cómplice.

Ahora están aquí los gobiernos progresistas y los militares patriotas, la intelectualidad comprometida con los valores humanos y la iglesia de base, la juventud vigente, las organizaciones internacionales y los partidos de izquierda, los periodistas honestos, los movimientos populares y la opinión pública de Latinoamérica y del mundo. No es demasiado tarde. Hay que gritar y actuar ahora.

¡Bolivia debe sobrevivir porque Bolivia es como la tierra madre!
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La tortura no es cultura


Activistas antitaurinos saltan al ruedo en la madrileña plaza de Las Ventas

inSurGente.- Un grupo de manifestantes antitaurinos ha saltado esta tarde al ruedo de la madrileña plaza de Las Ventas con carteles en español e inglés en los que protestaban contra la tortura a los animales. Hagan clic en "Leer más" para ampliar la información. (La fotografía recoge un momento de la protesta.)


El suceso ha tenido lugar después de arrastrarse el primer toro de San Martín con el que Morenito de Aranda ha confirmado alternativa. Hasta ahora, las protestas de los activistas antitaurinos se solían llevar a cabo a las puertas de la plaza.

Los manifestantes, que pedían la abolición de las corridas de toros, han sido increpados por los aficionados mientras hacían una sentada en el ruedo. Finalmente, el personal de la plaza les sacó del ruedo.
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La burguesía boliviana intenta hoy romper el país para que las multinacionales sigan esquilmando


InSurGente.-El gobierno nacional, encabezado por el presidente Evo Morales, ha dicho en repetidas ocasiones que los comicios son ilegales, y que responden a intenciones elitistas y separatistas por parte de la elite empresarial de Santa Cruz, el más prospero de los departamentos bolivianos. El sábado, la prensa local informó que el Consejo Supremo de Defensa Nacional -organismo de asesoramiento del presidente en temas de seguridad, y del que forman parte el primer mandatario, los ministros de Defensa, de la Presidencia, Gobierno, Hacienda, el canciller y todo el alto mando militar- criticó el referendo como ilegal, aunque aclaró que "las Fuerzas Armadas no ven a los prefectos (mandatarios regionales) opositores como enemigos".

El Día D es un término militar que se utiliza para señalar una fecha de combate trascendental en la historia (como el desembarco yanqui sobre Normandía que derrotó a los alemanes en 1944). De igual forma podemos afirmar que este 4 de Mayo es el Día D para Bolivia frente a la política oligárquica que amenaza con la secesión del país a través de un referéndum para avalar el "Estatuto Autonómico" en el departamento oriental de Santa Cruz ((concentra más del 40% del PBI y 25 millones de hectáreas de tierra). De salir victorioso el referéndum anticonstitucional de la derecha, Santa Cruz adquiriría el derecho jurídico para aprobar sus propias leyes.

De este modo desconocerían la reforma agraria, la “nacionalización” del gas, elaborarían su propio presupuesto y crearían sus propias fuerzas policiales. Pero además, la victoria de la derecha oligárquica cruceña animaría a los grupos de poder de Tarija, Beni y Pando para seguir el mismo camino. Todo esto con el objetivo de “independizar al oriente” y sabotear al gobierno de Evo Morales.

Pero, ¿Cómo a llegado Bolivia a esta situación de crisis política si Evo ganó las elecciones del 2005 con el 54% de los votos? Porque la política del gobierno desde ese entonces ha sido reformista y vacilante. La debilidad invita a la agresión, dice el dicho popular, y este ha sido el carácter de la administración indígena.

La administración evista, producto de dos insurrecciones populares, que plantearon una crisis revolucionaria en Octubre del 2003 y Mayo-Junio del 2005 (derrocando 2 presidentes), en vez de profundizar la revolución, concilió la Ley de Convocatoria de la Asamblea Constituyentela AC. Luego, cuando el maravilloso movimiento campesino de Cochabamba derrocó al prefecto derechista Manfred Reyes Villa en enero del 2007, el gobierno, desmovilizó. Ahora, las fuerzas de la reacción están en el poder en Cochabamba. Y en Santa Cruz han creado su fuerza fascista denominada la Unión Juvenil (AC), los referéndums autonómicos y el reglamento de Cruceñista (UJC).

A esto hay que agregar que el nivel de vida del pueblo trabajador no ha cambiado substancialmente. La economía crece menos que la media de Latinoamérica. El aumento de salario ha sido insuficiente. La crisis alimentaria comienza a golpear los bolsillos del pueblo. Más de la mitad de la población sigue siendo pobre. Y cuatro quintas partes de los trabajadores están en la economía informal y continúa emigrando (Argentina y España, principalmente). Si no hay cambios importantes en la vida de los trabajadores, se estará preparando el camino para la confusión y desmoralización.

Toda esta crisis política son una advertencia de inminente guerra civil. La OEA (que no declara ilegal el referéndum derechista), el Tribunal Electoral y la Iglesia, propuestos como intermediarios por el gobierno, han convocado al “diálogo”. Pero la derecha sigue adelante con su Plan golpista. Es así como se entiende el último documento del Departamento de Estado norteamericano que dice, “…en Bolivia existe nuevo potencial como posible lugar para actividades terroristas…” (La Prensa, 01-05-08).

Recientemente, Heinz Dieterich, en un articulo titulado, “Evo Morales evita golpe militar del Primero de Mayo en Bolivia”, describe las reuniones conspirativas de los militares bajo el liderazgo de Comandante General del Ejército boliviano, General Freddy Mackay Peralta. Y se alegra de que los llamados del gobierno para frenar el golpe hayan tenido éxito. Pero hay que ser ciegos para pensar que con invocaciones a la defensa del Estado de Derecho capitalista, los generales van a desistir de sus intentonas golpistas. Un ejemplo histórico de lo anterior lo tenemos en el Chile de Salvador Allende.

En días anteriores, Fidel Castro Ruz, denunció las intentonas golpistas de la oligarquía boliviana y el imperialismo. Intelectuales del mundo se han pronunciado contra la secesión cruceña. Esto conllevó a una reunión de los lideres del ALBA en Caracas, que Luis Bilbao, denominó una Dirección Política internacional, apoyando al gobierno democrático de Evo Morales.

Inmediatamente después, Hugo Chávez declaró en la reunión del ALBA que, “....El imperio ha escogido como blanco a Bolivia...El imperio quiere frenar la integración de Suramérica y ha escogido, ahora, como blanco a Bolivia...”.Luego, continua, “...Una cumbre para enfrentar la problemática alimentaria, para acordar solidaridad plena con Bolivia ante este plan imperial...Golpe contra Venezuela, petróleo; invasión contra Irak, petróleo; agresiones y amenazas contra Irán, petróleo; golpe imperialista y desestabilización contra Bolivia, gas-petróleo-energía. Es el imperio y debemos darnos cuenta...Estamos seguro de que Evo, al frente del pueblo, va a sortear las dificultades y va a conducir la nave boliviana hacia los puertos de la dicha...” (bolpress.com, 23-04-08).

No obstante, el gobierno parece que ha perdido la brújula. En vez de convocar a una movilización de masas, como lo ha hecho Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales, ha llamado a la abstención el 4 de Mayo. Denuevo trata de conciliar los intereses de dos clases sociales antagónicas que son como el agua y el fuego.

Después de 3 años de gobierno evista, la derecha se siente fuerte, pero así también se sentían cuando dieron el golpe de Estado a Hugo Chávez el 11 de abril del 2002.

Y la clase obrera y campesina boliviana tiene más tradición revolucionaria que la venezolana.
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¿Llegará a haber un Estado palestino?


Françoise Germain-Robin
L’Humanité

Traducido del francés para Rebelión por S. Seguí


Bajo la presión militar permanente de Israel, los fundamentos físicos, económicos y humanos de un Estado palestino se hallan en vías de desaparición. ¿Hay todavía un lugar en Palestina para un Estado palestino? Es esta cuestión paradójica la que suscita el debate con nuestros dos invitados, Leila Shahid, representante de la Autoridad Nacional Palestina en Bruselas, y Régis Debray, escritor y mediólogo (1). Régis, que no ha olvidado que fue filósofo, ha titulado su último libro Un candide en Terre sainte (2), y lo ha dedicado a la vez a su viejo amigo François Maspero, que le dio la idea de este reportaje “tras los pasos de Jesús”, y a Jacques Chirac, que le confió la delicada misión de estudiar “las coexistencias étnico-religiosas” en Oriente Próximo. En busca de los Evangelios y Palestina, Debray sólo ha hallado algunas evocaciones. Unos, atenuados por el tiempo; la otra, hecha pedazos por la ocupación y la colonización. Ha dado testimonio de la desaparición progresiva e inexorable del territorio de lo que debería ser un día Palestina. Precisamente este año, que debería ser, según George Bush, el de la creación del Estado palestino prometido por la ONU en 1947.

Por su parte, el movimiento sionista ha concretado su promesa y festejará los sesenta años de Israel. Es la primavera para Israel, y el invierno de la Naqba para los palestinos.

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Pregunta: Señor Debray, cuando uno termina la lectura de Un candide en Terre sainte no está lejos de la desesperación absoluta en lo relativo al futuro de Palestina. Tras su viaje de estudio sobre el terreno –en 2006, a petición de Jacques Chirac—, formula usted una afirmación implacable: “Los fundamentos físicos, económicos y humanos de un Estado palestino se hallan en vías de desaparición.” Y afirma también que ya en 1938 “la administración británica había verificado la imposibilidad de crear en Palestina dos Estados, uno judío, otro árabe.” Así pues, todas estas luchas, estos planes de paz, ¿todo esto no ha servido para nada? Y Leila Shahid, representante de Palestina en Bruselas, ¿está de acuerdo con este diagnóstico?

Régis Debray: En The Crack-Up, Scott Fitzgerald afirma: “Deberíamos ser capaces de comprender que las cosas no tienen remedio y sin embargo estar decididos a cambiarlas.” Es cierto; en este lugar que descubría de nuevo, después de varios años, mediante el análisis de mapas detallados debidos al brillante trabajo de los geógrafos de las Naciones Unidas, –la OCHAA—, comprobé la aplicación de un programa que se está llevando a cabo sin alharacas ni periodistas, y que consiste simplemente en ir hasta la frontera que es por el momento la del Estado de Israel: el río Jordán. Así se desarrolla, no de manera maquiavélica, sino de manera a la vez vital, espontánea, inexorable, una colonización camuflada de obras de infraestructuras, captación de aguas, ocupación de alturas, conexiones entre una colonia y otra, oficialización urgente de una colonias salvajes… en pocas palabras, un proceso que es un rodillo compresor y que no corresponde en absoluto a la imagen que tenemos en el exterior.

Ante esta realidad, me encuentro ante la siguiente dificultad: ¿hay que dejar a la propaganda diplomático-mediática que nos siga diciendo que “dentro de un año tendremos dos Estados”, que “la Conferencia de Annapolis ha reanudado la esperanza de paz", que “nosotros, Francia, exigimos la congelación de los asentamientos”… ¿Hemos de permitir esta cortina de humo o hemos de decir la realidad tal como es?

A mi modo de ver, lo que sería desesperante, es la validación de esta cortina de humo. Significaría dar por bueno el doble juego de un gobierno que se esfuerza en ser consensual en el exterior pero que actúa implacablemente en el interior. Y el doble juego de Occidente, que consiste en dejar hacer al más fuerte, protegiéndolo mediante una serie de declaraciones apaciguadoras. ¿Debemos rasgar esta cortina, con el riesgo de desanimar y desmoralizar a nuestros amigos palestinos? Es un dilema. Personalmente, escribo para mi opinión pública, para los franceses, para los europeos y no quiero que se adormezcan con faltas certidumbres.

