1 may 2008

Realidad laboral en el neoliberalismo salvaje chileno

Arturo Alejandro Muñoz/Para Kaos en la Red

Si usted es empresario y se encuentra operando en Chile, intente desmentir estas cifras que se desglosan de datos duros, estadísticamente comprobados.

Ellas grafican la vergonzosa realidad y el estado catastrófico en que se encuentran los trabajadores, subsumidos dolorosamente en la estructura neoliberal y clasista que sustentan los conglomerados políticos que conforman el actual establishment (Alianza y Concertación), el cual ha construido no sólo un duopolio binominal sino, peor aún, una especie de dictadura perfecta en beneficio exclusivo de sus verdaderos mandantes: los capitalistas del empresariado transnacional.

Tome nota y reflexione.

* Oficialmente, el 7,3% de los chilenos en edad laboral activa se encuentra sin trabajo. Estudios independientes aseguran que esa cifra se eleva al 11%.

* El 62% de los trabajadores chilenos está contratado sólo a través de la entrega de boletas de servicio o simplemente de palabra; vale decir, ese porcentaje de la fuerza laboral carece de mínima seguridad en sus empleos, pues el patrón puede desvincularlos fácil y rápidamente de sus cargos o puestos de trabajo. ¡¡Y es ‘legal’!! A este espantoso escenario se suma el propio Estado, el que también cuenta con un alto porcentaje de trabajadores en las mismas condiciones.

* El 19% de los trabajadores chilenos tuvo reajuste de sueldos en el año 2007, lo que equivale a decir que el 79% NO lo tuvo. La pérdida del poder adquisitivo de esos trabajadores puede calcularse en una cifra superior al 15% en un año calendario.

* El 69% tiene menos de 3 años de antigüedad en el empleo. Esta es una actitud ya habitual de los empleadores que –aprovechando una legislación que les favorece absolutamente- cambian drásticamente sus plantas laborales cada cierto tiempo a objeto de reducir (y a veces eludir) el pago de indemnizaciones.

* Sólo el 08% de los trabajadores chilenos está sindicalizado. Huelgan los comentarios.

* Sólo el 23% de los trabajadores negocia colectivamente (y para algunos centros de estudios públicos esta es una cifra ‘optimista’).

* El 45% gana menos de mil dólares al mes ($450.000 al mes), pero en este guarismo no está contemplada la fuerza laboral agrícola.

* El 19% tiene más de 55 años de edad.

* El 21% tiene menos de 25 años de edad.

* El 32% de las empresas está atrasada en el pago provisional que los patrones descuentan mensualmente de las remuneraciones de sus trabajadores.

* El 79% de las ‘leyes laborales’ favorece a la empresa y desmedra al trabajador.

El obispo de Rancagua, Monseñor Alejandro Goic, hablando a nombre de la Iglesia Católica chilena, manifestó que el injusto y desigual reparto de la torta de la producción, donde un pequeño grupo de chilenos se lleva el 70% de los ingresos y la enorme mayoría sólo alcanza a repartirse dolorosamente el 30% restante, conformaba un “pecado social” que debía ser atribuido exclusivamente a la clase política, al gobierno y al empresariado.

Esta es la ‘maravilla’ del capitalismo salvaje que impera en Chile desde hace 30 años. Y este es el sistema que administran y defienden con dientes y muelas los antiguos socialistas, hoy ‘renovados progresistas’ que se convirtieron interesadamente a la fe neoliberal.

Dura, ímproba y urgente es la tarea que debe enfrentar la clase trabajadora chilena para cambiar de raíz el sistema actual, ya que ‘humanizarlo’ resultará imposible, toda vez que las estructuras del mismo impiden cualquier reforma en serio y aceptan solamente maquillajes que sirven para disfrazar la inhumanidad que lo caracteriza.

En este Primero de Mayo deberá comenzar el largo camino que los trabajadores tendrán que recorrer. La más urgente tarea debe ser el aumento –urgente y vital- de la sindicalización, como paso inicial de una larga vía.
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.