1 may 2008

En Defensa del Anarquismo y de La Revolución Bolivariana. Mensaje en una botella de un anarquista al Camarada Chávez.


Luis TB(A)SM (Teseracto Bolivariano Anarquista Salom Mesa)

Ya que es primero de Mayo, día internacional de los trabajadores aprovecho la ocasión mi estimado camarada Chávez para replicarle algunos de sus más recientes comentarios con respecto a la disciplina revolucionarias, pero especialmente en torno al tema del anarquismo.

¿AlbertParsons Un pequeño burgues?. No, no lo creo

¿Auguste Spies, Adolphe Fisher, Oscar Neebe unos contrarevolucionarios? Pero ni de broma.

Sindicalistas anarquistas, luchadores de la causa de los trabajadores, de los hijos del pueblo, eso es lo que son.

Por ellos marchamos hoy pero no lo sabemos. Marchamos el día de los trabajadores por unos camaradas anarquistas.

Es una falsificación terrible de la historia de las luchas obreras cuando irresponsablemente se acusa al anarquismo como una corriente de ideas “pequeño burguesas” cuando por su causa han dado la vida tantos trabajadores.

Fueron obreros y campesinos los que hicieron posible el anarquismo en España; en ese breve pestañeo de libertad y de socialismo auténtico, socialismo real en el sentido de experimentable y vivible, esa fabulosa jornada de 1936 donde el anarquismo fue llevado a la práctica; fueron campesinos y trabajadores los que lo hicieron posible. ¿Acaso era Durruti un burgués? Pues no, todo un hijo del pueblo.

¿Y no eran acaso anarquistas los trabajadores por los que hoy marchamos? Muy pocos saben hoy eso, es tan solo un día para descansar, algunos hasta se agarrarán el puente; otros tienen que marchar por cumplir en su condición de funcionarios, aunque no tengan un ápice de conciencia de clase, muchos marcharan para dejarse ver ante las cámaras, altos funcionarios que acusan al anarquismo de pequeño burgués mientras ellos se parecen cada vez más a la alta burguesía con la cual se codean a diario y a la cual suelen hacer suculentas concesiones.

Sí mi camarada Chávez, con conciencia de clase o sin ella; hoy marchamos por anarquistas quienes fueron luchadores del pueblo y de cuyo aporte no podemos desdeñar alegremente ni cuyas ideas se pueden banalizar acusándolas de contra revolucionarias. Con todo respeto, pero con toda la seriedad y dureza que el tema amerita, se lo digo mi estimado camarada.

¿Guerra a la indisciplina?

Estimado camarada Chávez, con todo respeto considero que equivoca el objetivo de su guerra. De todas las guerras que se deben declarar, guerra a la corrupción; guerra a la ineficiencia; guerra al burocratismo; guerra al CAPITALISMO; todas estas prioritarias para un verdadero avance revolucionario, le declara la guerra a la indisciplina…

Camarada Chávez; humildemente creo que se equivoca al declararle la guerra a la indisciplina. Se equivoca pues la principal fuente de indisciplina la tiene a su alrededor; todos esos funcionarios que no siguen sus lineamientos; bien sea por ineficacia, por corrupción o por intencional sabotaje.

La principal fuente de indisciplina se encuentra precisamente en el Estado; en la proliferación de centros comerciales y grandes edificios de oficinas en zonas que ya no soportan más el parque automotor, en la proliferación de casinos y en todo lo que esto lleva a su alrededor: mafias, prostitución, narcotráfico, lavado de dinero; todo esto bajo las narices y con la complicidad del Estado…

¿Por qué no le declara la guerra a los Casinos? ¿O al Carbón en la sierra de perijá o a la contaminación ambientalo a las sangrientas corridas de toro y a la experimentación animal, o a la inconsciencia y el consumismo o al hambre y la miseria y por tanto al capitalismo de una vez por todas?… De tantas guerras por declarar…

Humildemente creo que se equivoca camarada pues al único ente al cual usted le puede exigir disciplina en su condición de jefe de Estado es precisamente a los evidentemente ineficaces funcionarios del Estado.

Usted no manda sobre el Pueblo; en teoría debería ser al revés; según esa falsa teoría de la representatividad usted se supone que es un representante del pueblo; un representante de nuestra voluntad; si acaso deberíamos ser nosotros los que le exijamos disciplina a todos nuestros representantes; Así se supone que es la teoría de la representatividad; teoría en la cual por cierto no creo, en mi condición de anarquista.