Leila Shahid: Regreso de pasar un mes en Palestina después de cuatro años de ausencia, y estoy completamente destrozada, hundida, de ver hasta qué punto las cosas han empeorado. Tengo la impresión de que en cuatro años la situación se ha vuelto casi irreversible. Empezando por Jerusalén. Jerusalén hoy día ya no existe como ciudad árabe al Este e israelí al Oeste. El lugar en el que el muro es más repulsivo, más difícil de vivir, es Jerusalén. Porque allí, todo él es de cemento. En otros lugares, en los 700 kilómetros de recorrido, a veces es una verja con alambradas. Pero en Jerusalén, la gran Jerusalén, que es 60 veces más grande que en 1967, es totalmente de cemento y tiene nueve metros de altura.

En segundo lugar, es en Jerusalén Este donde la ampliación de las colonias ha sido más importante. Todas las informaciones lo prueban, en particular las realizadas por Paz Ahora, que ha hecho un notable trabajo de monitoreo de las colonias. Es algo que se enmarca en la tradición sionista clásica de una política de hechos consumados. Es algo que liberará a Israel de la necesidad de negociar el estatuto de Jerusalén, porque si esto continúa ya no habrá nada que negociar.

La tercera cosa que me ha chocado mucho es la extensión de las ramificaciones viarias que unen lo que se conoce como ring road, o carretera de circunvalación de Jerusalén, que anexionará prácticamente toda la ciudad en el plano del transporte y del espacio. Estas ramificaciones sólo comunican las colonias. No hay una sola vía que vaya a Beit Hanina o cualquier otro suburbio de Jerusalén Este. El aislamiento de Jerusalén respecto a Cisjordania y los territorios ocupados es un hecho consumado: ya no podemos hablar de Jerusalén Este como capital del Estado de Palestina. Por último, y esto afecta concretamente a los franceses teniendo en cuenta las empresas participantes (Veolia y Alstom), el tranvía conectará las colonias de Jerusalén Este a Israel, en abierta violación de todas las normas del Derecho Internacional.

En el resto de Cisjordania, la extensión de las colonias en torno a Ariel, la de Ma’ale Adumin prácticamente hasta el mar Muerto, la extensión del bloque de Gush Etzion, hacen que no queden ya más que tres entidades completamente separadas: el bantustán del Norte, el del centro y el del Sur, que no son viables como territorio de un Estado.

Cuando usted les dice todo esto a los responsables israelíes, éstos, con toda la seriedad del mundo, le responden que van a hacer túneles por debajo de las colonias y puentes por encima, a fin de respetar la letra de lo escrito en los acuerdos: la continuidad territorial. ¡Es literalmente kafkiano, pero lo dicen poniendo cara seria!

Los primeros que pueden comprobar este estado de hecho, son los habitantes de Palestina, que ya no reconocen visualmente el paisaje en el que viven. Cada día hay o bien una nueva colonia, o bien una salvaje deviene oficial, o bien otra alcanza la calificación de ciudad, como Ariel o Modi’in. Esta constatación es verificable por boca de la mayoría de los ciudadanos, aunque no de los responsables de la Autoridad Nacional Palestina. Si los responsables se vieran obligados a admitir que ya no hay fundamentos territoriales para un Estado, entonces deberían dejar de negociar. O bien deberían adoptar otra estrategia.

Pregunta: En su informe usted prevé una anexión, en el plazo de treinta años, de todos los territorios ocupados. Sarih Nusseibeh, rector de la universidad de Al Qods, recuerda en su último libro (3) que un día publicó una carta abierta en la que pedía a Israel que se anexionase los territorios palestinos, lo que conduciría, a más largo plazo –afirmaba—, a que los palestinos tuvieran los mismos derechos cívicos que los israelíes. Y resolvería el problema, máxime teniendo en cuenta que el crecimiento demográfico palestino es elevado. ¿Prevé usted una solución de este tipo?

Régis Debray: Yo no preveo ningún tipo de solución porque no soy un político, ni un diplomático, ni, menos aún, un futurólogo: todos ellos se equivocan permanentemente. Lo que digo es que estamos asistiendo a lo que se denomina en otros lugares una limpieza étnica, más o menos soft pero perfecta porque se trata de la cosa sin la palabra. Es a la vez algo continuo e invisible. Mi problema no es concebir planes quiméricos, sino partir, como dice Leila, de la situación tal cual es. Las Naciones Unidas la conocen al detalle, mediante mapas perfectamente objetivos, meticulosos y elaborados casi cotidianamente. Lo que me planteo es el futuro de los palestinos y el de la Autoridad Nacional Palestina. La propuesta de Nusseibeh es en el fondo la de un Estado binacional, de la cual los israelíes no quieren ni oír hablar. Podemos comprenderlos. Han creado un Estado para tener un lugar en el que sean mayoritarios y salir de una situación de minoría que se remonta a la época del emperador Tito. Podemos comprender que no tengan ganas de ser, al cabo del tiempo, otra vez minoritarios. La lógica misma del proyecto sionista excluye la binacionalidad. De lo contrario, el sionismo no tendría sentido.

Lo llamativo para mí es esta especie de silencio que guarda la Autoridad Palestina, la cual, ante este estado de cosas, tendría dos actitudes posibles: la primera: me disuelvo, le entrego a usted las llaves y aplicamos el Cuarto Convenio de Ginebra (4), en virtud del cual el que ocupa un país debe gestionarlo, es decir, pagar a los funcionarios, financiar los hospitales, las carreteras, las escuelas, etc. Esto tendría al menos el mérito de la claridad y pondría a todas las partes ante sus responsabilidades. La otra solución es la de enviar los mapas de la región a George Bush, Nicolas Sarkozy y Anthony Blair y decirles: “Basta de juegos. No tenemos los medios para oponernos a esta situación, pero al menos seguimos de pie y lúcidos. No aceptamos la actitud de Tartufo que ustedes adoptan. Hablan de perspectivas que no tienen ningún viso de realidad. Exhortan a los israelíes a tomar medidas, y éstos asienten con la cabeza a la vez que hacen exactamente lo contrario. Y ustedes nunca se dan por aludidos. Consideramos que son ustedes corresponsables de una violación cotidiana de la legislación internacional. No los consideramos como una instancia neutra de supervisión. Ustedes han tomado partido por un Estado que, por razones que le son propias y fácilmente explicables, se considera por encima de la Ley.”

Lo que encuentro lamentable cuando se es amigo de la causa nacional palestina –como yo mismo hubiera sido amigo de la causa israelí en 1946— es avalar no sólo una denegación de justicia sino también una mentira perpetua y un adormecimiento general de la opinión pública. Si seguimos como quien no se da cuenta de nada, como si hubiera negociaciones entre dos partes iguales y de buena fe, nos convertimos en colaboradores. He aquí las cuestiones que muchos palestinos, y no sólo afines a Hamás, y muchas personas bien informadas, como nuestro embajador Stéphane Hessel, comienzan a plantearse.

Pregunta: ¿Qué opina de todo esto Leila Shahid?

Leila Shahid: Estoy de acuerdo con la no credibilidad del proceso de negociación, hoy. Fue creíble entre 1993 y 2000. Y aprovecho para aclarar que no ha habido negociaciones desde el verano de 2000 hasta Annapolis, es decir, prácticamente durante siete años. Sólo se han reanudado, oficialmente, desde Annapolis, pero sin realizar ningún avance. La realidad, por su parte, se ha agravado mucho. Es cierto que hay dos posibilidades: o bien la Autoridad a cargo de las negociaciones, es decir Mahmoud Abbas, dice: “Es una mascarada que me desacredita y vacía de credibilidad todo el proceso, por lo tanto me voy a casa”, y pone el dossier en manos de una comunidad internacional que se ha mostrado inexistente; o bien afirma: “La negociación no ha funcionado, es necesaria una nueva estrategia, militar, política, de levantamiento popular; lo que sea, pero otra cosa.” Es decir, poner punto final a la estrategia de Oslo en la que fue, personalmente, el negociador principal.

¿Por qué Abbas no hace ni una cosa ni otra? No creo que sea por falta de valor ni porque no llegue a las mismas conclusiones que nosotros, que sí llega. Pero, el día que lo diga públicamente se habrán terminado las negociaciones. Y deberá pasar el testigo a un tercero. ¿Pero a quién? Las Naciones Unidas han demostrado su incapacidad para asumir su papel, y la comunidad internacional es, por primera vez desde la II Guerra Mundial, totalmente cómplice de la ocupación y no es capaz de tratar a Israel como a un Estado sujeto a derecho. Es la primera vez en el mundo que un Estado va tan lejos en la violación de las leyes sin que se le aplique ninguna forma de presión, ni directa ni indirecta, ni económica ni política.

Estimo que la razón directa de lo que aparece casi como un tipo de colaboración –es Debray quien emplea esta palabra, no yo­– es en parte responsabilidad de una comunidad internacional que no ha dejado otra posibilidad a la dirección palestina. Entre los palestinos hay un sentimiento profundo de hallarse en un cara a cara total con Israel, de hallarse entregados a Israel. Se trata de una conciencia clara de que la comunidad internacional no funciona en lo relativo al problema palestino, y ni siquiera exige la aplicación de sus propias resoluciones, empezando por la Resolución 242 de las Naciones Unidas, que rechaza la adquisición de territorios por la fuerza. Esta Resolución se aplica cuando se trata de los Balcanes, Timor Leste, Kosovo y cualquier otro lugar del mundo, pero no cuando se trata de Israel. Y ello es debido a que Israel, por su relación histórica con Europa, puede hacer caso omiso de todas sus obligaciones.

Es esto lo que crea la ilusión –y digo que es una ilusión– de que no hay salvación fuera del diálogo directo con los israelíes, en una relación de fuerzas tan desigual que se utiliza no sólo para cambiar la realidad sino, lo que es más grave, para desacreditar a aquellos que como yo hemos optado por la coexistencia. En mi opinión, Yasser Arafat es un personaje histórico para los palestinos que también lo es para los israelíes. Y no porque Oslo fuera negociado correctamente –que no lo fue– sino porque hizo que su pueblo adoptase la idea de coexistencia. Lo que quiere decir, aceptar la legitimidad de Israel y hacerla aceptar por todos los árabes. Hoy, el descrédito que envuelve al proceso de paz desacredita también el concepto mismo de coexistencia. Pues ante la ceguera total de los israelíes, las opciones de que dispone la dirección palestina no son muy numerosas.

La otra opción consiste en cerrar la negociación abierta en 1993, por falta de resultados. Mahmoud Abbas afirma que lo hará antes de fin de año si no hay cambios.

¿Hay otra estrategia, otra forma de lucha política o incluso militar? Creo que la dificultad es el desafío que representa Hamás, que, desde el principio, rechaza la vía negociadora. Decir que se renuncia a ella equivale a reconocer su éxito. No es fácil. Disolver la Autoridad Nacional Palestina sería una irresponsabilidad completa, pues ¿a quién se confiaría la población palestina?, ¿a los israelíes?

Por estas dos razones, la Autoridad Nacional Palestina sigue por un camino que puede ser malinterpretado y que suscita entre la población, y también entre los amigos de Palestina, un cuestionamiento inmenso. Hay una reflexión en la sociedad palestina sobre la redefinición de una estrategia. Como si hubiéramos acabado un ciclo. Israel deberá asumir su responsabilidad en la terminación de este ciclo iniciado en 1993, y que le ofrecía, por primera vez en 45 años, una legitimidad. Si no hay ya esperanza de un Estado palestino, perdemos todo ese bagaje y se abre un nuevo ciclo del que nadie puede establecer su perfil.

Pregunta: ¿La idea de Régis Debray de instalar la ONU en Jerusalén podría cambiar las cosas?

Régis Debray: Aparentemente es esperpéntica, pero en el plano jurídico es inatacable. La Carta de las Naciones Unidas no determina el lugar donde deba establecerse la Sede. Si una mayoría de la Asamblea General así lo decidiese, el Consejo de Seguridad no podría oponerse. La idea está ya en Massignon, que en 1937 se daba cuenta de que la Sociedad de Naciones, como la ONU hoy –un trasto, según el general de Gaulle–, no estaba a la altura de su tarea. Massignon dijo que podía revitalizarse instalándola en Jerusalén, que consideraba ya un lugar conflictivo. Pero los estadounidenses no tienen ningún interés. Controlan la ONU por diferentes medios, el primero de los cuales es la osmosis, el sistema de escuchas, las diversas presiones sobre los Estados pobres. Los israelíes tampoco lo desean. Es un país ultrasoberanista que no desea que la comunidad internacional se meta en sus asuntos.

