23 mar 2008

El liberalismo y sus enemigos.

Mario Andrés Aquino López

A partir de que los sucesivos gobiernos neoliberales han tomado la Presidencia de la República, iniciando con Carlos Salinas de Gortari, pasando por Ernesto Zedillo, continuando con Vicente Fox y culminando con Felipe Calderón, la tendencia a la violencia de Estado y el desprecio por la ley, ha sido evidente.

No obstante que para los periodistas pensantes todo lo anterior ha sido analizado y dado a conocer al público, en una extraña actitud la oficina de prensa de la Procuraduría General de Justicia de la República (PGR) envió un “boletín” que titula “LECTURAS SUGERIDAS” en el que transcribe cuatro trabajos periodísticos tendenciosos.

Resulta llamativo que la PGR “sugiera” lecturas que apoyan la posición norteamericana con respecto a la agresión que sufrieron nuestros connacionales en Ecuador por fuerzas militares colombianas mientras realizaban trabajos académicos.

Nuestro gobierno no únicamente ha dejado solos a los familiares de los heridos y los muertos, sino que ahora soterradamente realiza una campaña en su contra, opuesto a la actitud de los “Estudiantes ecuatorianos (que) se solidarizaron con los padres de los ciudadanos mexicanos muertos el pasado 1 de marzo en el ataque militar colombiano contra un campamento de las FARC en territorio de Ecuador.”

Cuando “En el paraninfo de la Universidad Central del Ecuador en Quito se reunieron los padres de Lucía Morett, mexicana herida en el ataque, y de los fallecidos Soren Ulises Ángeles Avilés, Juan González del Castillo, Fernando Franco Delgado y Verónica Natalia Velázquez. Representantes de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE) y de Estudiantes Secundarios (FESE) apoyaron a los padres de los mexicanos, que repitieron que sus hijos no tienen vínculos con las FARC y que su estancia en Ecuador respondía a investigaciones que les servirían para sus tesis académicas.

Javier Velázquez, hermano de Verónica Velázquez, dijo que "es algo reconfortante el apoyo de los estudiantes. Se siente bien el estar apoyado para seguir con la lucha", que las familias han emprendido para denunciar la muerte de sus familiares.” Como publicó El diario mexicano “El Universal” el lunes 17 de marzo de 2008, con información de la agencia EFE.

Claro que el diario mencionado publica también las declaraciones de Juan Manuel Santos, Ministro de Defensa de Colombia, quien declaró que los estudiantes muertos “no eran unos angelitos” con la obvia finalidad de arrojar toda la tierra posible al asunto a fin de que los medios mexicanos nacionalistas olviden el vergonzoso hecho de que asesinaron a un grupo de estudiantes mexicanos únicamente por hacer trabajos académicos y porque: “no eran unos angelitos”.

Quizá de sus “lecturas sugeridas” la peor sea la anterior, pero también destaca lo dicho por un real o supuesto profesor de Derecho que dice: “la falacia idealista a la que somos tan propensos sostiene que basta con reformar los Códigos para modificar las circunstancias reales, y merced a ello, como sugería Paz, la mentira entre nosotros se eleva a rango constitucional.”

A quien ha estudiado Derecho le consta que la falacia es la que publica ese autor, porque el Derecho debe ser un reflejo de la realidad como fenómeno cultural y social que es, sin embargo, el estudio más parece encaminado a acallar las protestas por la política belicista neoliberal como la sugiere el padre del liberalismo Friedrich August von Hayek y de paso justificar una supuesta batalla contra las drogas que ha tornado una lucha que debe ser policíaca en una “guerra” con “estado de excepción’ incluido.

Al respecto: La Revista Jurídica o­nline de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil en el trabajo “Introducción a una sociología de la droga” de Alessandro Barata, dice:

“El Status Quo de la política sobre la droga y la estructura comunicativa de las sociedades Industrializadas avanzadas. La política actual sobre la droga en nuestras sociedades, es decir, la política de criminalización de ciertas drogas, constituye un sistema "autorreferencial", o sea, un sistema que se autorreproduce ideológica y materialmente… se trata del proceso en virtud del cual el sistema produce una realidad conforme a la imagen de la cual surge y que la legitima. Podemos representarse este proceso por una espiral. Cuanto más se desarrolla la espiral, más se acerca la realidad a la imagen inicial dominante del sistema.