Esa falacia de la democracia representativa que esta revolución bolivariana ha proclamado sustituir por la democracia participativa;

Esa promesa de la democracia participativa, esa que apenas y se asoma; Esa nueva democracia que donde empieza a manifestarse y florecer es precisamente entre esos sectores que usted camarada ahora quiere llamar a la disciplina: Es decir al inmovilismo. Se les puede hacer un llamado a la reflexión y a la responsabilidad revolucionaria; pero no me parece una buena estrategia que nos acerque al socialismo una invitación a la apatía.

Humildemente creo que se equivoca camarada Chávez pues en lugar de declararle la guerra a la indisciplina lo que debería hacer, en su condición de representante, es escuchar al pueblo; qué es lo que tiene que decir; qué es lo que éste aspira.

Sería un mínimo gesto de gratitud con esos sectores que se jugaron el pellejo el 13A y que lo volverían a hacer una y mil veces más.

Y que lo hicieron mucho más que simplemente por usted mi estimado camarada. Lo hicieron por un sueño de revolución, por una aspiración de cambios que usted actualmente encarna, pero que no se circunscriben a usted de ningún modo. Con todo el aprecio y el amor que siente este pueblo por su persona mi camarada, usted no es la revolución y sería ridículo pensarlo. Como bien lo afirmó por esos días mientras estaba detenido; “Chávez ya no es Chávez; la cosa es un pueblo”; eso es muy cierto mi estimado camarada.

Si ser critico, responsable y revolucionario es ser indisciplinado; entonces soy indisciplinado camarada y lo seguiré siendo. Indómito e insumiso hasta la muerte mi camarada; me temo que así es el pueblo venezolano.

Como decía el catire florentino:

“Mientras el cuatro me afine y la maraca resuene, no hay espuela que me apure ni bozal que me sofrene, ni quien me obligue a beber en tapara que otro llene”

¿Y qué es lo que están pidiendo estos avanzados sectores revolucionarios a los que usted camarada tilda con el mote de anarquistas, como si eso además fuese una ofensa?

Pues nada menos que la promesa de democracia participativa, eso y no otra cosa es lo que están pidiendo: “No queremos que nos gobiernen, queremos gobernar”; Nada más y nada menos que “todo el poder para el pueblo” acercarnos al autogobierno, aproximarnos a la toparquía.

Ningún discurso inducido por la derecha, sino precisamente una consecuencia obvia de su propio discurso camarada: Tan solo las ganas de ponerlo en práctica: Nada más y nada menos que la responsabilidad revolucionaria en acción, esa que se impone a cualquier reaccionaria disciplina.

Para ser disciplinado no hace falta ser revolucionariamente consciente; apenas se necesita ser sumiso, dócil, apático y obediente. En cambio para ser responsable; es preciso ser conciente.

Estos camaradas a mi parecer están siendo impulsados por su responsabilidad revolucionaria. No banalicemos el hecho diciendo que se trata de un discurso inducido por la derecha; seamos serios camarada; mire que el socialismo no se decreta ni se ordena; El socialismo es una construcción colectiva y como tal está mas relacionado con la creatividad y la ebullición de ensayos e ideas que con el orden y la disciplina.

A estas alturas del proceso bolivariano ya todos deberíamos tenersuficientes “pruebas irrefragables del tino del pueblo en las grandes resoluciones” como para seguir mirándolo con desconfianza y recelo.

Entonces creo que se equivoca camarada cuando a este respecto afirmó en una alocución:

“Quiero dirigirme al pueblo que nos está oyendo, para debatir este asunto y le salgamos al paso a esta tesis que sin duda es anarquista y que trata de sembrar divisionismo en nuestras filas."

Parecieran repetirse las acusaciones y los argumentos de cuando unos valientes camaradas tumbaron la Estatua de Colón.

“No hay otra alternativa, la caída de un combatiente popular es más dolorosa que el derrumbamiento de todas las imágenes.” Como decía Victor Valera Mora.

Pareciera que nuevamente olvidamos que el golpe a Allende se lo da la derecha que lo acompañaba. Ese derechismo infiltrado, esa enfermedad senil. Fueron los militares que compartían el mando los que le dan el golpe de estado y lo asesinan.

Definitivamente no son los radicales de izquierda los que perjudican a los procesos ni los que se dejan infiltrar. Son los Funcionarios los que son más fácilmente infiltrables y comprables que los luchadores populares.

