24 ago 2008

Represión y crimen organizado en México

Ayer jueves 22 de agosto, elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) y del cuerpo de granaderos del Distrito Federal mantuvieron un cerco en los alrededores de Palacio Nacional, donde se llevo a cabo la sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública.

La zona fue tomada desde la madrugada por un fuerte operativo en el que participaron al rededor de 2 mil militares disfrazados de policías (PFP), elementos del EMP y granaderos, esto para impedir actos de protesta y “garantizar la seguridad” de los asistentes (si alguien se pregunta en que se gastan nuestros impuestos…).

Información difundida por “Apia Virtual” denuncia la represión que sufrieron un grupo de estudiantes que lograron romper el cerco policíaco-militar, esto con el fin de protestar por la política represiva que el Estado mexicano mantiene con el pretexto de la lucha al crimen organizado.

Los manifestantes fueron golpeados por aproximadamente 30 granaderos quienes rompieron los carteles y mantas que portaban. En aproximadamente 10 minutos, varios de los estudiantes resultaron lesionados en el intento de los policías por sacarlos del lugar.

Según información de “La Jornada”, agentes federales impidieron el trabajo de fotógrafos y camarógrafos, además un reportero de ese diario fue golpeado.

Este mismo diario denuncia que al rededor de 50 militares de la PFP detuvieron, golpearon y mantuvieron acorralado durante dos horas a Fernández Noroña (PRD), hasta que una ambulancia del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas lo traslado al hospital Magdalena de las Salinas, la ambulancia fue escoltada por dos patrullas de la PFP.

Al rededor de las 19:30 horas, según el mismo diario, cinco jóvenes derribaron una valla de seguridad y fueron rodeados por elementos del EMP.

La lucha contra el crímen organizado tendría que empezar por la policía y el ejército, son estos criminales quienes han asesinado, violado, desaparecido, y torturado a quien se atreve a levantar la voz contra la política criminal de este gobierno. Son estos mismos criminales quienes reprimieron en Atenco, en Oaxaca, los asesinos de Acteal, de Aguas Blancas, los que violan en Veracruz, los que hostigan y amenazan en Chiapas.

La lucha contra el crimen organizado no es la que promueven, con marchas y anuncios pagados en televisión, organizaciones fascistas y delincuentes que se hacen llamar “representantes populares”. Los delincuentes son ellos, quienes se esconden detrás de sus militares y policías, quienes mandan a sus perros a violar, torturar y golpear a un pueblo que ya esta hasta la madre de sus abusos, quienes tienen el poder para secuestrar a luchadores sociales en centros de exterminio, cárceles y en cambio dejan en libertad a sus amigos de partido, a sus compañeros de “resistencia”, a quienes apoyaron su fraude electoral.

Rodrigo Monroy
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Un revolucionario es, sobre todo, un humanista, alguien que apuesta al libre desarrollo de la personalidad, y que reconoce en la revolución el medio para construir las condiciones de la libertad.