En el caso del sistema de la droga, dicha realidad está caracterizada por cuatro elementos:

a) La relación necesaria entre consumo de droga y dependencia (y la evolución necesaria desde la dependencia de las drogas blandas a las drogas duras);

b) la pertenencia de los toxicómanos a una subcultura que no comparte el sentido de la realidad propio de la mayoría de los "normales";

c) el comportamiento asocial y delictivo de los drogodependientes, que los aisla de la vida productiva y los introduce en carreras criminales;

d) el estado de enfermad psicofísica de los drogodependientes y la irreversibilidad de la dependencia.

Sin embargo, los conocimientos científicos nos muestran que esta imagen no corresponde a la realidad: en relación a lo que ocurre cuando se consumen drogas ilegales, los elementos que la componen representan más bien la excepción que la regla.”

Por otra parte, en “La concepción de Hayek del estado de derecho y la crítica de Hinkelammert” que preparó Jorge Vergara Estévez para dictar una conferencia al respecto de Hinkelammert que reprocha la actitud de Hayek de avalar la posición represiva del neoliberalismo, dice:

“la concepción del estado de derecho de Hayek no excluye el uso de la violencia del Estado contra los que considera sus enemigos, sino que incluso puede estimularla en ciertos casos. En primer lugar, porque su concepción del estado de derecho no incluye el reconocimiento universal del derecho a la vida, a la libertad personal, a la integridad y dignidad, los derechos políticos, intelectuales, y otros derechos básicos.

Segundo, porque los regímenes dictatoriales, cuya característica principal es la ilimitación del poder -en ellos todo puede suceder, como indicaba Hanna Arendt en los cuales no existe estado de derecho, son aceptables y deseables para Hayek y los neoliberales si son dictaduras de mercado.

Tercero, el discurso neoliberal tiene un carácter fundamentalista, pues está compuesto de una red de conceptos polares donde uno representa lo positivo y la verdad, y el otro el error y la falsedad. Quienes no comparten dicho discurso son descritos como seres malignos, lo que justifica el uso de la violencia contra ellos.

El cuarto argumento, mencionado por Hinkelammert, es que el capitalismo neoliberal es siempre el que permite vivir a más personas. De modo que aquellos a quienes los Estados definen como enemigos, lo son radicalmente. Hayek lo expresa así en 1981: «Una sociedad libre requiere de ciertas morales que en última instancia se reducen a la mantención de vidas: no a la mantención de todas las vidas, porque podría ser necesario sacrificar vidas individuales para preservar un número mayor de otras vidas. Por lo tanto, las únicas reglas morales son las que llevan al “cálculo de vidas”: la propiedad y el contrato». De este modo, el “cálculo de vidas” puede exigir el sacrificio de algunas vidas.

El pensamiento neoliberal pertenece a una tradición de pensamiento conservador moderno, que se inició con Hobbes, para la cual la conservación del orden y del Estado justifica el uso de la represión e incluso del asesinato de los considerados “enemigos”. Su individualismo –como lo ha señalado Hinkelammert–, es aparente o autocontradictorio, pues en las diversas formas del pensamiento totalitario, la reproducción del todo justifica la eliminación de las partes conflictivas.”

Estas, son lecturas dignas de ser analizadas, claro que no son tan ligeras como las que recomienda la PGR, pero son más valiosas.

Con la “sugerencia”, la PGR está muy cerca de afirmar: “LECTURAS PERMITIDAS Y PROHIBIDAS” al estilo de un Index Librorum Prohibitorum como el de la Iglesia Católica, pero a favor del neoliberalismo.

Esperamos que los entes pensantes de la Sociedad luchemos contra esa actitud inquisitorial y potencialmente peligrosa de la PGR y el Estado neoliberal mexicano.

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Trabajador, no más sufrir, la explotación ha de sucumbir, levántate, pueblo leal, a ritmo de revolución social.