No solo recordemos a Allende y a Pinochet, sino también a Miquelena y a Rosendo, A Guaycaipuro Lameda y al antes tan celebrado Baduel o al mismo Ismael García, diputado por el voto Chavista que ahora trabaja en Globovisión. Incluso al mismísimo Arias Cárdenas, cuyas peripecias e insultos pareciese que olvidamos tan fácilmente mi estimado camarada Chávez.

“No queremos que nos gobiernen, queremos gobernar”. La tesis no es para nada anarquista; como muy bien afirman estos camaradas en un artículo en aporrea: http://www.aporrea.org/trabajadores/a54494.html

La tesis tiene sus más puras bases en el socialismo bolivariano que se pretende construir.

También se equivoca al intentar salirle al paso a la difusión de ideas revolucionarias, al intentar sembrar el divisionismo precisamente usted y desde arriba mi camarada.

Sí camarada, debatamos el asunto del Anarquismo; pero debatámoslo con seriedad, no con las falacias de que es un discurso inducido por la derecha…

“No queremos que nos gobiernen, queremos gobernar”; Definitivamente no es una tesis anarquista sino una tesis inspirada profundamente en el socialismo bolivariano…

Algunos colectivos anarquistas la apoyamos como apoyamos esta revolución, guiados más por nuestro juicio que por las palabras de Malatesta respecto a la posición que deberían asumir los anarquistas frente a revoluciones no libertarias; que es la de apoyo revolucionario desde el marco de nuestras ideas.

Entonces considero sinceramente que es imprescindible para la construcción de nuestro modelo de socialismo la difusión de las ideas libertarias; sin miedos ni prejuicios.

Creo más en la cooperación que en la competencia, Como Daniel Guerin confío en que es posible idear un “Marxismo Libertario” con la cooperación de lo mejor del Marxismo y de las ideas Libertarias; como ve mi estimado camarada; nada de divisionismo, todo lo contrario: pura cooperación revolucionaria.

Sin el conocimiento del socialismo libertario nos estamos quedando tan solo con la mitad del socialismo, nos estamos parando sobre un gigante mocho y no podremos ver muy lejos.

Debatamos con seriedad el tema del Anarquismo, estudiemos todo el grandioso aporte que tiene para con esta revolución. Cuando marchemos este primero de Mayo, recordemos que los mártires de Chicago fueron precisamente ANARQUISTAS, si marchamos como trabajadores ese día entonces no desdeñemos de su aporte;

Declárele la guerra a la derecha mi camarada, declárele la guerra a la enfermedad senil del derechismo que anida en la burocracia de boina roja; Pero no a la indisciplina de este pueblo cimarrón e insumiso que solo pide cambios y hace valiosos aportes, cuestionamientos y críticas, esos aguerridos sectores que lo apoyan y defienden;

Declárele la guerra a la reacción mi camarada, no a la indisciplina de esa indómita izquierda rebelde y revolucionaria venezolana que lo que quieren es profundizar la revolución.

Decláresela a las ideas egoístas, capitalistas y conservadoras, no a las ideas libertarias ni al anarquismo camarada, que mucho tienen que aportar en nuestra construcción del Socialismo Bolivariano; no repitamos los errores de otras revoluciones fracasadas.

La Responsabilidad es Revolucionaria; la Disciplina reaccionaria…

La disciplina es la imposición de la pasividad, la responsabilidad es la manifestación y el producto de la conciencia revolucionaria; Es ese sentimiento de responsabilidad el que nos lleva a insubordinarnos y revelarnos, a hacer precisamente la revolución.

Si somos realmente revolucionarios, nunca le pidamos a alguien que esté en pie de lucha que se siente y espere, nunca le pidamos a alguien que levanta su voz y puño ante una injusticia que se calle y subordine. Dejémosle ese trabajo a la reacción

El trabajo de los revolucionarios consiste en encender la llama, el de la reacción en apagarla. Somos los revolucionarios los que tenemos que despertar aquellas conciencias que aún no han reaccionado, los que tenemos que insubordinar a aquellos que aún permanecen pasivos soportando la explotación. Que la reacción los llame a la disciplina, que nosotros los llamamos a la rebeldía; a hacer la revolución…

Una vez que se es revolucionariamente conciente, se hace casi imposible permanecer pasivo, uno siente esa extraña sensación de responsabilidad que lo mueve en todos sus actos, que lo impulsan a revolucionar todo lo que toca, a cambiar todas las relaciones de explotación que vea a su alrededor por relaciones de solidaridad, igualdad, fraternidad y libertad.

