4 abr 2008

¿Qué hacían ahí? (Sobre los estudiantes fallecidos en Ecuador)

Medios Libres

Por GBX

Si el Papa, el Dalai Lama, Bono, Tom Cruise o algún otro famoso fuese a una zona de conflicto bélico habría una aprobación franca del gran sector de la población que es la clase media, sería anunciado por alguna televisora de renombre y se venderían pulseritas con alguna leyenda del evento, todos estarían tranquilos y satisfechos por que alguien hace algo por solucionar los problemas en el mundo.

Si un universitario, después de años de estudio decide que es hora de realizar una investigación de campo y acude al mismo lugar, una zona de conflicto, no habrá televisoras, ni aplausos, ni pulseritas, ni seguridad y nadie entenderá si quería hacer algo por ayudar a solucionar los problemas del mundo.

El promedio de la población expone su opinión sólo si se le pregunta y cuando esto ocurre, la pregunta generalmente ha sido diseñada para manipular la respuesta.

A esto se suma la ignorancia sobre los modos de vida distintos que conviven a diario, sus anhelos y sus exigencias. Si no lo vemos no existe. Las personas tienden a tejer sus imágenes del mundo con el hilo de su experiencia.

Y son los medios de comunicación los que primordialmente han fijado los intereses “normales” que debe seguir dicha población, todo enfocado a repetir el estilo de vida que se difunde en las pantallas y revistas.

La voluntad común es fabricada por los medios y consumida por "las mayorías". Muy pocos se imaginan que hay algo más fuera de esos parámetros. Hemos visto la discriminación existente sobre grupos e individuos cuya conducta sale de estas normas, ni siquiera es necesaria la coerción, ya que esta la llevan a cabo los poderes fácticos, la ejecuta la gente “normal”, los ciudadanos. Lo distinto provoca sospechas, miedo y basta con que alguien lo señale para que la “opinión pública” apunte hacia el mismo lugar.

Poco sabemos de nuestros derechos de asociación y expresión, de investigación y divulgación del conocimiento.

Entremos de lleno al caso de los estudiantes mexicanos que fallecieron tras el ataque del Ejército colombiano al territorio de Ecuador. No es extraño que la postura oficial de medios y gobierno sea el de sembrar la duda sobre qué hacían ahí, el gobierno guardando silencio y los medios acusándolos abiertamente de terrorismo. Esa era su obligación en tanto que están comprometidos con los intereses económicos de EE.UU., al igual que Colombia. Pero ¿y el resto de la población? El desacuerdo conlleva a ser el próximo señalado, cargo que nadie quiere.

Estando inmersos en una dinámica egoísta la gente no entiende la preocupación que sienten algunos individuos de la sociedad por los otros, y mucho menos estos otros viven a kilómetros de distancia.

¿Qué hacían ahí? Aun cuando esté formulado como pregunta, su empleo ha sido para evadir cualquier responsabilidad conciudadana, no digamos ya humana. Nadie se detiene a escuchar la respuesta. Además en este caso apoyar la opinión mayoritaria hace que desaparezca el compromiso personal y sus consecuencias.

Si la gente espera respuestas simples a problemas complejos podríamos empezar por decir que si alguien con alevosía, premeditación y ventaja le quita la vida a otro ser humano se comete homicidio, asesinato. Eso me parece simple.

Si vamos a juzgar a la víctima para deshacernos de ella jugamos a ser cómplices, ese ha sido el modus operandi que usamos para lavarnos las manos de las mujeres muertas en Ciudad Juárez, las mujeres violadas por militares en Coahuila, los niños de la calle, los indígenas encarcelados por ser zapatistas, los campesinos de Atenco, los maestros de Oaxaca, Lydia Cacho, los pederastas de Cancún y muchos casos más a nivel nacional e internacional. ¿Qué hacían ahí? Si ya sabían a lo que iban. Esto se llama cinismo, todos sabemos que quejarse o señalar alguna injusticia trae consecuencias, en este país y en todos. Todos nos quejamos de que nada cambie y todos abandonamos a quien se mete en problemas por intentarlo.

¿Cómo podemos juzgar lo que no conocemos? ¿Cómo podemos pasar por alto un solo homicidio?

Ser un observador civil de un conflicto armado en procesos de paz no puede ser justificación para ser brutalmente borrado del mapa.
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Los anarquistas llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones, ese mundo esta creciendo en este instante -Durruti-