Tener la ONU en casa puede ser embarazoso, cuando uno se niega a aplicar sus resoluciones. Pero a largo plazo habría un interés físico de todas las naciones del mundo en que reinase la paz en el lugar-sede de la ONU. Sería una garantía de seguridad a largo plazo para Israel. Además, sería un punto de equilibrio que garantizaría la neutralidad: no es sano que el organismo encargado del Derecho se halle en el lugar de la Fuerza. La coincidencia entre la capital de un imperio y la del Derecho Internacional está viciada por principio.

Leila Shahid: Por mi parte, considero esta idea genial; nunca se me había ocurrido. Pero si resulta imposible mudar la ONU, se puede al menos intentar implicarla más. No se ha hecho un balance de sus fracasos. Tenemos una tendencia excesiva a atribuir el fracaso a los palestinos, especialmente en estos momentos. Si no hemos sido capaces de desafiar a Israel, con el pretexto de que no se puede atacar a su soberanía, a la vez que este país lo hace con otros, estamos aplicando la ley del embudo. ¿Dice que la ONU es un trasto? Pero no hemos encontrado otra cosa con que sustituirla. Si Israel desea anexionarse todos los territorios, va a encontrase con cinco millones de palestinos en sus manos y deberá gestionar esta situación en todos los planos, incluido el de la seguridad. Quizás un día Israel tendrá necesidad de las Naciones Unidas para salir del fangal en el que se habrá metido.

Régis Debray: En efecto, hay algo de suicida en la actitud de los israelíes, y algunos de ellos tienen conciencia de este hecho. He visto a Abraham Burg (5) hace poco: es uno de los que ve a lo lejos. Una de las razones para mantener la esperanza es la presencia de espíritus libres en Israel, gentes que alían una gran cultura con una gran valentía, y que se dan cuenta de que la política de fuerza no es sólo ilegítima sino también contraproducente en sí misma, y causa, a fin de cuentas, de debilidad.

Hay una palabra capital que no hemos pronunciado: la Shoah. Israel es un Estado al que se le permiten muchas ilegalidades. ¿Por qué? Porque para todo Occidente es un remordimiento y una falta. Tenemos el sentimiento de tener una deuda, quizás no eterna, pero que aún no ha sido pagada, y que se llama Holocausto. Esta deuda otorga a Israel el estatuto ontológico de víctima, y ejercer una presión sobre este país es hacerse, de algún modo, cómplice a posteriori de un crimen contra la humanidad.

Europa está paralizada porque lleva sobre sí esta inmensa culpa. Es significativo que sean los países en los que no ha habido deportaciones ni estrellas amarillas los más objetivos, los más valientes. Me ha impresionado la actitud de la Iglesia anglicana en relación con otras iglesias cristianas. También los países nórdicos, España, todos los países que no tienen este estigma innoble en su pasado y que se nos recuerda cada día: no pasa un día en que la radio, la televisión, los periódicos no citen el Vél d’Hiv (6) y Vichy. Y esto da a Israel una inmunidad que nadie se atreve a cuestionar. Esto en lo relativo a Europa.

En cuanto a Estados Unidos, es una colonia espiritual del pueblo hebreo. Está escrito en los genes del país, en su génesis histórica. Así pues, tenemos en Europa una imposibilidad psicológica de intervenir y en Estados Unidos una imposibilidad teológica. Las dos, conjuntamente, forman la comunidad internacional. Dicho esto, no queda gran cosa que esperar del exterior. Salvo si un palestino se alza ante la comunidad internacional y comienza a hablar la verdad, a decir: “Sí, ha existido la Shoah; sí, es un crimen inexpiable, pero, ¿debemos expiarlo nosotros, que no lo hemos cometido?, ¿acaso un crimen contra la Humanidad excusa crímenes de guerra perpetuos?” Creo que hay que sacudir a la opinión pública internacional. El trabajo que Arafat ha hecho ante su pueblo y el mundo árabe es preciso que un palestino lo haga ante la conciencia internacional. Que la ponga ante su propia retórica, que la tome al pie de la letra: “¿Son ustedes la Ley, sí o no? Si no se respeta lo que ustedes dicen, cesen de firmar resoluciones. Disuélvanse.” Es preciso ser un poco radical para ser realista, es decir, es necesario ir a la raíz de las cosas. Estimo que los palestinos no son suficientemente radicales. Y no hablo de violencia, sino de radicalidad teórica y práctica.

Leila Shahid: Es cierto que los palestinos, como el mundo entero, han caído en la trampa de la diplomacia biempensante. Han creído en un nuevo orden mundial en el que cada uno tendría su lugar. Estoy de acuerdo con el análisis de qué es lo que ha paralizado a la comunidad internacional. Por esta razón yo les digo a las altas instancias europeas: “Israel no es sólo nuestro problema, es también el de ustedes. Israel forma parte de su historia. Forma parte de nuestro presente y de nuestro porvenir, pero no de nuestro pasado. Y ustedes no pueden ajustar cuentas con su pasado contentándose con enviarnos ayuda humanitaria.”

Considero que la propuesta de coexistencia hecha por Yasser Arafat estaba basada en esta premisa: aunque no hemos sido históricamente responsables del genocidio, asumimos que es un crimen contra la Humanidad, que ha tenido lugar. Asimilado esto, hemos aceptado reconocer a Israel y su deseo de fundar un Estado nacional en un lugar donde nunca había habido un Estado judío. Es por esta razón que nos sentimos, en el plano de la madurez política y de nuestra posición ética, por delante de muchos de los conflictos nacionales: hemos integrado al que ha sido nuestro enemigo histórico en la visión de nuestro propio futuro. No se reconoce suficientemente este mérito a los palestinos.

La tragedia es que a causa de la obstinación israelí, a causa de la culpabilidad del mundo en relación con Israel, vemos desarrollarse por primera vez en la historia un auge del antisemitismo en un mundo árabe que no comprende que la única respuesta de Israel sea más expulsiones, más colonias, más muro. Pero hay en Israel personas justas a las que quiero rendir homenaje, militantes anticolonialistas que ven más lejos que los políticos.

Cuando se tiene la impresión de que todas las salidas están bloqueadas, como ahora, algunas cosas pueden desencadenar una situación nueva. Hay en la sociedad israelí, en el plano de los escritos, algunos cuestionamientos fundamentales. Por ejemplo, el último libro de Abraham Burg, que se atreve a llamar las cosas por su nombre y describir el estado de su sociedad, aún a riesgo de linchamiento. Por ejemplo, Schlomo Zand, que acaba de publicar en hebreo un libro en el que se pregunta si se puede hablar de un pueblo judío. Hay en el pensamiento judío sionista una reflexión que puede poner en cuestión muchas cosas.

Lo que me desespera, en cambio, es Europa. Trabajo desde hace dos años en los medios de la Unión Europea, uno de los conjuntos regionales que más cuentan en el mundo. Esta Europa se muestra incapaz de existir políticamente, pero en cambio se lanza a proyectos nuevos, como la Unión por el Mediterráneo.

¿Cómo es posible hablar de una unión de este tipo con un conflicto tan importante en su corazón, cuando no se ha sido capaz de hallar una solución en 13 años de Proceso de Barcelona? Es, una vez más, la política del avestruz. Y me inquieta porque veo que hay otras fuerzas políticas en esta región que se alimentan de nuestros fracasos, los de los laicos, los de los partidarios de la coexistencia. Gentes que tienen otra visión están ganando terreno todos los días. Y no sólo en Palestina. Es un fenómeno que va de Mauritania a Irak.

Honestamente, estoy más desesperada por la actitud de Europa que cuando observo a nuestra dos sociedades, la israelí y la palestina, que creo firmemente que encontrarán recursos para salir de esta situación a pesar de los fracasos en que estamos todos sumidos.

S. Seguí pertenece a los colectivos de Rebelión y Cubadebate. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar el nombre del autor y el del traductor, y la fuente.

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(1) Método de análisis de los procesos de transmisión cultural, que estudia las relaciones entre los objetos simbólicos, las formas de organización colectiva y las mediaciones técnicas (NDLR, L’Humanité).

(2) Un candide en Terre sainte, Gallimard, 2008

(3) Il était un pays, la Palestine, Lattès

(4) Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra (Convenio IV)

(5) Ex presidente de la Kneset (Parlamento israelí), Abraham Burg acaba de publicar Vaincre Hitler

(6) Nombre coloquial del Vélodrome d’Hiver, recinto deportivo parisino en el que, en julio de 1942, fueron hacinados miles de detenidos judíos antes de su deportación a los campos de exterminio (N. del t.)
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.

Ser mujer en un país musulmán y ocupado

Sarah Babiker y Hazel Healy
Diagonal

¿Quién no ha oído teorizar sobre las musulmanas? La escritora iraquí Bahira Abdulatif se revela ante este conjunto inexistente: “¿Quién se atrevería a hablar de mujeres cristianas?”

Hablamos con cuatro mujeres que tienen en común haber nacido en países de mayoría musulmana y en situación de conflicto. Otras muchas cosas las diferencian. Nos hablan de lo que conocen y de lo que piensan. Bahira Abdulatif, traductora y escritora ; su compatriota, la activista y periodista Imán Jamás ; la periodista kurda Zekine Turkeri ; y una integrante de la organización feminista afgana Rawa, a quien llamaremos Mehmuda, coinciden en la necesidad de separar religión y Estado. Aunque no parece estar en la agenda de muchos países musulmanes : prueba de ello es Iraq, con un Gobierno colaboracionista que impone “sus propios puntos de vista y actitudes muy reaccionarias (...) a la sociedad iraquí”, como denuncia Jamas. Mehmuda zanja la cuestión con sencillez : entiende la religión como algo “muy privado”. La aplicación de la sharía (ley islámica) como expresión extrema del gobierno de la religión en la vida pública provoca un rechazo unánime.

La idea de la mujer musulmana como perpetua víctima de los hombres musulmanes, más que empatía genera lástima, y la lástima sin más nos aleja del respeto. “¿Damos por hecho que las mujeres en los países de cultura musulmana son inferiores ?”, interroga Turkeri. Abdulatif subraya que “la lista de derechos que el Islam garantizaba a las mujeres al principio”, avanzada respecto a las religiones monoteístas precedentes, “ha sido mermada a lo largo de los siglos”. Abdulatif advierte de que el machismo, “un fenómeno humano global”, nos lleva a otro tema, el de “tergiversar los versos coránicos para mantener la supremacía del hombre sobre la mujer”. Turkeri va más allá : “todas las religiones discriminan al ser humano y a las mujeres mucho más”. En todo caso apelan a un análisis más complejo : la religión es sólo un factor. “Los problemas de las mujeres en Afganistán son políticos”, afirma Mehmuda. “Las pautas sociales y tribales (…) son mucho más fuertes que las pautas religiosas”, dice Abdulatif. Por su parte la periodista kurda apunta a las causas económicas como vector de discriminación.

Variables para el análisis evidentes al abordar la situación de las mujeres en cualquier otra parte del mundo. Sin embargo cuando se trata de las musulmanas parece que el Islam eclipsara toda coyuntura. Esta incapacidad de análisis sería, según Turkeri, un problema al que no escapa nadie : “La izquierda europea para algunos asuntos (el Islam, las mujeres musulmanas, los inmigrantes) creo que no sabe qué hacer, algunas veces por no ‘herir’ (...) huyen de ser claros, directos”.

