En España Calderón Regó el Tepache

Machetearte

Por Iván H.

Continúa el debate petrolero y en tierra Azteca los miembros del senado, junto con expertos en materia de derecho, petróleo, constitucionalistas, intelectuales e intelectualoides (según representantes del pueblo, pero sin que en realidad se escuche la voz de todos), debaten los puntos concretos de la reforma presentada por el ejecutivo espurio hace casi dos meses; mientras tanto, Feli-grillo-pillo Calderón ha cruzado el charco del atlántico y se anda paseando por tierras españolas. ¿El motivo? Fácil, ir a reiterar la postura del gobierno mexicano con respecto a los negocios (turbios, pero paradójicamente obvios) que pretende realizar (y concretar) con los españoles, quienes de paso, ven una nueva oportunidad (quinientos y pico años después) para volvernos a dar espejitos dizque modernizadores a cambio del oro negro.

Ya estando por allá, el Pillo Calderón se dio el lujo de comentar que lo que se está debatiendo en el senado es mera cuestión política e histórica, nada que llegue a resoluciones contundentes acerca de las cuestiones técnicas de la propuesta. Error fatal (como siempre) del pseudo presidente, puesto que, tomando en cuenta que si bien el debate no ha llegado a conclusiones y mucho menos a propuestas reales (dado que aún no concluye), la realidad es que sí se ha hablado de temas importantes e incluso rectores, mismos que han sido presentados por ambas partes interesadas en la pretendida reforma.

Por una parte los que están a favor han hablado (sin causar mayor ruido) sobre los beneficios de la propuesta; por otro lado, sus detractores (la mayoría) han expuesto los vacíos, errores, inconsistencias y contradicciones del texto presentado; y entre ambos han intentado establecer un dialogo que, aunque mediatizado, busca tratar de analizar a fondo la propuesta.

Y entonces, mientras acá se debaten esas cuestiones, al chaparrín de Michoacán se le ocurre soltar su diarrea verbal sin estar debidamente informado sobre lo que según él (en su pequeñito mundo paranoico) acontece por aquí, y no conforme con eso, se lava las manos de forma por demás cínica en torno a los cuestionamientos acerca del relevo (fulminante e inmediato) de Santiago Creel del frente de la bancada panista en el senado, y claro, como no demostró tener el suficiente poder para mantenerse firme y luchar a toda costa por al aprobación de la reforma, simplemente no pudo con el paquete, no sirvió a los intereses (honestamente ratas) de sus patrones y lo más lógico era que pronto lo destituyeran, dándole seguramente un duro golpe a su ego, y dejándolo guardado un rato después del quemón.

Y el Pillo Calderón sigue regándola y exhibiendo cada día más lo absurdo de su comportamiento, de su estilo político, y sobre todo, dándonos cada día más que pensar sobre una estrategia de gobierno y una política que sólo busca el beneficio de unos cuantos, entre los cuales, evidentemente, no se encuentra el pueblo de México. Y mientras tanto, todo se prepara para llevar a cabo la consulta ciudadana propuesta por el jefe del gobierno de la Ciudad de México, a la cual se han unido representantes de los gobiernos locales de diversos (y varios) estados.

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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.