Una vez que se es revolucionariamente conciente se hace imposible mantener la disciplina de la explotación, pues un sentimiento más fuerte, uno de responsabilidad, ante tu vida y el resto de la humanidad, es el que ahora te impulsa.

La responsabilidad, esa sensación que no tiene aquel que solo sigue órdenes, ese sentimiento es definitivamente una cosa de revolucionarios; Por el contrario la disciplina, que es lo que espera toda burguesía dominante de su explotado pueblo, esa es sumamente reaccionaria.

El soldado que por “error” bombardea un poblado, siempre se puede excusar en el hecho de que tan solo seguía órdenes. Alguien ordena y él, como un perro, obedece. En eso consiste la disciplina.

La disciplina se crea a bastonazos, tal como se hace con los perros y tal como se hace en los cuarteles con los seres que entran como humanos y salen convertidos en soldados.

La disciplina les es enseñada a bastonazos, pues la única forma de hacer que un ser libre no haga su voluntad, sino la de otro, es moliéndolo primero a palos. Así logran que el perro traiga el periódico y las pantuflas y así logran hacer que un ser humano bombardee poblados, matando miles arriesgando absurdamente su propia vida para enriquecer un poco más a su burguesía dirigente, algo contrario a la razón y el instinto,pero que se logra al “impartir” la disciplina…

Así, con disciplina, nos imparten cuando niños una educación coercitiva que nos prepara para una sociedad coercitiva; bueno, a los que tienen acceso a la educación, para el resto de los hijos del pueblo, para aquellos que no tienen ni este “beneficio” va a ser la policía quien les enseñe (y lo hará naturalmente a bastonazos) cómo es esta sociedad que le niega todo a los hijos del pueblo, mientras les roba día a día sus vidas…

Y así se mantiene el “orden” y la disciplina en esta “sociedad”. Un orden que requiere de un impresionante gasto militar, policial y burocrático para sostenerse, pues se trata de un orden naturalmente insostenible; un orden basado en la explotación y la dominación.

Ejércitos y policías son los que a punta de fusil mantienen el orden capitalista, son los guardianes de esa explotación disciplinada que es nuestra sociedad dividida en clases, en explotadores y explotados, en gobernantes y gobernados; Son ellos los que reparten los bastonazos de la burguesía, no valla a ser que el pueblo se revele…

Y así nos ha querido siempre la reacción mi camarada, un pueblo de chivos mansos que se dejen arrear, anuladas la rebeldía y la indisciplina, nos quedaremos expectantes, a la espera de órdenes, de directrices.

Iluminados por las pantallas de nuestros televisores tan solo como espectadores de nuestras propias vidas, pero nunca como protagonistas, viendo desde el noticiero de la tarde como todo se destruye, como el mundo se cae a pedazos, como contaminamos la tierra, el agua y el aire; como se bombardean poblados, como miles mueren de hambre, viendo disciplinadamente como depredamos nuestro mundo y a nosotros mismos…

De cualquier modo siempre podremos lavarnos las manos, siempre podremos decir que fuimos disciplinados, que el mundo se cayera a pedazos no fue nuestra culpa, nosotros solo seguíamos órdenes, líneas y directrices o siempre estuvimos a la espera de las mismas.

Para ser disciplinado no hace falta ser conciente, solo ser sumiso y obediente, cuanto más ciega la obediencia, tanto más disciplinado se es; Justamente lo que todo amo esperaría de un buen esclavo y toda oligarquía de su explotado y manso pueblo. En cambio, para ser responsable es preciso ser conciente; lo que todo revolucionario esperaría de sus congéneres.

Con un poco de disciplina siempre podremos afirmar de cualquier acontecimiento que no fue nuestra responsabilidad…

La disciplina es pasividad y mansedumbre, la disciplina es subordinación, la disciplina es conservadora y reaccionaria nunca revolucionaria; dejemos la disciplina para los perros y sus amos;

Nosotros queremos hacer una revolución, no perpetuar un sistema insostenible de explotación, lo último requiere disciplina, lo primero responsabilidad;

La disciplina es sumisión e irresponsabilidad, el disciplinado delega responsabilidades, el revolucionario, por el contrario, las asume.