El conflicto

Si las mujeres musulmanas son víctimas indefensas, vamos a salvarlas : era uno de los argumentos “auxiliares” esgrimidos por aquellos que invadieron Iraq y Afganistán. Pronto se evidencia la falacia de castigar a un país con la excusa de proteger a sus mujeres : “Las fuerzas de ocupación no diferencian entre hombres, mujeres y niños (…) cuando bombardean ciudades o cuando arrestan a gente”. “Hay miles de mujeres en las prisiones iraquíes sin ningún tipo de procedimiento legal”, denuncia Jamás y añade : “tratan a las iraquíes como tratan a todo el pueblo iraquí : como enemigas”. Mehmuda declara que actualmente : “la violencia contra las mujeres es peor que en los tiempos de los talibanes”. Ellas son víctimas pero también actúan : cuando detuvieron a Turkeri junto a una amiga, ambas, muy jóvenes, ejercían como periodistas : “nos llevaron a la sección moral de una comisaría, donde nos ficharon como prostitutas”. En 1994 Mehmuda huyó de un Afganistán en guerra civil donde “se mataba y violaba a niñas y mujeres”. Volvió como activista de la mano de Rawa. En 1995, Bahira abandonaba Iraq (y su trabajo en la Universidad de Bagdad) debido a la persecución de Sadam Hussein, la barbarie resultante de la invasión le ha impedido volver. Recuerda a las mujeres que se quedaron allí : “Ellas luchan cotidianamente, no solamente para sobrevivir, sino también para reivindicar sus derechos”. No luchan sólo por ellas : “Sin el apoyo de las mujeres la resistencia no hubiese llegado hasta donde ha llegado”, concluye Jamás, ex directora del Centro del Observatorio de la Ocupación en Bagdad.

En un conflicto las mujeres también pueden ser víctimas estratégicas : su humillación se convierte en un arma de guerra contra sus compañeros, familias o comunidades. En Iraq las fuerzas de la ocupación y el Gobierno colaboracionista : “arrestan a las familias de los combatientes e infligen a sus mujeres torturas y abusos”, insultando así su honor, denuncia Jamas. O como afirma Turkeri : “Las mujeres no pueden elegir, su destino está ligado al de los hombres”. La comunidad “da cierta protección al individuo, por ello éste tiene que sacrificar parte de su libertad, de su espacio individual a la comunidad”. “En una sociedad islámica no estarás solo ante una situación difícil”, pero “el espacio de libertades personales se reduce mucho por el mismo motivo”, pondera Abdulatif. Mehmuda reflexiona : “parte de nuestra lucha es cambiar a nuestras familias, porque ellas también forman parte de la sociedad”.
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El ejército prepara una agresión al EZLN

Ricardo Daher

La represión en Chiapas ha alcanzado sus niveles más altos en por lo menos 10 años, con casos documentados de torturas, detenciones arbritrarias, desalojo de indígenas y militarización de la sociedad

Ernesto Ledesma, miembro del Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales y Económicas (CAPISE), del Estado de Chiapas, emprendió una gira por Estados Unidos y Europa con el objetivo de denunciar la situación de represión en su Estado y especialmente en los territorios zapatistas, y advertir sobre la creciente militarización de México.

El activista denuncia que la decisión de los zapatistas de salir del territorio indígena para construir con otros sectores un movimiento nacional para construir una alternativa al sistema imperante, fue respondida por el gobierno con una militarización y una ofensiva en Chiapas, para atacar la retaguardia zapatista y obligar a un repliegue.

La situación es tan grave que ha obligado al subcomandante Marcos a volver a la clandestinidad y asumir su papel como jefe militar del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), subrayó el activista mexicano.

Ledesma recordó que en diciembre pasado Marcos ofreció sus últimas declaraciones públicas y desde entonces no ha concedido más entrevistas ni ha sido visto en público.

En esa ocasión el subcomandante Marcos recordó que el EZLN "es un ejército, muy otro por cierto, pero es un ejército", e insistió que él es el "jefe militar". La declaración llamó la atención, y más cuando señaló que "las señales de guerra en el horizonte son claras. La guerra, como el miedo, también tiene olor. Y ahora se empieza ya a respirar su fétido olor en nuestras tierras".

Entonces Marcos recordó que por primera vez en muchos años se encontraba en una situación en que había un cerco de cal y canto a la difusión de lo que hacía el movimiento zapatista y sobre las actividades de represión en el Estado. El ejército mexicano ha aumentado su presencia militar en Chiapas y los territorios zapatistas con el argumento de que combaten al narcotráfico, cuando en realidad es el propio ejército el que asegura las rutas de la droga, sostiene Ledesma.

Desde la asunción del Felipe Calderón a la presidencia se ha llegado a establecer 79 campamentos militares en Chiapas y de ellos, 56 están en territorio indígena. Pero lo más grave, denuncia Ledesma, es que el 90% de estos 56 campamentos en territorios indígenas, son de tropas especiales, y en aquellos lugares que se han establecidos las tropas especiales, hay un incremento de los grupos paramilitares.

Muchos de estos grupos paramilitares están conformados por indígenas a los que se los quiere enfrentar con los zapatistas. Ya hay dos grupos paramilitares identificados en Chiapas y CAPISE tiene indentificados a 200 miembros, con nombres, apellidos, direcciones, así como a policías involucrados en torturas y represión. Pese a las denuncias públicas, ninguna autoridad ha dado respuesta e las denuncias ni ha efectuado una investigación.

Por el contrario, han provocado una dinámica de mantener a las organizaciones sociales en permanente campaña para la liberación de presos políticos, ya que mientras liberan a algunos, enseguida vuelven a detener a otras personas.
Ledesma recordó que dos militantes que partieron en una caravana desde Oaxaca para reclamar por la libertad de presos políticos en Chiapas, han sido asesinados recientemente.

El EZLN ha advertido que no actuará contra los grupos paramilitares ya que no quiere enfrentar a indígenas con indígenas, pero va a responder si se llega a situaciones límites. Sin embargo, advierte el activista mexicano, las autoridades están provocando y buscando una operación militar contra el EZLN y las autoridades civiles zapatistas.

Desde la declaración de alerta roja en diciembre pasado, el EZLN y sus jefes militares se ha replegado y se prepara para resistir. Esta resistencia comprende además la construcción de más poder popular, desarrollar y fortalecer las autonomías, las Juntas de Buen Gobierno, las instituciones del poder comunal indígena con la construcción de escuelas, un sistema de salud, entre otras cosas.

En el mismo sentido, las autoridades civiles zapatistas y el EZLN están buscando informar a la población en general, a los indígenas y a la comunidad internacional, sobre la situación y denunciar la agresión que se prepara. En los últimos días, tres caravanas han llegado desde otros puntos del país a Chiapas para llamar la atención y denunciar la represión y los casos de torturas.

Despojo de tierras

Además de una mayor presencia del ejército y tropas especiales en Chiapas, también hay una mayor actividad de la policía federal y estatal en la región zapatistas, y una campaña desde el gobierno central para despojar de tierras a los indígenas.

Ledesma denuncia que este despojo de tierras se hace mediante mecanismos legales y con el objeto de desplazar a los indígenas y en otras zonas para enfrentarlos entre sí. "El EZLN recuperó a sangre y fuego unas 250.000 hectáreas para los indígenas, sean zapatistas o no. Pero ahora el gobierno, a través de una ley de regularización de tierras, y con la excusa de proteger el medio ambiente, está desplanzando a los indígenas, a los que acusa de talar los bosques, declarando esas zonas como áreas protegidas. Al mismo tiempo reparte otras tierras a grupos adversos a los zapatistas". En un año, subraya, el gobierno ha despojado a los indígenas de unas 36.000 hectáreas. Este proceso se da en medio de una mayor presencia militar en el Estado.

Ledesma denuncia que México está en un proceso de militarización, donde los uniformados están ocupando responsabilidades que siempre estuvieron ocupadas por civiles.

Además, cuatro de los ministros del presidente Calderón, tienen antecedentes de reprimir las organizaciones sociales y encabezar las represiones en Oaxaca y San Salvador de Atenco, donde más de 30 mujeres fueron violadas, decenas de personas torturadas y varios muertos.

"El mensaje del gobierno a los movimientos sociales ha sido bien duro y lo está ampliando", subrayó.

Por otra parte, destacó Ledesma, las autoridades están usando la supuesta lucha contra el narcotráfico para criminalizar el movimiento social. El argumento de la presencia del ejército en Chiapas es combatir el narcotráfico. También con ese objetivo se coordina con el ejército de Estados Unidos y se recibe "ayuda". Sostiene que existe una sincronización entre los ejércitos de Estados Unidos y México. "El presidente Felipe Calderón no precisa ser convencido por Bush, ambos piensan igual" explicó.

Construir una alternativa al sistema

La represión en Chipas ha obligado a suspender la Otra Campaña, iniciada en el año 2006 para construir un movimiento nacional antisitémico. El movimiento zapatista entendió que después de enfrentar gobiernos de derecha, autoproclamados de centro o de izquierda (como en el Estado de Chiapas) la situación no sólo que no ha cambiado, sino que ha empeorado. Al mismo tiempo se descarta la falsa opción de optar por lo menos malo como se ha presentado en México y en otros países.

"De allí la necesidad de construir otra cosa, que aún no se sabe que es, pero que descarta este sistema", explica Ledesma. "Este sistema no funciona y tenemos que hacer algo, construir una alternativa".

El movimiento Otra Campaña no se define por el socialismo, todavía se está en proceso de discusión sobre las alternativas al sistema imperante.

Para construir este movimiento nacional debe haber participación de todas las organizaciones a nivel nacional, salir de Chiapas y del territorio indígena. En esta etapa se está en proceso de creación de una red nacional de apoyo que permita articular respuestas a determinadas situaciones. De manera que todo el país reacciona si se produce un hecho en un Estado o en una comunidad.
En esta construcción ya se han efectuado tres foros nacionales desde octubre, pese al cerco informativo, añade Ledesma.

El vecino poderoso

Ernesto Ledesma destaca que después del 11 de septiembre del 2001, la administración norteamericana se concentró en la agresión a Afganistán e Irak. Cuando volvieron a mirar en la región, se dieron cuentan que en América Latina habían surgido gobiernos que por lo menos adoptaban políticas independientes y se alejaban de su dominio. George Bush al ser reelecto con otro fraude en 2004, sentenció también las elecciones presidenciales del 2006 en México, insistió Ledesma.

Ese año fue muy convulso para México, con tres grandes movimientos sociales en acción. Por un lado, recordó, la campaña electoral. Junto a esto, la movilización zapatista de la Otra Campaña recorriendo el país, y que fue frenada violentamente en la represión de San Salvador de Atenco. Ese mismo año, las movilizaciones en Oaxaca que se amplificaban a todo el país. Finalmente en julio, las elecciones y el fraude que impuso a Felipe Calderón como presidente.
Ledesma sostiene que las presiones e injerencia de Estados Unidos se sienten mucho más en México, ya que el gobierno norteamericano no quiere cambios indeseados en su frontera.

Caravana hacia Chiapas el 26 de julio

En la gira por Estados Unidos y Europa, que culminará en el encuentro europeo de organizaciones de solidaridad los días 9, 10, y 11 de mayo en Atenas, Gracia, se plantea el objetivo del movimiento la Otra Campaña de construir una red internacional de apoyo, que no sólo denuncie la situación en Chiapas, sino que de respuestas coordinadas a las situaciones de represión que pueden vivir cada organización de apoyo en sus respectivos países.

Ledesma explica que en el encuentro de Grecia, se presentarán propuestas de acciones para parar la represión y planes para impulsar el proceso de la Otra Campaña para construir una alternativa al sistema.

Además se discutirá la participación en una caravana que se realizará en México, y que partirá de la capital hacia Chiapas el 26 de julio próximo, con parada en varias localidad, denunciando la situación y fomentando la red de apoyo nacional. Para esta caravana ya hay anotadas unas 200 personas de Europa, destacó. La caravana será recibida y acompañada por el movimiento la Otra Campaña.
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.

