26 mar 2008

El imperialismo no es una ficción comunista


Kaos en la rared

El imperialismo, fase superior del capitalismo como lo afirmaba Lenin, no es un juego inventado por los comunistas, es una realidad que carcome a los pueblos de nuestra América Latina, a través de trasnacionales que ejercen inversiones en los países subdesarrollados del hemisferio, perfectamente dotados de las materias primas necesarias para su crecimiento.

Según las teorías neoliberales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, los países de la periferia requieren de las inversiones que realizan las trasnacionales para dinamizar su economía y así poder despegar y transitar hacia el desarrollo. Sin embargo, hoy en día podemos observar que no es así, pues las trasnacionales han saqueado todos los recursos naturales de los países subdesarrollados para satisfacer el consumo masivo del imperio, generando de manera exponencial miseria y desigualdades sociales a lo largo del mundo.

Hoy, el imperialismo gringo ataca a Venezuela, a través de su trasnacional ExxonMobil, que indiscutiblemente es el brazo de acción de los lacayos del imperio radicado en Venezuela. No podemos perder de vista que el caso de la ExxonMobil es una jugada más para desestabilizar el proceso revolucionario en Venezuela. Detrás de toda esta acción manipuladora confluyen un conjunto de intereses políticos-económicos, que el imperio siente que ha perdido, dada las decisiones soberanas y estratégicas del gobierno venezolano, que al ser contrarias a los intereses del imperio, éste arremete contra la voluntad de un pueblo libre, operando sus títeres internacionales para conseguir sus objetivos.

¿Que es la ExxonMobil?

Es una trasnacional situada entre las 5 primeras más poderosas del mundo dada sus ganancias y su capital de acción, pero en otros aspectos irrelevantes para la lógica capitalista ocupa el primer lugar en destrucción del medio ambiente, en exterminios de pueblos, en violaciones a los derechos humanos. Esta empresa petrolera se encuentra estrechamente relacionada a la familia Bush, financió la campaña electoral del principal terrorista del mundo, el actual presidente de Estados Unidos.

Entre 1991-2001 ejerció la dirección en la junta directiva de Chevron, la actual secretaria de Estado de la administración de Bush, Condoleezza Rice.

Es pertinente recordar que después de la guerra de Afganistán, esta empresa se encargó de construir el oleoducto valorado en 20 mil millones de dólares que va entre el Caspio y el mar Báltico y además ha ejecutado concesiones en Irak después de la invasión gringa.

Hace 15 años fue culpable del derrame petrolero del buque Exxon Valdez en Alaska, en el que se vertieron más de 40 mil toneladas de petróleo sobre el estado de Prince William Sound y se ocasionaron daños ambientales irreparables.

A grosso modo nos podemos hacer una idea de lo que representa para la vida semejante empresa, podemos intuir que el gran capital no tolera las decisiones soberanas de Venezuela sobre sus recursos naturales, por ello emprende toda una campaña auspiciada y tergiversada por las grandes corporaciones de la información y organismos internacionales que el imperio gringo manipula como marionetas, para lograr un fin político movido por intereses económicos. En otras palabras, convergen un conjunto de intereses políticos y económicos que hacen activar al imperio sus distintos brazos de acción para salir del Presidente Chávez y volver a poner los recursos petroleros de Venezuela al servicio del imperio.

¿Si los gringos fueron capaces de ir a la guerra destrozando Afganistán para construir un oleoducto valorado en 20 mil millones de dólares, qué serían capaces de hacer por el oleoducto del sur, impulsado por la gestión del Presidente Chávez, que se encuentra valorado en unos 40 mil millones de dólares?

¿Será Casualidad?

Haciendo una síntesis sobre la historia venezolana desde los últimos años hasta el presente, nos encontramos con la tragedia de Vargas en 1999, el golpe de estado en el 2001 por Pedro Carmona, alias “el breve”, el sabotaje petrolero de abril 2002, y recientemente hallamos la aparición misteriosa de zancudos infectados a través de la tecnología de enfermedades erradicadas desde Pérez Jiménez. Más recientemente el caso de la ExxonMobil, aunado a un escenario manipulado por los medios corporativos de la comunicación, que pretenden alienar a la población y penetrarla aún más ideológicamente, para desacreditar la encomiable labor del comándate y demonizar su imagen, haciéndolo ver como el “dictador”, el “consumidor de coca”. Un desabastecimiento ficticio por parte de los monopolios económicos. En fin en Venezuela se está gestando una ardua lucha, una lucha de clases, que para muchos alienados es una ficción comunista.

Sin ir muy lejos vemos como en la hermana República de Colombia, los gringos, a través del “Plan Colombia” tienen bases militares, satélites espías y una serie de aspectos estratégicos que pretenden violentar la soberanía venezolana y de los países hermanos del hemisferio.

Recientemente pudimos presenciar la desfachatez y el cinismo de la derecha colombiana liderada por Álvaro Uribe, lacayo de Bush, al violar la normativa internacional, invadiendo por aire y tierra el territorio de la hermana República del Ecuador para masacrar una célula de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano.

Es necesario contextualizar este hecho porque antes de esta masacre a mansalva y planificada con alevosía, la situación iba encaminada hacia nuevas liberaciones unilaterales de parte de las FARC, con el único fin de buscar una salida pacífica, política y negociada del conflicto armado en la nación neogranadina y con la intermediación del Comandante Chávez y la senadora colombiana Piedad Córdova. El actual gobierno colombiano ha demostrado su incapacidad para enfrentar este problema por la vía política, ha dejado claro que no le interesa la paz sino el terrorismo de Estado y la guerra. Por ello, la violación de la soberanía ecuatoriana debe ser repudiada por todos los que creemos en este principio absoluto e irrevocable de los pueblos del mundo.

Vemos con repudio cómo la ONU reconoce la violación de la soberanía ecuatoriana, pero, a pesar del masivo y unánime repudio de los países hermanos, Colombia no recibió una penalización por parte del organismo encargado de velar por el cumplimiento de las leyes internacionales. Entonces: ¿Para que nos sirve la ONU?

La hermana republica de Bolivia también es soberana en sus decisiones de materia política económica en relación a sus yacimientos de gas y minerales para ponerlos en función del bienestar colectivo, es un país que intenta construir un modelo alternativo que se circunscriba a la idiosincrasia del pueblo boliviano, para erradicar la desigualdad causada por el capitalismo salvaje. Por ello, es azotada por las consecuencias directas del sistema capitalista, que gracias a su insostenible ritmo de crecimiento esta afectando la capa atmosférica, manifestándose fenómenos “naturales“ causados por el imperio, que sólo busca la guerra y la destrucción del planeta Tierra.

Vemos con tristeza cómo nos enemista entre nosotros mismos, cómo nos divide, nos debilita. Como diría el Comandante “El que tengas ojos que vea”…Sin embargo, no todo está perdido, el continente entero esta despertando a través de Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Argentina, Venezuela y con Cuba a la cabeza guiándonos con su basta experiencia. No podrán dominarnos por siempre, es tiempo de la emancipación popular, del despertar definitivo del gigante: el pueblo sabio y valiente.

Elio Córdova

Eliocz21@gmail.com

Asociación Bolivariana de Economistas Socialistas

Estudiante de Economía (Tesista
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Los anarquistas llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones, ese mundo esta creciendo en este instante -Durruti-