El revolucionario no tolera más la explotación, la injusticia, el saqueo, la contaminación; entonces se hace un ser conciente y responsable; esta misma conciencia y responsabilidad es la que le impide permanecer un segundo más pasivo; es el hacerse responsable lo que le imposibilita permanecer callado, atado, disciplinado; es precisamente esa responsabilidad que siente debido a su conciencia de revolucionario la que lo impulsa a rebelarse, a insubordinarse, a alzar su puño y su voz, a romper con la disciplina y a hacer la REVOLUCIÓN.

Como decía el catire:

“Mientras la voz se me escuche, por sobre la tempestad, yo soy quien marco mi rumbo, con el timón del cantar”

La disciplina dejémosela a los niños, hasta que se hacen adultos responsables y se revelan…

Entonces camaradas, exijamos, si acaso, de nuestros compañeros revolucionarios RESPONSABILIDAD; pero nunca disciplina, eso sería intentar dormir su conciencia, apagar la llama de la rebeldía, exigir que delegue la que siente su imperiosa responsabilidad, eso sería retroceder en la revolución.

Las fuerzas populares; Cuerpo y alma de toda revolución.

“El 28 de Febrero de 2008, en llamada telefónica al programa Dando y Dando transmitido por VTV, el Compatriota Presidente Hugo Chávez, declaró que "…hay una corriente por allí que está siendo inducida, sin duda alguna, a la que hay que salirle al paso. Es una corriente absurda a estas alturas del proceso, que pretende sembrar dudas, abrir brechas, muros, divisiones, etc., en las fuerzas populares que hay que cuidar y que es el alma de esta revolución".” http://www.aporrea.org/ideologia/a53618.html

Sí mi estimado camarada Chávez: Las fuerzas populares son el alma de esta revolución. Ahora somos los anarquistas los que queremos que las fuerzas populares además del alma, sean el cuerpo de la revolución. No somos una absurda corriente inducida por la derecha; queremos es la unión y la organización de esas fuerzas populares: Y que no quede duda: No queremos abrir muros, queremos derribarlos y con ellos todas las divisiones y las clases y crear un verdadero mundo de iguales, uno que sea como decía Zamora

“No habrá pobres ni ricos, ni esclavos ni dueños, ni poderosos ni desdeñados, sino hermanos que sin descender la frente se traten de bis a bis, de quien a quien” Ezequiel Zamora

El anarquismo, no es una corriente inducida por la derecha, si acaso, es una ideología importada de Europa, lo mismo que lo es el socialismo “científico”, o el capitalismo que actualmente padecemos, lo mismo que la idea de república, patria y nación, todas son ideas importadas de Europa; la mayoría de ellas no solo importadas sino además impuestas.

Entonces sería oportuno que recordemos que nuestras comunidades autóctonas vivían sin Estados; en anarquía pues, y que las decisiones importantes eran de carácter colectivo y todo se distribuía en el más puro comunismo; quizás algunas de estas ideas de horizontalidad no nos son ni tan ajenas ni tan inducidas, después de todo..

Sería oportuno que recordemos también que un 27 de febrero de 1989, hace exactamente diecinueve años y un día de su comentario mi camarada, las fuerzas populares se expresaron y se expresaron en cuerpo, gritando su rabia mucho más allá del alma y lo hicieron mucho más allá del anarquismo, lo hicieron en la ANARQUÍA más absoluta, en todo el sentido peyorativo del término…

Sin poderosos que los ordenen, sin dirigentes que los dirijan, las fuerzas populares fueron abriendo brechas, derribando muros y divisiones, para hacerse de lo que ellos mismos producían, pero les estaba negado por el orden, los poderosos, y su maquinaria para ejercer la violencia y perpetuar la injusticia: El Estado.

En esa ocasión en la que las fuerzas populares intentaron derribar los muros y las santa-marías que los separaban de la comida, el Estado se encargó de reprimirlos. Del cuerpo manifiesto de las fuerzas populares solo quedó el alma y una montaña de cadáveres…

Y no es de extrañar pues para eso es que existen policías, ejércitos y Estados, para perpetuar a punta de fusil una injusticia, para defender ese insostenible sistema de explotación. Entonces tampoco debería ser de extrañar que muchos socialistas concientes plantean su destrucción como parte fundamental del socialismo: Los Anarquistas.