Persecusiòn a Marco Sosa, miembro de la Cruz Negra Anarquista-Boogta

LH-Colombia

Un abrazo libertario, el motivo de este mensaje es para avisarles que yo, Marco Antonio Sosa González, estoy siendo señalado por diversos medios de comunicación y por la policía metropolitana como gestor de los disturbios del 1 de mayo de este año, disturbios en los que no participé ya que la marcha que convocamos nosotros tomó una ruta alterna por la carrera quinta y nunca pisó los lugares de los enfrentamientos con la fuerza pública. Yo bajé a la plaza de Bolívar tras hablar con un funcionario de secretaria de gobierno. Allí hablé con el General Palomino, de la policía metropolitana, para que dejaran salir a la gente que tenían rodeada en dicha plaza y que iba ser detenida.

Un abrazo libertario, el motivo de este mensaje es para avisarles que yo, Marco Antonio Sosa González, estoy siendo señalado por diversos medios de comunicación y por la policía metropolitana como gestor de los disturbios del 1 de mayo de este año, disturbios en los que no participé ya que la marcha que convocamos nosotros tomó una ruta alterna por la carrera quinta y nunca pisó los lugares de los enfrentamientos con la fuerza pública. Yo bajé a la plaza de Bolívar tras hablar con un funcionario de secretaria de gobierno. Allí hablé con el General Palomino, de la policía metropolitana, para que dejaran salir a la gente que tenían rodeada en dicha plaza y que iba ser detenida.
Afirmaciones como la del general Palomino tratándome de líder perverso y una persona que le estaba subvirtiendo el orden en la ciudad lo único que hacen es afectar mi seguridad.
Además señalo el constante seguimiento y acoso que los entes represivos hacen sobre mí.
Espero que en caso de mi detención, que es muy probable, ustedes compañeros activen mecanismo de solidaridad… Aunque me lleven preso, la lucha por un mundo mejor sigue.

Marco Antonio Sosa González.
3 de mayo de 2008.

VIVA LA Anarquía.

Pd: En la página del diario oficialista el tiempo www.eltiempo.com buscar el especial interactivo de City noticias fechado del 2 de mayo con el titulo Organismos de inteligencia descubrieron que los disturbios del Día del Trabajo estaban planeados .
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.

Democracia degenerada, izquierda capitalista y movimientos sociales

Agustín Morán

La izquierda capitalista y su versión alterglobalizadora dentro de los movimientos sociales forman más parte del problema que de la solución

1. Politica y naturaleza

La política es la acción consciente de tejer el tejido social. Por lo tanto, dicha acción debe ser - y no puede no ser - un proceso en el que las personas, convertidas en actoras, se autodeterminan y construyen colectivamente las condiciones de su propia existencia material y social. La política es el resultado de la deliberación. En rigor, no puede hablarse de política como algo que precede al diálogo sino como el resultado de dicho diálogo.

La acción política supone una búsqueda permanente de las formas adecuadas de participación, delegación y mediación social. Esta búsqueda tiene como finalidad construir una sociabilidad segura para todxs. Las virtudes para lograr la convivencia ordenada son la prudencia, la justicia, la amistad, la deliberación, los límites compartidos, el bien común. Históricamente, dichas virtudes han sido objeto de controversias entre los filósofos morales1 y resultan del punto medio entre aspectos contradictorios: libertad y necesidad, lo individual y lo social, lo material y lo imaginario, naturaleza y sociedad, hombre y mujer, pasado, presente y futuro.

Pero ésta concepción ética de la política dista mucho de la dominante hoy en día. En las sociedades de mercado, el bien común no depende de de las formas de gobierno y de la voluntad de los individuos y los pueblos, sino del cumplimiento de las leyes de la economía. La política no funda las relaciones sociales, solamente las administra. No está antes, sino después del intercambio rentable. No establece el orden social, sino que gestiona un orden determinado de antemano por la economía.

La modernización mercantil disuelve las virtudes comunitarias en la objetividad despiadada del dinero. El desorden económico, ecológico y moral está sostenido por la fuerza del Estado y se legitima, como el único posible, por los intelectuales apologistas del mercado. Las virtudes que proclama son la satisfacción de los deseos individuales ilimitados y el relativismo moral. Estos principios son compartidos, no solo, por los beneficios, sino también por los perjudicados.

La fingida superación del debate sobre las formas políticas, facilita el dominio de la economía sobre el conjunto de relaciones sociales. La modernización económica y tecnológica promete la libertad política respecto de la naturaleza, la servidumbre y la arbitrariedad. Pero impone un sufrimiento general “inevitable”. Ante las leyes económicas, son tan impotentes las mayorías excluidas como las minorías beneficiadas.

La globalización de este modelo acentúa su totalitarismo y su impunidad. Crece la riqueza y con ella la desigualdad. Las cien empresas más grandes controlan recursos equivalentes a 1/3 del producto interior anual de todos los países del mundo. En EEUU, el 1% más rico de la población ha pasado de poseer el 5% de toda la riqueza en 1975 a poseer el 20% en 2005. La globalización económica y el libre comercio se presentan como el mejor de los mundos pero, para la mayoría, construyen el peor de los infiernos.

Las catástrofes de la economía global aparecen como “naturales” y por tanto, como inevitables. Tal como hace el criminal con el rastro de su crimen, la naturalización de la economía de mercado necesita borrar las huellas de su propia constitución. Aunque son producto de nuestras acciones y omisiones, parecen tener su origen en el “más allá”. Perteneciendo a la esfera de lo político, es como si obedecieran a leyes naturales. Al banalizar la desigualdad, la explotación y el desamparo, la civilización capitalista extiende por doquier la inseguridad y la violencia.

Las ciencias sociales modernas, constituidas en una ortopedia de la economía, se limitan a constatar lo que hay. El ajuste entre la noción de “orden” y el orden caótico realmente existente, equipara el ser y el deber ser. Con ello, las ciencias sociales se transforman en una mera descripción de la realidad, es decir, en apología. De esta manera se produce un cierre sistémico entre la realidad práctica y la realidad teórica que teoriza dicha práctica.

Las consecuencias políticas de este cierre están a la vista. La compasión globalizada nos llama a movilizarnos contra la pobreza sin enfrentarnos con sus causas y nos convoca a campañas y manifestaciones subvencionadas y encabezadas por los causantes de dicha pobreza. Las ONGs ecologistas nos movilizan a favor de la sostenibilidad del capitalismo. El sindicalismo mayoritario se preocupa más de la buena marcha de los negocios que de las necesidades de lxs trabajadorxs.

Para el liberalismo, el principio de realidad lo marca el mundo de la economía. Esta, a su vez, se presenta como dependiente de leyes mercantiles cuyo origen está en las leyes de la naturaleza. Para la antropología y la sociología capitalista, el afán de posesión y la competitividad de los individuos, son el origen de la riqueza y constituyen datos inmodificables.

2. Teologia, individuo y mercado

Adam Smith, en la obra fundacional del liberalismo2, establece la separación formal de la política y la economía como un rasgo central de la modernidad. La emergencia del mundo moderno se caracteriza por la disolución de las formas de legitimación religiosa del orden social imperantes en la Edad Media. Estas consideraban que el fundamento de las relaciones sociales era la voluntad de Dios. A partir del siglo XVII la explicación de la sociabilidad, que antes se daba como un hecho natural, aparece como un problema.

En la Edad Media, el ser humano era un ser pasivo que debía acomodarse a un orden providencial y sagrado. En la modernidad, el individuo pasa al centro de la escena como el sujeto desde el que se constituyen las relaciones sociales. El orden social, que venía dado por la providencia de Dios, se presenta ahora como el resultado de las relaciones entre los individuos.

Antes del siglo XVII no existía la noción de individualidad, ya que esta se hallaba disuelta en la naturaleza espiritual del ser humano. Con la modernidad, emerge el individuo como célula fundacional del orden social. La tradición cristiana incorporó a esta emergencia su noción de la naturaleza humana como un compuesto de cuerpo y alma. A partir de aquí, diversas teorías explicaron la relación entre uno y otra.

La visión teológica del mundo, escindido en el mundo finito de las personas y el mundo infinito de Dios, se traslada a la visión del individuo compuesto por dos naturalezas. Una finita y cognoscible - el cuerpo - de la que podemos hablar y otra - el alma – que, por pertenecer al mundo de Dios, no es comprensible por nuestra razón. Cuando la naturaleza humana era únicamente espiritual, los problemas del orden social consistían en seguir las reglas del bien y rechazar el mal, fijados por la omnipotencia de Dios. Con la modernidad, el mundo se abre en dos órdenes incomunicados. Sobre el mundo infinito de Dios, de donde procede la noción del bien y del mal, no podemos decir nada. Por lo tanto, las normas sobre las que construir el orden social sólo se pueden plantear desde el propio individuo, finito y corpóreo. La realidad social parte del individuo y desde él se explica la constitución de la sociedad. A partir de estas nociones se desarrolla, desde el siglo XVII, el individualismo metodológico.

La concepción de un individuo previo a la realidad social profundiza la ruptura con el pensamiento aristotélico. Para Aristóteles, individuo e individuo como ser social eran lo mismo porque no es pensable un ser humano preexistente o fuera del hecho social3. Desde este presupuesto, las nociones de bien y de mal estaban integradas en la determinación social de la persona. Bien, es el conjunto de acciones que construyen una sociabilidad ordenada cuyo fundamento es la integración social de todas las personas. Mal, es lo que, al crear desigualdad, exclusión y violencia, disuelve el orden social.

Desde la visión liberal existen dos formas de entender el funcionamiento de la sociedad. Una, parte de la naturaleza social del individuo y tiene que ver con la mayor o menor idoneidad de las acciones de éste respecto a las leyes y los sentimientos morales. La otra, se deriva de la naturaleza individual de dicho individuo y tiene que ver con su propensión a aumentar su propia riqueza. La primera es una teoría de la moral. La segunda es una teoría de la eficacia económica. Se trata de dos teorías distintas con una misma antropología que conduce a un resultado mágico: los individuos, persiguiendo sus intereses particulares realizan los intereses generales de la sociedad.

Para el pensamiento ilustrado la moral es un concepto variable ya que, según se modifiquen nuestros sentimientos, se modificará la moral. Por el contrario, para dicho pensamiento, la económica no admite modificaciones porque permite la regularidad de las cosas. Esto nos conduce a que las personas son libres en el campo de los sentimientos morales, pero no en el de la economía.

El individuo “moderno” está escindido entre el rechazo a los resultados de la violencia mercantil, que sus sentimientos morales perciben como negativos y la impotencia para evitar el funcionamiento inapelable de dicha economía. La moral y la compasión pertenecen al terreno de los sentimientos, que pueden permitirse ser irracionales. Por eso, deben estar gobernados por la economía. Al individuo de mercado, sólo le queda asumir su precariedad como un destino inevitable y ser compasivo y solidario con las víctimas de las leyes de la economía.

Lo que otorga racionalidad a las sociedades de mercado es el sistema económico. El sistema moral aparece como algo accesorio. La racionalidad de la economía, al estar dentro de la naturaleza de las cosas, convierte a las personas en meras receptoras de dicha racionalidad. Esta concepción “moderna” nos retrotrae a la afirmación escolástica: “la verdad es la adecuación del conocimiento a la realidad”. Augusto Compte, padre del positivismo, daba cursos de astronomía a trabajadores para demostrarles que, al igual que el orden de los astros es inmutable, el orden capitalista de la sociedad también lo es.

La ideología “de mercado” no admite una interpretación ética del comportamiento económico porque considera que ética y economía son dos planos separados e independientes. Podemos tener compasión por los trabajadores accidentados o sentir lástima hacia los muertos por el hambre, la comida basura, las enfermedades profesionales y los accidentes de tráfico, pero este sentimiento no puede interferir la racionalidad de las relaciones económicas causantes de esas muertes.

Desde Adam Smith, el pensamiento económico se considera emancipado de la política y de la moral. Esto implica otorgar a la ganancia del capital el poder constituyente de las relaciones sociales. Sin embargo, la soberanía del capital no se debe al poder del pensamiento económico sino al poder de quienes lo administran. La potencia con la que se despliega la economía de mercado se basa en su capacidad de integración social o en la veracidad de las teorías que la legitiman, sino en la violencia material y cultural que la constituye. Sin la violencia armada y cultural del estado, la violencia competitiva del mercado no podría sobreponerse a sus consecuencias catastróficas ni lograría el consentimiento de sus víctimas.

