Vía Crucis de Clienta Accidentada en Wal-Mart
Machetearte
Por Cesar E. Meléndez Molina
El 1 de julio del 2007 inicia la triste historia que le cambio la vida por completo a la señora María Teresa Menchaca Arcega quien iba a comprar la despensa del mes acompañada de 2 personas más en un día lluvioso. Al entrar caminando a Walt-Mart Tepeyac por el estacionamiento por donde la gente transitaba obligados por la lluvia, el hombre encargado dejo caer la pluma al momento de pasar ella dejándola inconsciente por unos minutos, al levantarse, en lugar de ayudarla, la reacción del operador fue con insultos, a lo que ella en su aturdimiento preguntaba ¿por qué? Pero recobrando noción de si misma, comenta la afectada que “no imaginaba lo que hubiera pasado si hubiera sido un niño de los que en ese momento pasaban por ahí el que recibiera el tremendo golpe”, ya que ninguna pluma de un estacionamiento debe estar levantada y puede operarse tanto manual como eléctricamente.
Como seguía lloviendo, con el ojo izquierdo sangrando y muy inflamado tanto el ojo como el pómulo, invitada por un testigo del accidente entro al restaurante Vips para recuperarse, en ese instante se acerco el gerente en turno para preguntarle si había algún problema, María Teresa le comento sobre el accidente y el gerente respondió que le comentaría al encargado del estacionamiento, le ofreció un café (se lo cobró por supuesto) y fue todo, pero ¿no es un deber civil ayudar a una persona que sufre un accidente en la instalación de alguna empresa? puesto que todo establecimiento que da un servicio al público tiene que contar con seguro para cubrir los gastos de terceros.
Un día después del lamentable hecho la ahora ex-clienta se comunicó a la tienda y le prometieron que iban hablar con el gerente pero no obtuvo ningún apoyo a su condición, insistió y lo único que recibió fue una cita al lugar de los hechos para recibir malos tratos y humillaciones por parte de la empresa y algunos de sus empleados que “simplemente ven por sus intereses pisoteando la dignidad de quien debían apoyar”, dijo. Al denunciar los hechos como delito todo se convirtió en una falsa esperanza, una ves más fue víctima de los malos tratos por parte del juez y los servidores públicos que “trabajan” en los juzgados; el trato que le dieron fue de ir de aquí para allá y puesto que no se encontraba en condiciones para movilizarse fácilmente, la única respuesta que obtuvo fue el mal diagnóstico del médico legista que la calificó con lesiones en grado 2 que tardaban más de 15 y menos de 60 días en sanar. El tiempo ha transcurrido y su salud ha empeorado: esguince en 3ª y 4ª cervicales, uso de collarín, deformación en el hombro derecho, así como la posible pérdida del ojo izquierdo. Para peor noticia la averiguación previa que consta de 228 hojas del caso se volteo en su contra, mandó su queja a Derechos Humanos y de ahí la mandaron a Atención a Víctimas de Delitos Violentos en donde no obtuvo ninguna atención a su situación.
Ante la nula respuesta por parte del Ministerio Público al no proceder en contra de Wal-Mart, solapándola para evitar la mala imagen y el desprestigio de la empresa ante la sociedad María Teresa acudió a pedir ayuda al “gobierno legitimo” donde la atendió Bernardo Batiz quién también le dio un trato despótico; salió de ahí sin ayuda alguna, comenta que al platicar con muchas personas a lo largo de su vía crucis al verla con su collarín, la mano inmovilizada, con problemas de visión y sin poder trabajar logró investigar que en el negocio de los estacionamientos de la empresa Coemsa “están involucrados Camacho Solís, Marcelo Ebrard y su hermano quienes cuentan con acciones en los 100 Wal-Mart que hay en México” (sic).
Una de las últimas acciones que intentó la señora Menchaca fue enviar una carta al corporativo de Wal-Mart situado en Arkansas EE.UU., desde donde no tardaron en mandar un “arrogante“ abogado, quien le ofreció la “grandiosa” cantidad de $5.000 pesos, para la reparación del daño, oferta que significaba una ofensa hacia la situación tan dramática que padece. Nunca imaginó, nos comenta, que pudiera ser verdad “la cruel y eficaz venta de víctimas producto de la corrupción e impunidad que impera en México y la muestra de evidencia del poder que Wal-Mart tiene en nuestro país con todas las instituciones que según se dedican a impartir ‘ justicia' de su lado sin tomar en cuenta al pueblo”
A raíz de la falta apoyo de todas las instituciones y medios de radio y televisión que se negaron a atender su denuncia, las humillaciones y los insultos la llevaron a tomar conciencia y preguntarse ¿en donde están esos servidores públicos que se supone deben hacer que las leyes se cumplan? ; una víctima más de este sistema que queda a la deriva dejando cerrado su caso sin solución alguna.
Actualmente a 9 meses el lugar donde se dieron los hechos esta totalmente remodelado, así como los trabajadores y gerente han cambiado, pero todos los Walt-Mart siguen teniendo el estacionamiento de la misma empresa. Las que no han cesado son las llamadas de hostigamiento diciendo que quite la demanda en contra Wal-Mart y Coemsa “si quiere seguir viviendo”, cuando lo único que quiere es que le regresen la vida a la que estaba acostumbrada.