Camarada Chávez, no se puede despreciar al anarquismo como corriente “inducida”, justamente diecinueve años y un día después del acontecimiento anárquico que da inicio a esta revolución, justamente diecinueve años y un día después de esa rebelión popular ahora reducida a consigna política, a mero slogan publicitario de la revolución bolivariana, diecinueve años y un día después del “sacudón”, del “caracazo”, del “guarenazo”, diecinueve años y un día después de que las fuerzas populares, “alma de esta revolución”, en la más absoluta anarquía subvirtieran el orden.

En mi opinión no es prudente afirmar que las ideas libertarias son una absurda corriente inducida por la derecha, cuando las mismas no hacen sino aparecer una y otra vez de la forma más natural y espontánea en este pueblo insumiso, cimarrón y libertario.

Habría que recordar que Pío Tamayo no solo hablaba del socialismo de Marx, sino también del de Bakunin y Kropotkin.

Habría que reconocer que la toparquía de Simón Rodríguez tiene más ese carácter de federalismo libertario que de centralismo autoritario. ¿Y no es precisamente la toparquía el autogobierno? Toparquía, el autogobierno de los que habitan una particular región, de los topos de una especifica topografía; ningún discurso inducido por la derecha, todo lo contrario, un clamor popular más que un slogan político: “todo el poder para el pueblo”: ¿No es acaso la toparquía precisamente un “queremos gobernar (de los topos), no queremos que nos gobiernen”?

“¡La anarquía!, esa es la Libertad , cuando para huir de la tiranía desata el cinto y desnuda la cabellera o­ndosa. ¡La anarquía!, Cuando los dioses de los débiles, la desconfianza y el pavor la maldicen, yo caigo de rodillas a su presencia. Señores: Que la anarquía con la antorcha de las furias en la mano, nos guíe al Congreso para que su humo embriague a los facciosos del orden, y la sigan por calles y plazas, gritando ¡Libertad!” Coto Paul, de la sociedad patriótica en un discurso de 1811.

Una y otra vez aparecen estas ideas libertarias en nuestra historia, una y otra vez la anarquía desata su cinto y desnuda su cabellera o­ndosa en este pueblo rebelde.

A las fuerzas populares, su desobediencia y su espontaneidad, es que debemos el tan celebrado 13 de abril; fueron esas las fuerzas populares desatadas que en anarquía lo salvaron de la oligarquía mi camarada.

Mientras todos los “dirigentes” se ocultaban bajo las piedras, o se encontraban prisioneros ese 13 de abril, este insumiso pueblo cimarrón iba, derribando muros informativos, desobedeciendo las órdenes del alto mando militar, desafiando la autoridad de las policías; las fuerzas populares y su espontaneidad al rescate...

El alma de esta revolución materializándose una vez más. Ahora se le aplaude y conmemora su mágica aparición. Sin embargo pareciera aterrarnos la posibilidad de su permanencia, se le temen a los poderes creativos del pueblo, a la que es el alma de esta revolución se le mira con recelo y con desconfianza.

En las conmemoraciones del 13A a veces me parece escuchar la canción de Alí Primera, donde se le llevaban flores a Bolívar para asegurarse de que estuviese bien muerto en el panteón. Lo mismo pareciese hacerse todos los 13 de Abril con las fuerzas populares.

Las fuerzas populares y su accionar el 13 de abril un accionar desobediente, rebelde, insumiso y espontáneo, en una palabra anárquico, un accionar bastante concreto, bastante material y suficientemente corpóreo, como para que ahora tan solo se haga alusión a su alma abstracta, a su etéreo espíritu.

Un espíritu que pareciera ser invocado con miedo, no valla a ser que se materialice de nuevo; y esta vez definitivamente…

Como decía el Chino Valera Mora:

“Cuando el pueblo tome el poder, veremos qué hacer, mientras tanto sigamos en lo nuestro”

Dudas, brechas, muros, divisiones…

Es lamentable escuchar a estas alturas del proceso a un compañero revolucionario como usted estimado camarada Chávez preocuparse por las dudas, las brechas, los muros y las divisiones en las fuerzas populares y desatinar tan terriblemente la causa.

Brecha la que existe entre el pueblo y el presidente, cada vez más aislado y rodeado de ministros y aduladores. Brecha la que existe entre el modo de vida de la burguesía (la vieja o la nueva) y las condiciones de supervivencia de los hijos del pueblo, brecha la que nos separa del socialismo.