3. Democracia y Mercado

El orden político y la paz social se fundamentan en la libertad de las personas y de los pueblos junto con el respeto a los límites de la naturaleza y a las leyes. Sin embargo, tras el nombre de “democracia” se despliega un régimen parlamentario que otorga a la libertad de empresa más fuerza que a las libertades y los derechos de la gente. Los políticos, sindicalistas e intelectuales defensores -o leales opositores- de este régimen, se autodenominan “los demócratas”.

La política, convertida en técnica para la administración de los individuos individualizados, se basa en normas externas a dichos individuos. Estas normas, contenidas en el Derecho y el imaginario social instituido, se apoyan en la legalidad “natural” del mercado, la competitividad y los comportamientos individualistas. La sociabilidad mercantil exige la subordinación de los individuos a dichas normas. La libertad de los individuos, paradójicamente, solo es posible bajo las leyes del estado y desde las leyes del mercado. Desde su aparente libertad, el individuo construye un sistema que se emancipa de él y le arrebata la libertad.

La operatividad de estas normas exige el disciplinamiento de los individuos mediante la producción social de un individuo impotente, solitario y calculador. Este individuo individualizado, arrancado de sus vínculos comunitarios, usa su razón para maximizar su utilidad al margen –y a menudo en contra- de los demás individuos. Al basarse en comportamientos económicos egoístas, predecibles y calculables, la economía se postula como una ciencia de la sociedad. Por el contrario, la política, al depender de las relaciones de poder y de la voluntad de las personas, aparece como un terreno incierto. Este terreno peligroso, debe tener como límite y como horizonte el funcionamiento de la economía. Al ocultar las relaciones de explotación y dominación que la constituyen, la economía “naturalizada” aparece como el reino de la libertad y la seguridad.

Con esta operación se cierra la posibilidad de que las personas organicen la sociedad a partir de su voluntad y de su libertad. El individuo, supuesto protagonista del orden social, es protagonizado por la dinámica fundacional de dicho orden, la economía. En dicha economía los individuos se sumergen, inertes, en las leyes de la oferta y la demanda. Las ciencias sociales se constituyen sobre la clausura de la autodeterminación de los individuos, de las clases sociales, de las mujeres y de los pueblos respecto a la constitución de la economía como principio de realidad. Es decir, sobre la clausura de la política. La economía niega el fundamento político de la democracia y la reduce a un mero instrumento suyo.

En las sociedades de mercado la actividad política se realiza al margen de la vida de lxs ciudadanxs. Dicha actividad consiste, sobre todo, en crear las condiciones que hacen posible la libertad de empresa y en la gestión de sus permanentes crisis económicas, ecológicas y bélicas. A pesar de que el caos mercantil no podría sostenerse ni un día sin las muletas del estado, los políticos de mercado se esfuerzan en convencernos de lo peligrosa que es cualquier intervención política en la economía.

Los empresarios y sus políticos a sueldo vociferan, como si se acabara el mundo, contra las regulaciones laborales, medioambientales o sociales. Sin embargo, reciben con agrado las jubilaciones anticipadas y el seguro de desempleo para facilitar el despido de sus trabajadorxs, así como todo tipo de desgravaciones fiscales y exenciones de la cuota empresarial a la Seguridad Social. Más aún, claman por la inyección de liquidez en el sistema bancario, piden ayudas frente a las perdidas producidas por la especulación, la deslocalización o la competitividad que ellos mismos defienden y exigen infraestructuras y equipamientos para nuevas promociones inmobiliarias a pesar de existir tres millones de viviendas vacías. Es decir, están contra toda intervención estatal en la economía con la única excepción de la que transfiera recursos públicos a las cuentas de resultados de sus empresas o reduzca sus impuestos.

La Economía global y la economía criminal tienen muchas zonas de solape y muchos rasgos comunes, sin embargo, la corrupción de la política y de los políticos facilita la presentación del mercado como un sistema de regulación social más seguro y eficiente. Al partir del egoísmo de las personas, la economía parece más científica que la política. La economía, basada en el individuo individualista, es más previsible y calculable que la política, que persigue un imposible diálogo en busca de los intereses generales. Esta visión corrompida de la naturaleza humana y de la política es, a su vez, corruptora. La sombría noción del “individuo de mercado”, no solo describe el tipo de persona que facilita las tropelías del capitalismo. También lo prescribe y lo construye. El ajuste entre economía de mercado, sociedad de mercado e individuo de mercado, constituye el sistema más totalitario de la historia de la humanidad. Imposibilita la valoración política y ética de los actos de las personas y coloca la virtud en el campo de la obediencia a las leyes económicas. La dictadura parlamentaria del capital es la forma que adopta el fascismo en las sociedades modernas. En ausencia de una verdadera oposición, las clases dominantes no necesitan desmontar la democracia porque el capitalismo es su verdadero y único contenido.

Entre la izquierda y la derecha parlamentarias existen diferencias. Ante los desastres del “libre comercio”, la derecha propone más mercado y la izquierda más estado. Pero ambas coinciden en la aceptación del mercado y la libertad de empresa como principales mecanismos reguladores de la vida económica y social. Tanto la derecha como la izquierda conciben la política, no antes de la economía, fijándole fines y poniéndole límites, sino después, poniéndole parches y pagando los costes de sus desaguisados con los recursos de toda la sociedad. Todos los políticos parlamentarios hacen su política desde las leyes del mercado y no desde la centralidad de los derechos y libertades de la gente. El régimen político que permite que la libertad de empresa tenga más fuerza que las libertades y los derechos ciudadanxs usa el nombre de “democracia”. Los políticos, sindicalistas e intelectuales defensores - o leales opositores - de este orden, se autodenominan “los demócratas”.

En el régimen parlamentario de mercado la oposición se reduce a expresiones de desacuerdo verbal entre corporaciones de políticos profesionales que no persiguen cambiar el rumbo de la sociedad sino empuñar el timón. El pluralismo político se limita a las broncas parlamentarias y mediáticas entre el modelo liberal – keynesiano defendido por la izquierda cuando está en la oposición y el modelo neoliberal defendido y aplicado por la derecha y por la izquierda cuando está en el gobierno. Salvo el movimiento popular vasco por la autodeterminación y el socialismo, los movimientos sociales del estado español son filiales de estas dinámicas.

La oposición real es la que no se produce entre quienes consideran el capitalismo un hecho natural y quienes lo consideran un hecho político producto de la desigualdad, el dominio y la explotación. La existencia de la izquierda está vinculada a la oposición de masas contra el orden totalitario y violento del mercado. Al igual que no hay libertad sin lucha por la liberación, no hay izquierda sin enfrentamiento con el capitalismo. El vacío de oposición es simétrico al vacío de una izquierda real, entendida ésta como una teoría y una práctica política sustancialmente diferentes de la teoría y la práctica de la derecha. Es decir, una teoría y una práctica cuya finalidad es la autodeterminación sinérgica de los trabajadorxs, las mujeres y los pueblos oprimidos.

Las políticas redistributivas, de cohesión social, desarrollo sostenible e igualdad de género deben ser apoyadas. Pero sin olvidar su carácter paliativo y su dimensión demagógica. Más allá de su positividad parcial son, sobre todo, un instrumento para la sostenibilidad del mercado, un mecanismo para desactivar cualquier movimiento social autónomo y una capa de maquillaje para la izquierda capitalista. Las políticas sociales, ecológicas y feministas de “la izquierda de mercado” son una gota de bálsamo frente a la potencia ideológica - constructiva y destructiva - del enriquecimiento y la competitividad.

Romper con el PP es conseguir que vivienda, alimentación, educación y sanidad estén fuera del mercado, que se respete la autodeterminación popular, que los cuidados tengan el rango de actividad primordial para todxs y que el gobierno se mantenga al margen de agresiones y crímenes de guerra contra otros pueblos, lo que supone cancelar las bases militares extranjeras en nuestro territorio y poner fin a la pertenencia del estado español a la OTAN. Pero esto significa romper también con casi toda la política del PSOE. Apoyar al PSOE significa apoyar sus políticas enfrentadas al PP (el 5%), pero también significa apoyar sus políticas coincidentes con las políticas del PP (el 95%). Elegir al poli bueno frente al poli malo es interpretar el guión que han escrito para nosotros. Este guión permite que la violencia competitiva - más totalitaria cuando más global - se despliegue libre y democráticamente.

Las catástrofes sociales y ecológicas así como la dominación de unas clases por otras, de unos países por otros y de las mujeres por los hombres, carecen de fuerza revolucionaria por la naturalización del mercado, del individuo individualista y del machismo. El lenguaje compartido por empresarios, políticos, sindicalistas e intelectuales, clausura toda oposición verdadera. Desde dentro de este “coro único” no hay salida. A pesar de sus desastres, el auge de la economía de mercado se explica por su capacidad para convertir la democracia en “política de mercado”, es decir en una dictadura parlamentaria del capital.

La política de mercado propicia el ascenso de políticos e intelectuales insignificantes cuyo liderazgo se basa en la construcción social de un individuo de mercado que sólo aspira a ser productor y consumidor de mercancías. Este esclavo voluntario es halagado por los líderes de opinión que llaman tolerancia a su relativismo moral y madurez democrática a su cobardía y su oportunismo.

4. Mercado y violencia. El precio politico de la paz

La economía de mercado, la política de mercado y el individuo de mercado, en un cierre sistémico, se presentan como la culminación de la libertad humana y la superación del hambre, la irracionalidad y la violencia. Sin embargo, la injusticia armada del mercado mundial siembra por doquier la desolación y el odio. En la historia de la humanidad no ha habido un modelo civilizatorio más irracional, excluyente y violento que la actual globalización capitalista.

Cualquier movimiento social que, en defensa de sus derechos, no se deje sobornar ni intimidar, es criminalizado y aislado. A continuación, sus miembros son privados de libertades y garantías jurídicas. La dificultad para defender las necesidades insatisfechas, desde dentro del régimen parlamentario de mercado, explica muchas expresiones violentas calificadas como terrorismo. Esta dificultad propicia la utilización de métodos de lucha ilegales, lo que a su vez favorece la vulneración generalizada de derechos y libertades. Al negar esta vulneración por parte del poder económico y político, no se disuelven los daños ni desaparecen las víctimas. Por el contrario, lo que es ocultado y reprimido acaba reapareciendo de forma destructiva y autodestructiva.

A la violencia política de los desheredados de la tierra que luchan por su derecho a la vida o por su libertad, hoy se le llama terrorismo. Acabar con el terrorismo nos obliga a mantenernos alejados del uso que hacen de él quienes no pueden ni quieren plantearse sus verdaderas causas. El peor servicio a la causa de la paz y los derechos humanos es ponernos detrás de las pancartas antiterroristas de quienes defienden e impulsan la globalización, el libre comercio de alimentos, fuerza de trabajo, educación y protección social, así como la precariedad, las privatizaciones y las organizaciones armadas internacionales contra los trabajadores y los pueblos del mundo. Tras su máscara democrática, estas políticas producen cada año muchos millones de muertes por hambre, guerras, explotación laboral y enfermedades evitables. Es decir, ponernos detrás de las pancartas del terrorismo mayorista.

Estar contra la violencia y el terrorismo exige identificar sus causas. Todo lo contrario de lo que hizo la Comisión Parlamentaria que investigó en 2005 los atentados del 11-M-04 en Madrid. En lugar de investigar la relación evidente entre dichos atentados y la participación del estado español en la invasión de Iraq, esta Comisión se dedicó a especular sobre qué había fallado en los servicios de seguridad para que los terroristas pudieran poner las bombas. Con semejante planteamiento, no es de extrañar que fuera incapaz de llegar a conclusión alguna. Ni tampoco que, una vez descentrada la investigación, el PP utilizara este foro para proferir las acusaciones más inverosímiles, burlándose del parlamento, de la población española y, sobre todo, de los 197 muertos y 1.500 heridos producidos aquí como - una primera - respuesta a su participación en los crímenes de guerra contra el pueblo iraquí.