Por Cesar E. Meléndez Molina
El 1 de julio del 2007 inicia la triste historia que le cambio la vida por completo a la señora María Teresa Menchaca Arcega quien iba a comprar la despensa del mes acompañada de 2 personas más en un día lluvioso. Al entrar caminando a Walt-Mart Tepeyac por el estacionamiento por donde la gente transitaba obligados por la lluvia, el hombre encargado dejo caer la pluma al momento de pasar ella dejándola inconsciente por unos minutos, al levantarse, en lugar de ayudarla, la reacción del operador fue con insultos, a lo que ella en su aturdimiento preguntaba ¿por qué? Pero recobrando noción de si misma, comenta la afectada que “no imaginaba lo que hubiera pasado si hubiera sido un niño de los que en ese momento pasaban por ahí el que recibiera el tremendo golpe”, ya que ninguna pluma de un estacionamiento debe estar levantada y puede operarse tanto manual como eléctricamente.
Como seguía lloviendo, con el ojo izquierdo sangrando y muy inflamado tanto el ojo como el pómulo, invitada por un testigo del accidente entro al restaurante Vips para recuperarse, en ese instante se acerco el gerente en turno para preguntarle si había algún problema, María Teresa le comento sobre el accidente y el gerente respondió que le comentaría al encargado del estacionamiento, le ofreció un café (se lo cobró por supuesto) y fue todo, pero ¿no es un deber civil ayudar a una persona que sufre un accidente en la instalación de alguna empresa? puesto que todo establecimiento que da un servicio al público tiene que contar con seguro para cubrir los gastos de terceros.
Un día después del lamentable hecho la ahora ex-clienta se comunicó a la tienda y le prometieron que iban hablar con el gerente pero no obtuvo ningún apoyo a su condición, insistió y lo único que recibió fue una cita al lugar de los hechos para recibir malos tratos y humillaciones por parte de la empresa y algunos de sus empleados que “simplemente ven por sus intereses pisoteando la dignidad de quien debían apoyar”, dijo. Al denunciar los hechos como delito todo se convirtió en una falsa esperanza, una ves más fue víctima de los malos tratos por parte del juez y los servidores públicos que “trabajan” en los juzgados; el trato que le dieron fue de ir de aquí para allá y puesto que no se encontraba en condiciones para movilizarse fácilmente, la única respuesta que obtuvo fue el mal diagnóstico del médico legista que la calificó con lesiones en grado 2 que tardaban más de 15 y menos de 60 días en sanar. El tiempo ha transcurrido y su salud ha empeorado: esguince en 3ª y 4ª cervicales, uso de collarín, deformación en el hombro derecho, así como la posible pérdida del ojo izquierdo. Para peor noticia la averiguación previa que consta de 228 hojas del caso se volteo en su contra, mandó su queja a Derechos Humanos y de ahí la mandaron a Atención a Víctimas de Delitos Violentos en donde no obtuvo ninguna atención a su situación.
Ante la nula respuesta por parte del Ministerio Público al no proceder en contra de Wal-Mart, solapándola para evitar la mala imagen y el desprestigio de la empresa ante la sociedad María Teresa acudió a pedir ayuda al “gobierno legitimo” donde la atendió Bernardo Batiz quién también le dio un trato despótico; salió de ahí sin ayuda alguna, comenta que al platicar con muchas personas a lo largo de su vía crucis al verla con su collarín, la mano inmovilizada, con problemas de visión y sin poder trabajar logró investigar que en el negocio de los estacionamientos de la empresa Coemsa “están involucrados Camacho Solís, Marcelo Ebrard y su hermano quienes cuentan con acciones en los 100 Wal-Mart que hay en México” (sic).
Una de las últimas acciones que intentó la señora Menchaca fue enviar una carta al corporativo de Wal-Mart situado en Arkansas EE.UU., desde donde no tardaron en mandar un “arrogante“ abogado, quien le ofreció la “grandiosa” cantidad de $5.000 pesos, para la reparación del daño, oferta que significaba una ofensa hacia la situación tan dramática que padece. Nunca imaginó, nos comenta, que pudiera ser verdad “la cruel y eficaz venta de víctimas producto de la corrupción e impunidad que impera en México y la muestra de evidencia del poder que Wal-Mart tiene en nuestro país con todas las instituciones que según se dedican a impartir ‘ justicia' de su lado sin tomar en cuenta al pueblo”
A raíz de la falta apoyo de todas las instituciones y medios de radio y televisión que se negaron a atender su denuncia, las humillaciones y los insultos la llevaron a tomar conciencia y preguntarse ¿en donde están esos servidores públicos que se supone deben hacer que las leyes se cumplan? ; una víctima más de este sistema que queda a la deriva dejando cerrado su caso sin solución alguna.
Actualmente a 9 meses el lugar donde se dieron los hechos esta totalmente remodelado, así como los trabajadores y gerente han cambiado, pero todos los Walt-Mart siguen teniendo el estacionamiento de la misma empresa. Las que no han cesado son las llamadas de hostigamiento diciendo que quite la demanda en contra Wal-Mart y Coemsa “si quiere seguir viviendo”, cuando lo único que quiere es que le regresen la vida a la que estaba acostumbrada.
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Los anarquistas llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones, ese mundo esta creciendo en este instante -Durruti-
entrada de Kolectivo Eskoria a las
11:37 p. m.
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