Muros, los que lo separan de las fuerzas populares, muros los del palacio de gobierno, muros los de los ministerios, los de los casinos, los de los centros comerciales y los de las casotas de algunos funcionarios que parecieran estar mas deseosos de parecerse a la burguesía que de hacer una auténtica revolución socialista, como si con esto conquistaran cierta aceptación de la vieja oligarquía.

Divisiones las que crea la lucha por el poder o por pequeñas parcelas del mismo. División las de un partido pretendidamente socialista y democrático cuya dirigencia se escoge desde arriba. Dividido en arriba y abajo y dividido en clases; difícilmente socialista, partido sí, pero nunca unido. ¡Pero si su militancia fue incapaz de unirse y votar por la reforma! Como seis millones de inscritos, todos aspirantes, pero sabrá dios que aspiraban, ¿un cargo quizás?

Dudas mi camarada, son las que crea el actual estado de cosas dentro de la revolución. Dudas son las que sentimos de la eficacia o lealtad para con la causa del pueblo de algunos representantes. Dudamos que algunos de ellos estén convencidos de hacer una revolución socialista como la que está planteada en este país mi camarada; He allí las dudas.

Los que tenemos la certeza de que queremos hacer una revolución; Nosotros no tenemos dudas, abriremos brechas y caminos, derribaremos todos los muros y acabaremos con las divisiones…

¿Donde está el Plan?

“Quizás yo, por mi formación militar pensada para la guerra, estoy acostumbrado a que tiene que haber un plan, una jefatura y tiene que haber un liderazgo y una disciplina, que no tiene que ser militar, pero tiene que ser revolucionaria. Y cuadros revolucionarios, y reconocimiento a un liderazgo revolucionario y a un programa revolucionario, y la autocrítica revolucionaria." Hugo Chavez.

Bueno mi camarada, estoy en desacuerdo, debe ser por mi formación socialista que no puedo concebir la igualdad y la libertad junto con la jerarquía. Si tienes superiores, tu eres inferior; Naturalmente no son iguales ¿Y no aspira acaso el socialismo la igualdad?; Si alguien te ordena y dirige, naturalmente no eres libre ¿Y no aspira acaso el socialismo la libertad?...

Bakunin y Kropotkin también tenían una formación militar y sin embargo supieron ver lo perjudicial de la Jerarquía y del principio de autoridad para la construcción del socialismo.

La Jerarquía es incompatible con el socialismo, es por ello que es perfecta para una organización militar o para la dirección de una empresa capitalista; Y ya todos sabemos que los segundos existen exclusivamente para proteger a los primeros. Sí mi estimado camarada las jerarquías se llevan muy bien con los militares, las dictaduras y las monarquías; Pero es inconsistente con el socialismo.

Afirmar que se requiere de jerarquía para poner en marcha un plan de producción y distribución revolucionaria es desconocer la labor de los anarquistas españoles durante el 36. Afirmar que hace falta jerarquía para organizar una sociedad es desconocer todas nuestras comunidades originarias; las cuales se organizan horizontalmente.

Uno de los mejores y más evidentes ejemplos de organización y cooperación que nos brinda la naturaleza son las colonias de hormigas, cuya organización es horizontal, sin jerarquías. Si no fuese así, si cada hormiga no decidiese por si misma, si tuviese que esperar por las ordenes de la “reina” para avisar que encontró un picnic, la colonia no sería eficiente.

Por supuesto que es posible la organización horizontal y la planificación autogestionaria mi camarada Chávez, no solo es posible, sino que en mi opinión es parte fundamental del socialismo.

¿Se puede planificar el socialismo? Eso sería como decretarlo y sinceramente opino que este no se decreta. A lo sumo se pueden favorecer las condiciones, pero nunca decretarlo.

¿Cuanto tiempo le llevo a usted camarada realizar el plan para el alzamiento civico-militar del 4F? Pues en la tarde de ese mismo día ya estaba usted detenido.

¿Cuánto le llevo al pueblo realizar el plan del 27 F? ¿Hubo plan? Pues no y sin embargo hizo falta varios días y cientos de muertos para apaciguar este pueblo rebelde.

¿Cuánto tiempo le llevo a la reacción planificar su “vacío de poder” del 11 de abril? ¿Cuánto tiempo le tomo crear artificialmente las condiciones? ¿Cuánto dinero? Pues a los dos días el pueblo los estaba barriendo ¿Hubo un plan centralizado que dirigiera a las fuerzas popula

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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.