La contundente acción militar en represalia al lanzamiento de misiles caseros desde Gaza contra territorios palestinos ocupados por colonos israelíes, persigue doblegar a la población civil para que reniegue del gobierno legítimo de Hamás. Al mismo tiempo, la izquierda palestina, para destruir a su rival islámico elegido democráticamente por el pueblo palestino, hace negocios con Israel y EEUU contra su propio pueblo. Quienes asesinan cada día niñxs palestinxs desde sus blindados y sus misiles, consideran terrorista a un suicida que hace explotar su mortífera carga en un autobús. ¿Con qué autoridad moral se puede llamar “terrorista” a unos y “ejército” a otros? ¿Con qué argumento se puede calificar de “izquierda” al presidente Mahmud Abbas a Al Fatal, a sus seguidores y a sus cómplices?

El debate metafísico sobre qué asesinatos son acciones terroristas y cuales no, forma parte de la propaganda de guerra. Lo único importante para acabar con la violencia es la resolución dialogada de los conflictos en base a la justicia y la democracia. Todo lo demás es ruido y tormentas en un vaso de agua entre globalizadores de derechas y alterglobalizadores supuestamente de izquierdas. Al día siguiente de sacar a España de la OTAN, romper relaciones con el estado terrorista de Israel y traer los soldados españoles de Líbano y Afganistán, el peligro de atentado islamista en territorio español se reduciría a cero. Pero la servidumbre de nuestra monarquía parlamentaria a los EEUU y a la Europa del Euro nos impide dar ese paso.

En el plano estatal, a las 24 horas de abrir el debate y la negociación sobre las formas para el reconocimiento del derecho de autodeterminación, se terminaba la violencia de ETA (las otras violencias, no). Pero nuestro bipartidismo neofranquista no puede revisar la Constitución aprobada bajo la amenaza del golpe militar sin poner en cuestión su propia legitimidad. El único precio político que hay que pagar para la paz es la democracia y la justicia. Lo que para PP y PSOE es un precio insoportable, para la inmensa mayoría de la población es un bien deseable.

5. La racionalidad capitalista y la izquierda

El régimen político, económico y social llamado “globalización” tiene un gran soporte en su dimensión cultural. La sostenibilidad de este régimen necesita someter a su lógica competitiva a la economía, la política y las conciencias. Su objetivo es construir un tipo de persona individualista y calculadora que interiorice las situaciones de dominación y desigualdad como algo natural.

Para el gobierno y los empresarios la batalla de la competitividad contiene una batalla contra las necesidades y derechos de los de abajo. La izquierda parlamentaria -al igual que la derecha- comparte esta visión y nos propone la imposible e indeseable integración de todxs en un orden excluyente e insostenible.

En un editorial del diario “El País” referido a la reconversión industrial se afirmaba: “... sectores como la minería, la siderurgia o la industria naval, caminan irremediablemente hacia una profunda transformación. Es casi un destino histórico y es seguro que las sociedades desarrolladas no soportarán, en el siglo XXI, una industria cuyo mantenimiento exige una auténtica sangría económica”. En el campo sindical, veamos las palabras de Julián Ariza, miembro del PSOE y ex –miembro del PCE y de la ejecutiva confederal de CCOO: “para el entendimiento hacen falta dos cosas, una que el gobierno revise los términos del ajuste y otra que los sindicatos tengamos claro que los márgenes de maniobra en las economías abiertas y teniendo el capital la sartén por el mango, son ciertamente estrechos”. Javier López, secretario general de la USMR de CCOO: “la deslocalización es un fenómeno biológico”. Los líderes de UGT y USO en la crisis de la multinacional Aceralia en Asturias, justificaban su acuerdo con la dirección para el despido de 620 trabajadores y la modificación al margen del convenio de salarios, jornada, turnos, vacaciones, categorías, movilidad funcional y geográfica: “Aceralia es la mano que da de comer a Asturias, si la compañía siderúrgica se resfría, la economía asturiana tiene una pulmonía”.

De los ejemplos señalados se puede deducir que la izquierda considera el modelo económico actual como una necesidad histórica y sus consecuencias como inevitables. Esto quiere decir que las consecuencias negativas del actual modelo de desarrollo económico dependen de leyes ajenas a la política. Este discurso es compartido, tanto por el Fondo Monetario Internacional como por la izquierda institucional. Sin romper activamente con él, no hay salida.

Si aceptamos que la economía y el mercado tienen una racionalidad “natural” y autónoma, esto significa que ambos pertenecen a un orden de la realidad impermeable a la voluntad de las personas y de la sociedad. Esta concepción teológica del desarrollo social nos conduce a una visión de la política como “arte de lo posible”. La aceptación de lo que hay como inmodificable, lleva consigo la deslegitimación de cualquier enfrentamiento con el proceso de autodeterminación del capital y la sumisión de las víctimas del capitalismo ante un destino inmodificable.

La izquierda capitalista, los movimientos sociales que ésta ha colonizado y el circo electoral, forman parte, más del problema que de la solución. Es necesario avanzar desde fuera de este escenario. Lo más racional, además de lo más ético, es que no ejecutemos “voluntariamente” el papel que nos han asignado. La crítica a la política de mercado exige dejar de apoyar a los partidos y sindicatos que, con palabras de izquierda, realizan políticas de derecha. Pero también exige olvidarse de subvenciones y apoyos procedentes de ese mundo. Abandonar la cultura de la queja y comprometerse desde abajo del todo con la organización política de las víctimas del mercado y del estado capitalista. Así se evitará el aislamiento de quienes luchan de verdad y se deslindarán los campos entre la izquierda y la derecha, hoy confundidos en un bipartidismo neofranquista que, a través de sus redes clientelares, penetra como una metástasis en la política, los movimientos sociales y la conciencia de todos. Por eso nadie se cree nada. Muchos millones de personas asalariadas votan al PP porque es más racional votar al original que votar a las copias. En este contexto, cualquier avance de la izquierda en el terreno electoral es a costa de sus valores ideológicos, su memoria histórica y su autonomía.

La fuerza del PP tiene su condición en la complicidad del PSOE. El PSOE no puede enfrentarse al PP porque sería como atacarse a sí mismo, ya que comparte casi todas sus propuestas económicas y políticas, tanto en la política interior como en las relaciones internacionales. La complicidad del PSOE, a su vez, tiene su condición en la falta de autonomía de sindicatos, organizaciones ecologistas, feministas, de solidaridad internacional, etc., respecto al poder. Estas complicidades sumen a la población en una ciénaga cultural, política y moral.

Teresa Toda, víctima de la Audiencia Nacional en el macroproceso 18/98 afirmaba, antes de ingresar en prisión: “el sufrimiento nos hace mejores personas”. Ciertamente, la entereza ante la injusticia y la represión, el esfuerzo indomable por mantener la autonomía teórica, política y económica respecto al poder, la generosidad en el apoyo mutuo y la firmeza ante las ofertas que premian al traidor y al esquirol, nos hace mejores personas. Si para los políticos de mercado, cobardes y oportunistas, esta lealtad es propia de lunáticos, para la regeneración política y ética de la izquierda, es una virtud insoslayable. Hoy, en el Estado Español, esta virtud no tiene nada que ver con el mercado electoral, ni con las protestas festivas de los alterglobalizadores a golpe del grupo PRISA.

6. Economia y cohesion social

La política es sociabilidad y la sociabilidad, unidad. Lo que une a los seres humanos es la amistad. Cuando no hay amistad, las personas sólo pueden unirse como cosas, o a través de las cosas. La sociedad, desgarrada por el individualismo, otorga al dinero el poder sublimado de la seguridad, el bienestar y la felicidad. Cuando la sociabilidad está mediada por el mercado, el dinero se convierte en el agente mediador entre las personas. En virtud de dicha mediación, el dinero se transforma en el sujeto de las relaciones sociales y las personas pasan a ser su predicado. Las personas que se relacionan entre sí como cosas, no son sociables más que a través del dinero, que deviene en el verdadero protagonista del orden social.

Frente a la escisión real de los españoles está la unidad del capital. Frente a las diferencias de los europeos, los Tratados de la Unión imponen una moneda única que oculta y perpetúa dicha diferencia. Al ignorar el trabajo de cuidados, lo que predica la economía se refiere sólo a los hombres, constituidos en representantes del ser humano genérico. Sin embargo, la realidad social está compuesta por hombres y mujeres cuya naturaleza se especifica en sexos biológicos que han producido, cultural y socialmente, géneros. Las diferencias entre estos géneros han devenido en desigualdad y subordinación de las mujeres respecto a los hombres. En dicha subordinación tiene mucho que ver la asignación unilateral del trabajo de cuidados a las mujeres.

La economía, al ocultar el poder fetichista del dinero, se refiere solamente a las personas que pueden expresar sus deseos en el mercado a través de los precios. Quienes no pueden expresar sus necesidades como una demanda solvente, no existen para la economía. La economía moderna se refiere, sobre todo, a las personas con poder adquisitivo. Es decir, se refiere a los hombres adultos y la minoría de mujeres que actúan en la esfera pública del mercado y del Estado. Los demás, mujeres, niñxs y excluidos, son secundarios para la economía. Esto nos coloca en una paradoja. Por un lado, la economía de mercado no resuelve los problemas de integración y seguridad a la mayoría de la humanidad. Por otro, la política no puede imponerse a la economía, convertida en principio de realidad.

El eufemismo “cohesión social”, de origen europeo, es proclamado por el social liberalismo del PSOE en América Latina. Sin embargo, la “cohesión social” que se ofrece allí es sólo publicidad para nuestras multinacionales. Estas multinacionales, defendidas en los foros internacionales por el rey de España, actúan con los mismos fines -y a veces con los mismos medios– que los auspiciados por la corona española hace 500 años.

En América Latina la “cohesión social” es una quimera. En muchos países no hay estado, ni finanzas públicas, ni fuerzas sociales que le den un contenido real. Para las mayorías sociales, la cohesión proclamada por el gobierno de España, es sólo propaganda contra los movimientos de autodeterminación de indígenas, pobres, pueblos y gobiernos frente a los inversores estadounidenses, europeos y españoles. La política exterior de España y sus multinacionales (Telefónica, Banco de Santander, FENOSA, Repsol y otras), defensores formales de la “cohesión social”, arruinan a la pequeña producción autóctona, fragmentan la sociedad, fuerzan las migraciones del campo a la ciudad y a los países ricos y crean individuos asalariados, solitarios y vulnerables ante los mercados globales de trabajo y de consumo. La hipotética cohesión social del PSOE para los países en desarrollo tiene como condición el intercambiio desigual, la contaminación y la desestructuración social.

Hoy, en Europa, la izquierda alterglobalizadora invoca la “cohesión social” conseguida por los movimientos obreros revolucionarios del siglo XX ya rota por la economía global, la competitividad y el individualismo. Destruidas las redes comunitarias, la única sustancia de la “cohesión social” es un gasto público en retroceso por el avance de la libre empresa, las privatizaciones y el libre comercio. La “vía de desarrollo” de las clases medias del primer mundo es el avance hacia la precariedad y la inseguridad. Los políticos y sindicalistas alterglobalizadores recitan sus letanias keynesianas al tiempo que admiten todas las exigencias del neoliberalismo.

7. La regeneracion democratica y la fuerza de la crítica

Para realizar una crítica a la economía constituida en principio regulador de las relaciones sociales es necesario romper la distancia entre el ámbito de lo económico, el ámbito de lo político y el ámbito de lo ético. La crítica debe contener, además de la dimensión teórica, una dimensión política. Esta dimensión necesita apoyarse en una fuerza, un sujeto, actuante en la sociedad. El problema no es tanto enunciar una y otra vez los daños del capitalismo, como enunciar las dificultades que tenemos para impedir su despliegue histórico. No se trata tanto de salir de la crisis capitalista, como salir del capitalismo y sus crisis constitutivas.

