Obama o McCain ¿qué más da?
Jaime Richart
Estados Unidos, sólo para nominar a una de dos personas que supuestamente habrá de regir una de ellas los destinos del mundo, hace saturnales de unas retorcidísmas elecciones. Unas elecciones que llevan un proceso tan aparatoso como irrelevante a la hora de la verdad. Tanto bombo y despilfarro para qué... ¿Qué cambios significativos ha habido en aquel país y, salvo para ir de mal en peor en su política exterior, qué ha sucedido para celebrarlo desde que pasó a ser primera potencia armamentística, estuviese Roosvelt, Eiseinhower, Kennedy, Johnson, Nixon, Reagan, Carter, Clinton o Bush? ¿En qué ha mejorado el mundo? ¿qué cambios se han producido que no sean consecuencia de una política internacional y económica que van a su aire promovidas por los nauseabundos intereses de las familias acaudaladas estadounidenses? ¿Acaso podemos establecer una comparativa de la que un presidente pueda salir mejor parado que otro en cuanto a lo sucedido fuera de la metrópoli; sobre todo en lo que interesa a tantas víctimas de sus desmanes una vez y otra desde que acabó la segunda guerra mundial con incontables invasiones desde entonces?
Los que no se fijan en los efectos funestos causados en el planeta por ese país odioso y odiado, matizan diferencias que sólo ellos aprecian. El resto no vemos más que barbarie; barbarie unas veces más solapada que otras, y otras directa y sostenida sin tapujos. Como la etapa del actual Cabrón hasta llegar a la ocupación caprichosa, arbitraria, devastadora de dos países asiáticos y el oprobio de Guatánamo.
Nos da lo mismo que sea Obama el bueno elegido. Pues Obama, una de dos, o hace lo que debe y esperan los incautos del planeta, y entonces durará un suspiro porque terminará abatido por un rifle de mira telescópica, o sigue el camino trillado de sus títeres antecesores instalados en el despacho oval por los que dirigen verdaderamente en la sombra los destinos del planeta.
Estemos seguros de esto: los lobbies petroleros, las fábricas de armas, de fármacos y los señores del Pentagono no dependen, ni van a depender tampoco esta vez, de la mayor o menor magnanimidad, grandeza de espíritu, etc de un solo individuo; sea blanco o sea negro. Y si sale elegido el otro, el republicano, ya pueden prepararse Irán y el mundo entero. Por algo el otro lleva su apellido el marchamo de uno de los crímenes, el fratricidio, más horrible. Su apellido hará honor al nuevo y quizá definitivo Caín de la humanidad.
Y mientras tanto, la democrática España incrementando su venta de armas al exterior.Con una mano se embolsan 678,4 millones en el primer semestre y con la otra Zapatero envía 500 millones para que los que vayan a manejarlas puedan comer. Total un beneficio de 178,4 millones. Informativamente hablando seremos unos papanatas de Estados Unidos, pero también somos los mejores... Qué listos, ¡Dios!
Estados Unidos, sólo para nominar a una de dos personas que supuestamente habrá de regir una de ellas los destinos del mundo, hace saturnales de unas retorcidísmas elecciones. Unas elecciones que llevan un proceso tan aparatoso como irrelevante a la hora de la verdad. Tanto bombo y despilfarro para qué... ¿Qué cambios significativos ha habido en aquel país y, salvo para ir de mal en peor en su política exterior, qué ha sucedido para celebrarlo desde que pasó a ser primera potencia armamentística, estuviese Roosvelt, Eiseinhower, Kennedy, Johnson, Nixon, Reagan, Carter, Clinton o Bush? ¿En qué ha mejorado el mundo? ¿qué cambios se han producido que no sean consecuencia de una política internacional y económica que van a su aire promovidas por los nauseabundos intereses de las familias acaudaladas estadounidenses? ¿Acaso podemos establecer una comparativa de la que un presidente pueda salir mejor parado que otro en cuanto a lo sucedido fuera de la metrópoli; sobre todo en lo que interesa a tantas víctimas de sus desmanes una vez y otra desde que acabó la segunda guerra mundial con incontables invasiones desde entonces?
Los que no se fijan en los efectos funestos causados en el planeta por ese país odioso y odiado, matizan diferencias que sólo ellos aprecian. El resto no vemos más que barbarie; barbarie unas veces más solapada que otras, y otras directa y sostenida sin tapujos. Como la etapa del actual Cabrón hasta llegar a la ocupación caprichosa, arbitraria, devastadora de dos países asiáticos y el oprobio de Guatánamo.
Nos da lo mismo que sea Obama el bueno elegido. Pues Obama, una de dos, o hace lo que debe y esperan los incautos del planeta, y entonces durará un suspiro porque terminará abatido por un rifle de mira telescópica, o sigue el camino trillado de sus títeres antecesores instalados en el despacho oval por los que dirigen verdaderamente en la sombra los destinos del planeta.
Estemos seguros de esto: los lobbies petroleros, las fábricas de armas, de fármacos y los señores del Pentagono no dependen, ni van a depender tampoco esta vez, de la mayor o menor magnanimidad, grandeza de espíritu, etc de un solo individuo; sea blanco o sea negro. Y si sale elegido el otro, el republicano, ya pueden prepararse Irán y el mundo entero. Por algo el otro lleva su apellido el marchamo de uno de los crímenes, el fratricidio, más horrible. Su apellido hará honor al nuevo y quizá definitivo Caín de la humanidad.
Y mientras tanto, la democrática España incrementando su venta de armas al exterior.Con una mano se embolsan 678,4 millones en el primer semestre y con la otra Zapatero envía 500 millones para que los que vayan a manejarlas puedan comer. Total un beneficio de 178,4 millones. Informativamente hablando seremos unos papanatas de Estados Unidos, pero también somos los mejores... Qué listos, ¡Dios!
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.
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