La economía se presenta como parte de la naturaleza pero, al tiempo, destruye la naturaleza, incluida la naturaleza humana. Para salir de esta naturaleza desnaturalizada hay que hablar, no solo de cómo son las cosas sino también de cómo deben ser. En la búsqueda de las formas de sociabilidad ordenada, es necesario buscar también en nosotros mismos. Cada uno de nosotros estamos dentro y no fuera del proceso analizado. Pero, no sólo como parte de la solución, sino también como parte del problema.

Nuestra conciencia está subsumida en el ciclo de producción y reproducción de la relación social capitalista. Esto significa que, después de ser destructurada por los procesos de escisión, mediación, abstracción e inversión del capitalismo, está reorganizada según su lógica de individualismo, consumismo, machismo y competitividad y por lo tanto, no tiene conciencia de su propio origen. Por eso, es necesario remontar el río del pensamiento en el que nuestra conciencia piensa y se piensa a sí misma.

El mercado como principio constitutivo de las relaciones sociales, aparece como el espacio de la máxima libertad para los individuos. Pero esto es una tautología. Un orden en el que los individuos buscan maximizar su interés sólo se realiza en el mercado que es, a su vez, el espacio en que ese interés se realiza libremente. El mercado se presenta como el amanecer de un nuevo orden de libertad y la historia como el progreso hacia ese orden. Llegados aquí, la historia se culmina4. Si embargo, no es lo mismo propiedad que apropiación. El fundamento de la propiedad es el uso y el trabajo propio, pero la apropiación no tiene que ver con el uso y con el trabajo, sino con la apropiación del trabajo ajeno y con el derecho. Lo que legitima el derecho al uso, no es la necesidad de las personas sino las leyes del mercado, es decir, la violencia del estado. Dicha violencia se legitima por la escasa resistencia organizada, lo que tiene que ver con la naturalización del mercado y del individuo individualista.

Eliminadas las economías planificadas que sometían la economía a la política, el mercado aparece como el imperio de la democracia y frente a la amenaza totalitaria. Una victoria abrumadora y sin retorno de la libertad5. Ante la aparición de un nuevo enemigo, el terrorismo, como reacción destructiva y autodestructiva al avance del mercado y a la ausencia de una verdadera izquierda, se impone la consolidación y extensión del mundo libre. Este avance, garantía de paz y prosperidad, se identifica con la globalización del comercio, la libertad de inversiones de capital y la neutralización de cualquier disidencia verdadera. Sin embargo, el mundo, enteramente capitalista, resplandece de una triunfal calamidad.

Mercado y sociabilidad no son conceptos complementarios, sino contrapuestos. A través del progreso tecnológico y la modernización capitalista, el ser humano se aísla progresivamente. La globalización del intercambio rentable es fundamental para ese aislamiento. El individuo individualista sólo surge cuando rompe sus vínculos con la comunidad6. Con la sociedad de mercado, el ser humano evoluciona hacia atrás desde un ser genérico, tribal, gregario, a un individuo aislado que, como sujeto, se relaciona sólo consigo mismo y mediante el dinero, se relaciona con los demás como si fueran objetos.

Para la ciencia económica, no es la satisfacción de necesidades lo que determina la escala de la producción, sino la escala de la producción lo que determina las necesidades. La clase trabajadora se comporta como víctima del capital y, al mismo tiempo, como agente dinamizador del mismo. Sin superar la constitución del capitalismo dentro de nuestra propia conciencia, no podremos sobreponernos a él en nuestra propia práctica. Para poder liberar a alguien, la izquierda debe empezar por liberarse a sí misma. No habrá crítica real sin desmontar la institución del capital en nuestra propia conciencia y sin que dicha crítica, emancipada de los discursos de la economía, se exprese políticamente mediante el movimiento popular constituyente de las víctimas del mercado.

Vivimos en un mundo construido por nuestro trabajo y nuestros deseos, es decir, en un mundo construido por nosotrxs mismxs. Sin embargo, aspectos fundamentales de ese mundo están fuera de nuestro alcance (trabajo digno, alimentos sanos y suficientes, vivienda, protección social, participación política, creación cultural, igualdad entre hombres y mueres). Para crear ese mundo han sido utilizadas, día a día, nuestra actividad y nuestras aspiraciones. Pero, como demuestra nuestro malestar, ese mundo que se nos impone no es el nuestro.

La falta de un empleo con el que construimos un mundo extraño y hostil, supone un castigo añadido. Las personas, preparadas desde la infancia para el trabajo asalariado, no lo encuentran en la cantidad y calidad necesaria. La pérdida involuntaria de ese empleo prometido, conlleva un plus de exclusión y una pérdida suplementaria de autonomía, pertenencia y autoestima.

Los avances tecnológicos no nos han liberado de la lucha por la supervivencia. En una sociedad desgarrada por el individualismo y la competitividad, las personas estamos obligadas a crear constantemente un mundo para nosotrxs mismxs. La existencia de múltiples mundos, a los que pertenecemos ó podemos pertenecer, aparece como una muestra de libertad y cosmopolitismo. Sin embargo, supone el extrañamiento de cualquier mundo real. La posibilidad de tener muchos mundos equivale, de hecho, a no tener ninguno. No tener un mundo significa no pertenecer. No pertenecer supone no ser.

El individuo egoísta no solo vive escindido de los otros individuos, sino también de la naturaleza y de sus condiciones materiales de vida. Esta aislamiento le hace incapaz de tejer, con otros, el tejido de sus relaciones sociales. Las personas, arrancadas de sus redes sociales, ven cómo las potencias que les son propias (lenguaje, trabajo, deseo, cooperación) se convierten en fuerzas ajenas y hostiles. Estas potencias, a pesar de estar radicadas en sus propios cuerpos, son absorbidas por el capital para someterles.

Los individuos de las clases dominantes, al haberlo creado a su imagen y semejanza, identifican el mundo como suyo. Al desear pertenecer a ese mundo, los excluidos, no sólo son propietarios de su exclusión, sino también del deseo de producir el mundo ajeno y hostil que les excluye y después, a sufrir un doble castigo por perderlo.

8. La regeneracion democratica y la critica de la fuerza: movimiento antiglobalizacion y poder constituyente

La globalización capitalista, como modo de producción no solo económico sino también político, ideológico y social, exige la constitución política y posterior naturalización de un conjunto de instituciones: la economía, el dinero, el trabajo asalariado, el individuo y el género. Se globaliza, sobre todo, una economía cuyo producto por excelencia es el beneficio del capital. La producción social de los bienes y servicios que necesita la gente tiene su condición en la existencia de beneficios para lxs inversorxs.

Ante la pregunta: ¿puede, aquí y ahora, una minoría organizada y comprometida con la intervención social, el estudio y la elaboración teórica ser útil para romper este “cierre sistémico”? La respuesta solo puede ser una: Si, puede.

Dicha minoría debe intentarlo de forma valerosa, pero también prudente y reflexiva sin garantías acerca del resultado. Los crímenes contra la humanidad y la disolución de la naturaleza humana, así lo exigen. En condiciones de movilización defensiva de mucha gente, aparecen nuevas experiencias y formas de comunicación entre las multitudes, quedando al descubierto los infiltrados del poder.

El movimiento antiglobalización ha mostrado, con sus discursos y sus movilizaciones durante casi dos años, la posibilidad de ser un obstáculo para la globalización y una herramienta para la neutralización de la izquierda cómplice, aunque no para la reconstrucción de la izquierda anticapitalista. Cuando se agrieta el espeso muro de la vida cotidiana, reglada por el tiempo de la producción y el consumo de mercancías, surgen tumultuosas la subjetividad y las necesidades aplastadas por el orden mercantil. También surgen las estrategias de control y destrucción del movimiento por parte de la izquierda alterglobalizadora. Este ha sido el caso del “Movimiento contra la Globalización, la Europa del Capital y la Guerra” que, dinamizado por redes anticapitalistas autónomas entre Junio de 2001 y Abril de 2003, obligó a la izquierda institucional a apoyarlo (huelga general convocada por CCOO y UGT el 20-J-2002 y “No a la Guerra” defendido por el PSOE en la primavera preelectoral de 2003).

Entre Enero y Mayo del año 2003, la opinión pública española, se expresó, en las encuestas y en las calles contra la política belicista del gobierno del Partido Popular. En las movilizaciones intervinieron más de seis millones de personas. Sin embargo, las consecuencias políticas de esta confrontación social contra el gobierno del PP han sido, hasta hoy, ambiguas y contradictorias.

Es necesario interrogarse sobre la incapacidad de esta gran movilización para lograr sus fines y para contribuir a la reconstrucción de la izquierda anticapitalista. ¿Por qué no conseguimos que el gobierno diera marcha atrás? ¿por qué las redes del Movimiento contra la Globalización, la Europa del Capital y la Guerra (M.A.G.) no continuaron las movilizaciones una vez que el bloque socialdemócrata decidiera cortarlas en Abril de 2003? ¿por qué la oleada social contra la política del PP no originó, dos meses después del cese de las movilizaciones, en las elecciones municipales y autonómicas del 25 de Junio de 2003, el desplome electoral de dicho partido y simétricamente, por qué no se produjo un aumento espectacular de los votos al PSOE e IU como referentes político – institucionales del movimiento contra la guerra? ¿qué papel han tenido en estas protestas, tanto las redes sociales del M.A.G., como la izquierda parlamentaria y los grandes sindicatos?

¿Por qué un año después, en las elecciones generales del 14 de Marzo y en las del Parlamento Europeo del 13 de Junio de 2004, el PP, a pesar de sus maquinaciones para ocultar la relación entre el atentado de Madrid del 11 de Marzo y la participación de España en la guerra, ha perdido menos del 5% de sus votos? ¿Por qué cuatro años después, el 9-III-2008 aumentan tanto el PP como el PSOE, llegando a controlar el 84% de los votos y el 92% de los escaños desplomándose las alternativas políticas con un mínimo contenido crítico? ¿Cómo se explica que se haya implantado un estado de excepción encubierto en Euskadi vulnerando todo tipo de derechos y libertades sin que haya la menor respuesta política y social, más allá de las cínicas proclamas de la autooposición del PSOE en los MMSS?

A partir del 2003 se produjo un vacío de referente autónomo para los MMSS ya desarticulados por la “unidad de la izquierda” en torno al PSOE y sus numerosas agencias7. Sin embargo, dicho control es un tigre de papel. Un tigre, porque ha sido capaz de liquidar el Movimiento Antiglobalización, de efímera vida (I-2001 a IV-2003), ultimo brote de poder constituyente en Europa Occidental después de Mayo del 68, la revolución portuguesa de 1974 y la transición política española. De papel, porque lo que el poder no puede, ni podrá conseguir, es disolver los daños materiales, ecológicos y morales que causa la economía global.

El diálogo, la participación política y la movilización social como modos para la organización y expresión de los sujetos sociales explotados y sujetados, forman parte de la solución para una vida digna, justa y pacífica. El capitalismo global, el libre comercio, la libertad de empresa y su máscara parlamentaria, forman parte del problema. La izquierda capitalista y su versión alterglobalizadora dentro de los movimientos sociales forman más parte del problema que de la solución.


Notas:

1 “Individuo y Orden Social. La emergencia del individuo y la transición a la sociología”. Andrés Bilbao. Ed. Sequitur y CAES 2007.

2 “Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las Naciones”. Adam Smith, 1776. Ed. Fondo de Cultura Económica. 1992.

3 “La política” Cap I. Origen del Estado y de la Sociedad. Aristóteles. Espasa Calpe 1982.

4 “El Accidente de Trabajo”. Andrés Bilbao Ed. S. XXI 1994.

5 “Léxico de Economía”. Andrés Bilbao. Ed. Talasa 1993.

6 “Elementos Fundamentales de la Crítica a la Economía Política”. (“Grundrisse”). Volumen II. Karl Marx. Ed. Siglo XXI 1992.

7 “El Movimiento Antiglobalización en su laberinto. Entre la nube de mosquitos y la izquierda parlamentaria”. VVAA. Ed. Catarata y CAES, 2003.

La Haine
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